Fue difícil fingir estar bien frente a Yoongi. Mi corazón roto sólo quería que yo desahogara el dolor gritando y rompiendo todo lo que estaba a mi alrededor. Sentía una opresión en el pecho y un nudo en la garganta al mismo tiempo. Llevaba horas en ese estado, casi ni hablaba. Mirábamos una película recostados y abrazados en el sillón en la sala con ropa cómoda, él con su pijama y yo con una remera suya y una braga pequeña. Cada tanto mi atención se desviaba al televisor pero la mayor parte del tiempo sólo podía revivir una y otra vez lo ocurrido en la iglesia viendo el mismo regalo que le dejé ayer a Jungkook en el confesionario y que una vez le di a Yoongi en nuestro aniversario. Me estaban quemando en vida la traición, la humillación y el sufrimiento al haber sido pisoteada por ese par de desgraciados. Aunque también venían a mi cabeza lo que me dijo Hwasa. Quisiera desaparecer del mundo y perder completamente la memoria.-TN, casi no has comido pizza -habló Yoongi sacándome de mi pesadilla- ¿Quieres que pidamos otra cosa?
-No, mi amor. Es que no tengo mucho hambre. Prefiero no comer nada. No te enojes.
Me abrazó más fuerte y buscó mis labios. Nos besamos lentamente, su lengua envolviendo la mía le daba un poco de paz a mi pobre corazón. Él es mi paz.
-Te amo, Yoongi. Eres mi vida -susurré sobre sus labios.
-Yo también te amo. Y no tienes idea de cuánto te deseo justo ahora.
Me subí sobre él y me saqué la remera. Me tomó por sorpresa la rapidez con la que atrapó mis pechos con sus manos y me lancé sobre su boca. Estaba hambrienta de sus besos. Dejé de lado todos los pensamientos que me estuvieron torturando las últimas horas, no los necesito tengo a este hombre maravilloso conmigo que me adora más allá del entendimiento. Bajé a su cuello mordiéndolo y gimiendo a la par de él.
-Sigue, amor. Sigue... Mmmm... Hazlo despacio...
Desabotoné su camisa y se la quité tirándola en la alfombra. Sus manos volvieron a sostener firmemente mis pechos mientras mis besos seguían por su cuerpo. Me deslicé lento por entre sus piernas hasta tocar el suelo y quedarme frente a su exuberante abdomen. Este hombre es un pecado en el que me encanta revolcarme.
-Me encantas, Yoongi... Te amo tanto -dije sin despegar los labios de su piel caliente al mismo tiempo que mis manos recorrían suavemente sus pectorales.
-Bésame más, amor. Sigue bajando... Sigue... aaahhh
Eso hice. Fui dejando un rastro de saliva mientras mi lengua recorría su abdomen marcado. Un poco más abajo, una V profunda que su pantalón medio ocultaba se ganó toda mi atención. Este es mi lugar favorito para saborear aparte de su pene.
Yoongi jadeaba y suspiraba haciendo crecer la humedad entre mis piernas. Un solo minuto con él y mi intimidad se convierte en una maldita catarata.
-¿Te vas a quedar ahí? Porque no voy a aguantar mucho más y te voy a obligar a tragarme entero a la primera que me meta en tu boca.
Amo cuando me amenaza así. Y más amo cuando cumple sus amenazas. Hice como que no lo escuché y permanecí plácidamente allí, acariciando esa V con mis labios y mejillas.
-Baja más -me sonó a orden y me encantó el tono brusco que usó. Logré mi objetivo.
Miré su pantalón y al bajarlo un poco salió rebotando su pene altivo y sensual. Lo envolví con mis manos y empecé a masturbarlo maravillándome de cuánto iba creciendo ante mis ojos.
-¡¡Qué cosa tan rica lo que tienes aquí, amor!!
-Es tu alimento preferido, gatita... Cómetelo todo...
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Ella es el bien y el mal
Aléatoire"Luz y oscuridad, Vida y Muerte, el Bien y el Mal...el Cielo y el Infierno. Todos tenemos algo bueno y algo malo en nosotros... Y a mí me gusta disfrutar de ambos". TN Andreani, empresaria, dominante y sumisa a la vez. Jeon Jungkook, su ex amante y...