Si el amor es así, prefiero el dinero.

Capitulo 1: La primera mirada

Desperté por mi cuenta como lo había hecho desde hace unas semanas. Sentí las comodas sabanas sobre mi cuerpo y mis ganas de levantarme automáticamente se habían esfumado. Abrace uno de mis muchos peluches deseando poder dormir otra vez. En ese momento supe que la obsesión de mi mamá no me iba a dejar dormir más.

-Despierta ya, Maureen. -Dijo mi madre, con su voz serena de siempre -Primer día de escuela hija, primera vez de primaria.

-En eso estoy mamá. Gracias -Dije soñolienta. Después de algunos minutos me levante, me puse mis sandalias, camine por los pasillos largos y callados de mi casa hasta llegar al baño y me prepare para darme una ducha.

Narra Luis

-¿Luis?- Ahí estabas voz de mi madre, mientras me sacudía -Despierta ya hijo, hay que ir a la escuela - Dijo y se acercó a depositar un beso en mi frente. Me quede inmóvil en la cama al menos 15 minutos, volví a tomar fuerzas, camine por los pasillos de mi casa, cruce la habitación de mi hermana Monica y seguí caminando hasta llegar al baño. Entre en la ducha y no podía pensar en otra cosa más que en los amigos que iba a hacer y lo divertido que tal vez sería esto. Termine mi ducha, me aliste y baje a desayunar.

-¿Qué tal? - Pronunció mi papá con su grotesca voz -¿Estas listo campeón?

-Claro -Dije mientras intente esbozar una sonrisa -No puedo esperar. - Antes de que terminara la oración pude ver como mi papá se estaba apresurando a entrar a su camioneta para ir a trabajar, así sin decirme nada - ¡Adiós papá! - Dije lo suficientemente alto como para que él pudiera oírme. Después de unos segundos y poco antes de entrar a la camioneta levantó su cara, me dedico una sonrisa sincera y se despidió con la mano. Mire como se marchaba y terminé de alistar mis cosas para irme yo también. Después de algunos minutos, mi mamá y mi hermana que era solo 2 años mayor que yo estaban listas. Tomamos nuestras cosas, subimos a la camioneta de mi mamá que era mucho más chica que la de mi papá y nos dirigimos a la escuela.

Narra Maureen

Después de vestirme, tome mi mochila para ternera lista y me dispuse a bajar las escaleras. Pase por el cuarto de mi hermano Franco que era 7 años mayor que yo, y para mi mala suerte ya se había marchado. Seguí caminando y pude llegar hasta el comedor para comer mi desayuno. Solo vi mi plato, y algunos platos en la lavavajillas. Debí suponerlo, Franco y mi papá ya se habían marchado y mi mamá seguro aún no se había alistado. Me senté sola en el comedor como solía a hacerlo y desayune. Minutos después de haber terminado mi mamá estaba lista. Entramos al auto y nos dirigimos alma escuela. En el camino tome mi mochila y la abrace, mientras veía el camino. No quería ir a la escuela, quería que Franco y yo nos quedáramos en casa mirando caricaturas o jugando en el parque, eso quería.

-Hemos llegado - Dijo mi mamá fríamente. Abrió nuestras puertas, me tomo de la mano y caminamos juntas hasta llegar a la puerta de la escuela. Se puso en cuclillas a pesar de tener puestos tacones, me abrazo y me dijo - Espero que tengas un maravilloso día, que Dios te bendiga y que todo salga como esperamos -Me persino, me abrazo de nuevo y beso mi frente. Camine con la mochila en mi espalda tambaleándome un poco por su peso hasta llegar al salón de primero. Entre mientras todos me miraban y afortunadamente logre localizar a Roxana, una de mis amigas del kínder. A pesar del peso de mi mochila, corrí, la abrace y me senté a su lado. Mire a mi lado izquierdo, para darme cuenta de si alguien estaba sentado a mi lado. Me encontré la sorpresa de que un niño con el cabello lleno de gel, un poco llenito y de cejas bastante grandes estaba sentado a mi lado.

-Hola -dije amablemente -Me llamo Maureen, ¿cómo te llamas tu?

-Luis - Dijo sonriendo de oreja a oreja. Clavo su mirada en mi por un momento y después me tendió la mano en señal de saludo, la acepte y volví a voltear a hablar con Roxana. Por algunas fracciones de momento pude lograr ver que Luis me miraba. ¿Sería que le había agradado?

Ojalá solo hubiera sido eso. Ojalá no hubiera sido nada más que eso, que le había agradado y le había parecido una buena amiga.

Narra Luis

Minutos después de haberme sentado en el cual por este año seria mi lugar en la escuela, aprecio una niña, lo suficientemente alta compara destacar como alguien de buena estatura de nuestra edad, con el cabello castaño bastante claro y los ojos color miel. Su nombre era Maureen. Había algo de ella que me hacia creer que la conocía.

El día transcurrió normal, conocimos a todos y cada uno de nuestros profesores, nos presentamos y cada quien hizo amigos. Para mi buena suerte, me hice amigo de un niño llamado Víctor que vivía a la vuelta de mi casa. El día por fin termino y por ser el primer día todos nuestros padres llegaron puntuales por nosotros. Me de mi profesora y de todos mis compañeros incluyendo a Maureen y a Víctor. Cuando estaba a fuera de la escuela, pude notar que al mismo tiempo que yo, Maureen iba entrando con su mamá a un auto. Nos llevaban ventaja en cuanto a rapidez, pero pude notar que se dirigían al mismo lugar que nosotros. Parecía que nos estaban siguiendo, descarte la idea cuando reflexione que nos otros veníamos por detrás. Si se había dado cuenta de que yo venia atrás seguramente estaría pensando en que las estamos siguiendo. Por fin llegó la hora de entrar a la calle donde estaba situada mi casa y Maureen también entro ahí. Después de evadir algunos autos y algunas casas, casualmente se estacionó poco antes de mi casa. Así que de ahí la conocía, la tuve que ver alguna vez, quiero decir, vive demasiado cerca a mi casa. Pasamos a lado de ella y su mamá, la mire fijamente pero ella no lo noto.

Narra Maureen

El siguiente día llego y repetí mi rutina de ayer. Llegue a la escuela con mi mamá y me volví a sentar en la misma parte de ayer. Salude a Roxana, y acomode mis cosas.

-¡Hola! -Me dijo Luis

-¿Qué tal? - Le dije sonriendo

-Seguramente dirás que te estoy espiando o algo parecido, pero ayer me di cuenta de que vivimos muy cerca, es como si tu estuvieras a la siguiente esquina de mi casa, en serio -Me dijo emocionado

-¡vaya! Me alegra que pueda tener a alguien cerca -Le conteste sonriendo. Realmente no sabia si me alegraba. No sabia si a cierto punto se iba a volver fastidioso o incomodo, pero por ahora creo que es fantástico

-Victor también vive cerca -Dijo mientras Victor, un niño alto de piel muy blanca y cabello oscuro, asintió -Hoy saldremos a los juegos que están cerca, ¿quieres venir?

-Me encantaría -Le conteste sonriendo, pues en las tardes realmente no hacia absolutamente nada.

Después de algunas risas y regaños el día terminó. Regrese a casa y me prepare para pedir permiso a mi mamá sobre la invitación de Luis de hoy.

-¿Si puedo ir? -nadie casi rogándole - Nunca hago nada aquí

-¿¡Para que tienes el perro!?

- A Franco le gusta sacarlo a pasear, así que el lo hace todos los días - Dije y me miro por varios segundos - ¿Si puedo?

-Esta bien -dijo rendida. Subí a mi cuarto en busca de un suéter y salí camino a los juegos que estaban en frente de mi casa. A lo lejos pude ver a Luis y a Victor. Los salude y me apresure a llegar.

-Pensamos que no llegarías -Me dijo Luis

-Pues, aquí estoy -Le conteste sonriendo. Pasamos por todos y cada uno de los juegos entre risas, caídas y estupideces, compramos varios dulces y los devoramos. Después de un rato decidimos que era algo tarde y amablemente se ofrecieron a acompañarme a mi casa la cual estaba a 20 pasos. Antes de entrar a mi casa me fije en la mirada oscura de ambos y decidí que quería que fuéramos amigos siempre. Realmente me divertía bastante con ellos.

¿Quien creería que en solo unos años lo único que Maureen desearía seria sacar a los dos de su vida?

NOTA:
Las cosas del narcotrafico empezarán el algunos capítulos ya que quiero tomar primero la historia desde que eran niños y nadie registrado en el mundo ha podido ser parte del narco a los 6 años o al menos eso creo yo.

Espero que les haya gustado el primer capítulo 😁😁😁.