𓏲 05. Injury

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5 julio 2024
partido contra Alemania

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Hoy era el partido crucial de cuartos de final entre Corea y Alemania. El estadio estaba lleno, los cánticos y las banderas ondeando llenaban el ambiente de una energía vibrante.

La tensión era palpable; ambos equipos estaban decididos a avanzar a las semifinales. Era obvio que las masas alemanas superaban a las coreanas, pues estaban su país, pero eso no nos bajaba los ánimos.

Desde el comienzo del partido, Mina estaba en plena forma, controlando el medio campo como siempre. Todo parecía ir bien hasta el minuto 5 del primer tiempo.

Una jugadora alemana cometió una dura falta que hizo volar y lesionó a Mina con una patada a la altura de la rodilla.

Era una falta clara, Jeongyeon y Nayeon se quejaban a mi lado. Mina se levantó y siguió jugando unos 10 minutos, pero finalmente se echó al suelo, incapaz de dar más.

El estadio quedó en silencio, la preocupación visible en los rostros de los aficionados y los jugadores. El árbitro detuvo el juego y los médicos del equipo coreano corrieron al campo. Nayeon y Jeongyeon se levantaron de sus asientos con expresión de angustia.

— ¡No puede ser! — exclamó Nayeon, con la mano sobre la boca.

— ¡Mina! — gritó Jeongyeon.

Desde mi lugar, sentí que el corazón se me detenía. Ver a Mina en el suelo, retorciéndose de dolor, era una imagen que nunca hubiera querido presenciar. Los médicos examinaron rápidamente la pierna de Mina y, después de unos minutos que parecieron eternos, le ayudaron a caminar cojeando.

El público aplaudía en señal de apoyo y solidaridad. La expresión en su rostro era una mezcla de dolor físico y frustración. Sabía lo importante que era este partido para ella y para todo el equipo.

— Esto es muy grave — dijo Jeongyeon en voz baja, mirando a Mina siendo llevada fuera del campo.

— Espero que no sea tan malo como parece — añadió Nayeon, tratando de mantener el optimismo.

— Necesito ir a verla — dije, con la voz temblando. No podía quedarme allí sentada

Me apresuré a bajar las escaleras del estadio y, después de hablar con uno de los guardias, logré acceder a la zona donde estaban atendiendo a Mina. La vi en una camilla, los médicos la habían dejado unos minutos a solas.

Me acerqué a ella con el corazón en un puño. Estaba recostada, con una expresión de dolor, aunque trataba de mantener la calma. Al verme, sus ojos se llenaron de una mezcla de sorpresa y alivio.

— Chae... — murmuró, su voz apenas un susurro.

— Hola, estoy aquí — dije, tomando su mano con fuerza. — ¿Cómo estás?

— No muy bien — admitió, apretando los labios para contener el dolor. — La rodilla... me duele mucho.

— Los médicos te llevarán al hospital para hacerte más pruebas. Vamos a ver qué tan grave es.

Mina asintió lentamente, tratando de mantenerse fuerte — No quiero que te preocupes. Pase lo que pase, estaré bien.

— No puedo evitar preocuparme, eres importante para mí.

En ese momento, los médicos regresaron para llevarla a la ambulancia. Mina apretó mi mano una última vez antes de soltarla.

— Chaeng, gracias por estar aquí. Te veo pronto, ¿si? — dijo, con una leve sonrisa.

— Claro que sí, estaré contigo en todo momento — respondí, viendo cómo la subían a la ambulancia y se alejaban rápidamente.

Me quedé allí, observando cómo se iban, sintiendo una mezcla de impotencia y esperanza. Sabía que la situación era grave, pero también sabía que Mina era fuerte. Respiré hondo y me dirigí de regreso al estadio, donde Nayeon y Jeongyeon me esperaban con expresiones de preocupación.

— ¿Cómo está? — preguntó Jeong, ansiosa por saber.

— La llevan al hospital. Dice que la rodilla le duele mucho — respondí, tratando de mantener la calma.

— Mina es fuerte. Lo superará — dijo Nayeon, con firmeza dándome una sonrisa.

El partido continuaba, pero mi mente estaba con Mina. Cada minuto que pasaba sin noticias era una agonía. Finalmente, mi teléfono vibró. Era un mensaje de Kazuha.

Suspiré con alivio, sabiendo que al menos no estaba sola en esto

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Suspiré con alivio, sabiendo que al menos no estaba sola en esto.

Pasamos el resto del partido en una mezcla de ansiedad y apoyo mutuo. Corea ganó, pero mi mente estaba en otro lugar. Cuando el partido terminó, Momo y yo nos dirigimos al hospital mientras que Nayeon decidió ir a celebrar la victoria con el equipo.

Encontramos a Kazuha sentada en la sala de espera.

— ¿Cómo está? — pregunté, sin poder ocultar la preocupación en mi voz.

— Aún están haciendo las pruebas. — respondió, con una expresión grave — Tendremos que esperar para saber más.

Nos sentamos juntas en la sala de espera, el tiempo pasaba lentamente. Finalmente, un médico salió y se acercó a nosotras.

— ¿Familiares de Myoui Mina? — preguntó, mirando a Kazuha

— Sí, soy su hermana — respondió, levantándose.

— Bien, hemos realizado las pruebas y, lamentablemente, parece que tiene un esguince lateral interno de grado 2 en la rodilla izquierda — explicó el médico.

— ¿Y eso qué significa? — preguntó Momo.

— Que tendrá que estar un mes y medio de baja — aclaró el doctor.

— ¿Podemos verla? — pregunté, con la voz temblorosa.

— Sí, pueden verla. Está despierta, aunque adolorida — dijo el médico, guiándonos a su habitación.

Cuando entré, vi a Mina en la cama, con la pierna vendada. Sus ojos se iluminaron al verme.

— Chae... — dijo, con una leve sonrisa.

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❝ I love you, I'm sorry ❞ || MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora