Parte 2

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Comencé a conocer a muchos hombres mayores, solteros, casados, divorciados. La mayoría buena onda. Me calentaba más mientras más mayores fueran. Me encantaba sacarles la calentura como una puta. Después me sentía culpable, pero a la noche, solo, terminaba emborrachándome y calentándome. A veces me masturbaba y no hacía cita, pero otras, incluso después de masturbarme, seguía caliente y buscaba alguna pija.

Tres se volvieron mis favoritos. Eduardo, por su pene largo y duro. Era el que más plata tenía. Unos 50, divorciado, adicto y muy divertido. Mario, un gordito de unos 60, pito chico, viudo. Era muy peludo e inteligente. La pasaba muy bien con él. La mayoría de las veces sólo le gustaba verme desnudo y acariciarme. Finalmente estaba Enrique, de unos 50, buena pija y buen estado físico. Deportista. Estaba de novio, hetero curioso.

Eduardo era el más fiestero, si salía con él era toda la noche y me pegaba unas cuantas cogidas, mínimo 2. Me presentaba con sus amigos y a veces me vendía o apostaba. Su juego favorito era decir que era su hijo puto. Me drogaba y emborrachaba hasta darme vuelta. Le gustaba vestirme con falditas, vestidos y lencerías. Me hice frecuente de su grupo y me hice amigo de ellos.

Con Mario todo era platónico. Me acariciaba, me abrazaba y besaba. Si me iba a su casa, me pedía que estuviera desnudo delante de él. Me decía cumplidos, me manoseaba mucho. Me tocaba la cola, me abrazaba. Me sentaba en su falda. A veces se la chupaba y a veces también me cogía. Era muy dulce y amable. Con él me refugiaba si estaba mal o triste. Su juego favorito era tratarme como un nene chiquito.

De Enrique me transformé en su placer culposo. Tenía un estado físico envidiable, parecía una nena a su lado. Me daba tremendas cogidas y me trataba de lo peor, pero me encantaba. Siempre era rápido con él, en su auto, en mi dpto. o en un telo.

Siempre que yo estaba solo probaba con alguno. Eduardo quería siempre, Mario también y Enrique era más entre semana, como sorpresa. Si no había ninguno, recurría a los amigos de Eduardo o a la aplicación. La secuencia era la misma. Solo, me emborrachaba en ropa interior, me ponía a tomar y me calentaba. Me gustaba chupar pijas en los autos. Llegué a chupar tres distintas en una noche.

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⏰ Last updated: Oct 01 ⏰

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