🥀dos🥀

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Yoongi

Tres intensas y hermosas horas haciendo el amor y TN quiere más. No es que me queje pero la noto un poco extraña. Gime y se retuerce en mis brazos, nada fuera de lo normal, mientras ambos gozamos uno del otro sin parar pero la conozco bien, algo le preocupa. Aún así no voy a interrumpir nuestro momento ya que no podemos detenernos una vez que empezamos .

Jamás voy a cansarme de estar rendido a sus pies. La adoro.

-Más, Yoongi... Más... Más, más...

Llevé mucho más rápido y más profundas mis embestidas sacándonos gritos a ambos. A ella le fascina mi rudeza cuando le abro las piernas y asumo el rol dominante. Puedo decirle las mayores perversidades que eso la excita al máximo.

-A las putas les gusta que se las metan así. ¿O me equivoco? -dije sin detener la intensidad de mis movimientos.

En toda mi vida sólo una mujer me ha hecho ver el mismísimo cielo al hacer el amor. TN. Su mente, su cuerpo, todo su ser fueron hechos para mi deleite. La deseo a cada minuto del día. Sólo espero que esta pasión nunca se acabe ni de mi parte ni de la suya.

-No, mi amor. Ahora muéstrame... aahh... muéstrame cómo se llena de leche a las putas como yo.

Reí por lo que dijo y me hizo acordar de nuestra primera vez cuando nos conocimos. No hablamos más de diez minutos que ella ya estaba montándome en un sillón en el sector vip de un antro. No le importó cuántas personas había alrededor bailando, bebiendo y algunos hasta haciendo lo que nosotros. No la desnudé allí mismo porque no quise compartir la visión de su cuerpo. No estaba interesado en que nadie más que yo le pusiera los ojos encima, a pesar de que el lugar era bien conocido por su libertad de acción. Podías desde ir a tomar todo el alcohol que quisieras hasta coger en el lugar que quisieras, pero sí estaba estrictamente prohibido el consumo de drogas. El ambiente era perfecto para el descontrol y más descontrolados que nosotros no habían. Además, el antro era de uno de mis amigos, así que yo podía hacer todo lo que quisiera. Desde ese momento, en que conocí a TN, cada día y noche, en Busan, nos entregábamos en su departamento o en el mío. Únicamente a mí me pertenecía... Y yo únicamente a ella. Hasta hoy.

Recordar a la TN de esa noche va a hacer correrme en segundos. Así que si íbamos a terminar por quinta vez lo haríamos a lo grande.

-Móntame como me gusta -le dije al oído y la besé.

-Sí, amor.

Me salí de ella y se me sentó en la cara e inmediatamente mi boca se adhirió a sus labios vaginales estirándolos y chupándolos. TN me llenaba la barbilla con los fluidos que mis succiones provocaban. Adoraba beber de su cuerpo como un maldito pervertido.

-¡¡SIGUE YOONGI, NO PARES, MI VIDA!!

Puso una de mis manos en su entrada para que mi lengua sólo se encargara de su clítoris. Metí dos dedos con fuerza empujándolos hacia adentro lo más que podía mientras chupaba y mordía ese botón hinchado. Con la otra mano apretaba con fuerza sus pechos y pezones.

-¡AAAHH... QUÉ BIEN LO HACES, MALDITA SEA! -gritó meciendo las caderas y sujetándose del cabecero de la cama.

No pude responderle. Tenía la boca muy ocupada y no tenía el mínimo interés de dejar de llenar su vagina con mi saliva y mí lengua.

-¡Me vengo, mi amor! ¡Ya me vengo!

De pronto mi pene también me avisó que me correría pronto. Estaba totalmente erguido contra mi abdomen y se movía a su antojo. Mis testículos también estaban por reventar. Al cabo de unos cuantos lengüetazos más veloces nos volvimos a correr ella primero en mi boca y después yo sobre mí mismo. Nos dejamos llevar gritando, gimiendo y ardiendo entre espasmos.

Ella es el bien y el mal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora