🥀cuatro🥀

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Fue difícil fingir estar bien frente a Yoongi. Mi corazón roto sólo quería que yo desahogara el dolor gritando y rompiendo todo lo que estaba a mi alrededor. Sentía una opresión en el pecho y un nudo en la garganta al mismo tiempo. Llevaba horas en ese estado, casi ni hablaba. Mirábamos una película recostados y abrazados en el sillón en la sala con ropa cómoda, él con su pijama y yo con una remera suya y una braga pequeña. Cada tanto mi atención se desviaba al televisor pero la mayor parte del tiempo sólo podía revivir una y otra vez lo ocurrido en la iglesia viendo el mismo regalo que le dejé ayer a Jungkook en el confesionario y que una vez le di a Yoongi en nuestro aniversario. Me estaban quemando en vida la traición, la humillación y el sufrimiento al haber sido pisoteada por ese par de desgraciados. Aunque también venían a mi cabeza lo que me dijo Hwasa. Quisiera desaparecer del mundo y perder completamente la memoria.

-TN, casi no has comido pizza -habló Yoongi sacándome de mi pesadilla- ¿Quieres que pidamos otra cosa?

-No, mi amor. Es que no tengo mucho hambre. Prefiero no comer nada. No te enojes.

Me abrazó más fuerte y buscó mis labios. Nos besamos lentamente, su lengua envolviendo la mía le daba un poco de paz a mi pobre corazón. Él es mi paz.

-Te amo, Yoongi. Eres mi vida -susurré sobre sus labios.

-Yo también te amo. Y no tienes idea de cuánto te deseo justo ahora.

Me subí sobre él y me saqué la remera. Me tomó por sorpresa la rapidez con la que atrapó mis pechos con sus manos y me lancé sobre su boca. Estaba hambrienta de sus besos. Dejé de lado todos los pensamientos que me estuvieron torturando las últimas horas, no los necesito tengo a este hombre maravilloso conmigo que me adora más allá del entendimiento. Bajé a su cuello mordiéndolo y gimiendo a la par de él.

-Sigue, amor. Sigue... Mmmm... Hazlo despacio...

Desabotoné su camisa y se la quité tirándola en la alfombra. Sus manos volvieron a sostener firmemente mis pechos mientras mis besos seguían por su cuerpo. Me deslicé lento por entre sus piernas hasta tocar el suelo y quedarme frente a su exuberante abdomen. Este hombre es un pecado en el que me encanta revolcarme.

-Me encantas, Yoongi... Te amo tanto -dije sin despegar los labios de su piel caliente al mismo tiempo que mis manos recorrían suavemente sus pectorales.

-Bésame más, amor. Sigue bajando... Sigue... aaahhh

Eso hice. Fui dejando un rastro de saliva mientras mi lengua recorría su abdomen marcado. Un poco más abajo, una V profunda que su pantalón medio ocultaba se ganó toda mi atención. Este es mi lugar favorito para saborear aparte de su pene.

Yoongi jadeaba y suspiraba haciendo crecer la humedad entre mis piernas. Un solo minuto con él y mi intimidad se convierte en una maldita catarata.

-¿Te vas a quedar ahí? Porque no voy a aguantar mucho más y te voy a obligar a tragarme entero a la primera que me meta en tu boca.

Amo cuando me amenaza así. Y más amo cuando cumple sus amenazas. Hice como que no lo escuché y permanecí plácidamente allí, acariciando esa V con mis labios y mejillas.

-Baja más -me sonó a orden y me encantó el tono brusco que usó. Logré mi objetivo.

Miré su pantalón y al bajarlo un poco salió rebotando su pene altivo y sensual. Lo envolví con mis manos y empecé a masturbarlo maravillándome de cuánto iba creciendo ante mis ojos.

-¡¡Qué cosa tan rica lo que tienes aquí, amor!!

-Es tu alimento preferido, gatita... Cómetelo todo...

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⏰ Última actualización: 25 minutes ago ⏰

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