Entre notas y miradas

8. ¿Un nuevo comienzo?

Seis meses habían pasado desde la conversación que había cambiado el curso de la relación entre Chiara y Violeta. La primavera había llegado al campus universitario, y con ella, un nuevo aire de frescura y renacimiento. Las flores estaban en plena floración, y el sol comenzaba a calentar el aire después de un invierno frío. Chiara y Violeta habían logrado reconstruir su relación, devolviendo a sus clases y ensayos la conexión intensa que una vez compartieron.

Chiara se encontraba en uno de los rincones favoritos del campus, el pequeño jardín que se había convertido en su refugio personal. Mientras hojeaba las partituras para la clase de canto, se encontró reflexionando sobre el viaje que había recorrido en los últimos meses. Había visto cómo Violeta se había esforzado por mantener una distancia profesional, y luego cómo había trabajado para recuperar esa conexión especial que habían compartido. A pesar de la tensión inicial, Chiara había apreciado el esfuerzo de Violeta y había sentido que la relación se había fortalecido.

Violeta, por otro lado, estaba en su oficina, revisando sus notas y preparándose para la clase de canto de la tarde. Su mente estaba ocupada por una sola idea: confesarse a Chiara. Durante los últimos meses, sus sentimientos se habían mantenido firmes y claros, y ahora sentía que era el momento de ser honesta con ella. Sabía que sus sentimientos eran profundos y que la confesión podría cambiar la dinámica entre ellas, pero estaba dispuesta a correr el riesgo.

Mientras el reloj marcaba la hora, Violeta salió de su oficina y se dirigió al aula donde Chiara y ella se reunirían para el ensayo. Al llegar, vio a Chiara ajustando su micrófono y afinando su voz. El ambiente en el aula estaba lleno de la energía positiva que siempre había acompañado a sus sesiones.

—Hola, Chiara —saludó Violeta, su voz tratando de mantener un tono natural mientras su corazón latía con fuerza.

Chiara levantó la vista, una sonrisa cálida iluminando su rostro al ver a Violeta.

—¡Hola, Violeta! ¿Lista para el ensayo?

—Sí, estoy lista —respondió Violeta, sintiendo que sus nervios aumentaban con cada palabra—. Solo quería hablar contigo sobre algo antes de empezar.

Chiara notó la seriedad en la voz de Violeta y asintió.

—Claro, ¿qué pasa?

Violeta tomó una profunda respiración, tratando de calmarse antes de expresar sus sentimientos. Se acercó a una silla y se sentó frente a Chiara, que la observaba con curiosidad.

—Chiara, en estos últimos meses, hemos trabajado mucho juntas y hemos logrado superar una etapa difícil. Y durante todo este tiempo, he tenido tiempo para reflexionar sobre lo que realmente siento.

Chiara frunció el ceño, percibiendo la gravedad de la situación.

—¿De qué estás hablando, Violeta?

Violeta se inclinó hacia adelante, mirándola a los ojos.

—Lo que quiero decir es que mis sentimientos por ti han sido más allá de lo profesional. Me he dado cuenta de que estoy enamorada de ti, Chiara.

Chiara se quedó en silencio, sus ojos grandes mientras absorbía las palabras de Violeta. La revelación de sus sentimientos la tomó por sorpresa, pero una oleada de emoción también la inundó.

—¿Tú... tú estás enamorada de mí? —preguntó Chiara, su voz temblando ligeramente.

—Sí —confirmó Violeta, su tono lleno de sinceridad y vulnerabilidad—. Desde hace tiempo, he sentido una conexión profunda contigo, y no quiero ocultar más lo que siento. Pero también soy consciente de la complicación que esto puede representar. En nuestra universidad, las relaciones entre alumnas y profesoras pueden ser vistas de manera negativa. Por eso, si compartes mis sentimientos, tendríamos que mantener nuestra relación en secreto.

Chiara se quedó sin palabras, sus emociones conflictuadas mientras procesaba lo que Violeta había dicho. La idea de mantener su relación en secreto era difícil de aceptar, pero también sentía que los sentimientos de Violeta eran reales y profundos.

—Violeta, esto es mucho para asimilar —dijo Chiara finalmente, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Estoy sorprendida, pero también estoy feliz de escuchar lo que sientes. Yo también he sentido algo especial entre nosotras. Sin embargo, la idea de tener que mantenerlo en secreto me preocupa.

Violeta asintió, comprendiendo las inquietudes de Chiara.

—Lo sé, y es una situación complicada. Pero quiero ser honesta contigo y darte la oportunidad de decidir. Si prefieres que sigamos como hasta ahora, lo entenderé y no cambiaré nada. Pero si sientes lo mismo y estás dispuesta a enfrentarlo juntas, entonces me encantaría explorar lo que podríamos tener.

Chiara tomó un momento para reflexionar. La idea de estar con Violeta era algo que había considerado en el fondo de su mente, pero la perspectiva de una relación oculta era nueva y desafiante. Finalmente, se levantó de la silla y se acercó a Violeta, tomando su mano con ternura.

—Violeta, creo que lo que siento por ti es real y profundo. Estoy dispuesta a enfrentar los desafíos que puedan surgir. Si tú también estás dispuesta a hacerlo, entonces estoy dispuesta a darle una oportunidad a lo que tenemos.

Violeta sintió una ola de alivio y felicidad al escuchar las palabras de Chiara. Aprendió que no solo sus sentimientos eran correspondidos, sino que también había alguien con quien compartir el desafío.

—Gracias, Chiara —dijo Violeta, con una sonrisa que reflejaba la emoción que sentía—. Esto significa mucho para mí.

Las dos mujeres se abrazaron suavemente, un gesto lleno de promesas y esperanza. Sabían que el camino por delante no sería fácil, pero también estaban dispuestas a enfrentarlo juntas.

Mientras el ensayo continuaba, el ambiente en el aula era diferente, lleno de una nueva energía. La conexión entre Chiara y Violeta era palpable, y aunque su relación estaba a punto de enfrentarse a desafíos, también había una sensación de posibilidad y emoción por lo que podría venir.

Al final del día, cuando el sol comenzaba a ponerse, Chiara y Violeta caminaron juntas por el campus, sus manos entrelazadas discretamente. A pesar de la necesidad de mantener su relación en secreto, sabían que lo más importante era la verdad de sus sentimientos y el compromiso que estaban dispuestas a compartir.

El futuro era incierto, pero para Chiara y Violeta, había un sentido de esperanza y determinación. Juntas, enfrentarían los desafíos de su relación, construyendo un camino que reflejara la profundidad de su conexión y su amor mutuo.

- VC, spirito