First Avenger: 01.Ex novio.

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Encontrados congelados en el hielo en 2011, al parecer los hermanos superhéroes estaban vivos, o bien, dormidos en el hielo y no muertos, como todos lo creían.

Definitivamente iba a ser un gran golpe para la sociedad, y un gran cambio para el mundo entero, especialmente para América, obviamente.

Pero nos estamos adelantando mucho, mejor veamos su pasado y como se convirtieron en lo que ahora son, el Capitán América, Steve Rogers y la mejor agente, líder y sargento, la agente Balam García, o como todos la conocían "Coatlicue".

1943

La guerra continúa azotando Europa. Pero la ayuda va en camino.
Todos los jóvenes sanos se están enlistando para servir a su patria.
Mientras tanto en Europa, nuestros valientes demuestran a los del Eje que el precio de la libertad jamás es demasiado alto.
Con nuestros aliados, enfrentaremos las amenazas sin importar el tamaño.

Bal García, había llegado a la base donde se le asignaría el equipo con el que trabajaría, vestida con su uniforme, una falda que le llegaba hasta las rodillas y un saco hasta su cadera que contenía sus insignias y un pin de "la división científica estrategica". Se encontraba en la oficina de Chester Phillips, esperando ahí durante más de diez minutos hasta que por fin llegó.

—Agente García. —El antes mencionado se adentró a la oficina, la chica se puso de pie viéndolo acercarse y estrechando su mano.

—Coronel Phillips. —Saludó ella con una sonrisa.

—¿Ya le asignaron a sus hombres?.

—Amm no, dijeron que usted me daría los expedientes.

—Ah, si. —Se acercó a su escritorio. —Agente Balam García, se encargará de la 107. —Mencionó entregándole la carpeta con los expedientes.

—¿La 107?. —Cuestionó tomando la carpeta.

—Si, ¿Hay algún problema, agente?.

—No señor, ¿Dónde están ellos?.

—Esperándola. —Caminó hacia la salida. —Por aquí. —Bal asintió para luego seguirlo hasta donde estaban varios grupos de hombres.

—Son los que están por allá, preséntese y en unos minutos iré con usted a verificar que todo esté bien. —Estaba a punto de irse pero habló nuevamente. —Ah, y llámale la atención a Clifford Brown, alguien dijo que llegó tarde.

—Si señor. —El coronel se dió vuelta mientras ella solo miraba a los hombres, viendo como entrenaban, haciendo abdominales, flexiones, sentadillas o cualquier ejercicio que se les ocurriera solo para mostrar fuerza a sus compañeros. —Cuanta testosterona. —Murmuró solo para ella comenzando a caminar examinando a todos y cada uno hasta que su mirada paró en uno de ellos. Al darse cuenta de quién era, detuvo su caminata. —¿Bucky?. —Al oír su nombre muy bajo, el castaño giró en esa dirección encontrándose con la pelinegra.

—¿Balam?. —Susurró él viéndola algo confundido, miró a sus compañeros y sin que se dieran cuenta se acercó a ella a paso rápido. —¿Qué haces aquí?. —Preguntó con una leve sonrisa.

—Bueno, yo seré la que se encargará de ustedes. Los voy a supervisar.

—¿Tú eres la agente de la que nos hablaron?.

—Supongo que si, amm, ¿Puedes ayudarme a hacer una fila?. Conoces como se comportan y no quiero gritar.

—Si señora. —Hizo una seña con su mano frente a su cabeza y se dió vuelta. —Atención. —Gritó a lo que todos los soldados lo miraron incorporándose y dejando de hablar. —Todos hagan una fila. La agente tiene que hablar. —Sus compañeros obedecieron haciendo solo una fila con la espalda recta y las manos detrás de su espalda.

Balam - Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora