Sueltame

Exquisito

Notas: Este capítulo contiene actos que no deben hacerse en la vida real tomar discreción...

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Chika sonrió maliciosamente mientras veía desplomar el cuerpo de Sakura. Pensó en lo lindo que era Sakura, tan débil e inocente. Su mirada se llenó de deseo y posesión.

"Ah, Sakura", susurró, mientras se acercaba a él. "Eres tan hermoso cuando estás así, tan vulnerable y mío".

Chika lo acomodó en una habitación lujosa y elegante, con cortinas de seda y una cama grande y suave. Lo colocó en la cama y se acostó a su lado, abrazándolo por la cintura.

"Deberías estar siempre así", dijo, mientras besaba su cuello. "Débil y mío. No necesitas nada más que yo".

Chika se rió suavemente, mientras acariciaba el cabello de Sakura. Sentía una sensación de poder y control sobre él, y le gustaba.

"Pronto", dijo, "no podrás resistirme más. Te perteneceré completamente, y no habrá nada que puedas hacer para cambiar eso".

Chika se acercó más a Sakura, besando su rostro y su cuello. Sakura, aún inconsciente, no podía defenderse, y Chika se sentía libre para hacer lo que quisiera con él.

La habitación se llenó de una atmósfera de tensión y peligro, mientras Chika continuaba acariciando y besando a Sakura, sin importarle su falta de consentimiento. La oscuridad se cerró sobre ellos, y nada parecía poder detener a Chika en su obsesión por Sakura.

///// Al siguiente día

Chika sonrió al ver a Sakura despertar, aún con una expresión de confusión y miedo en su rostro. Se acercó a él y besó su mejilla, mientras miraba las marcas en su cuello.

"¿Cómo amaneciste, Sakura?", preguntó Chika, con una voz suave y seductora.

Sakura se sentía confundido y extraño, no sabía qué decir al respecto. Miró su reflejo en el espejo y vio las marcas en su cuello, lo que lo hizo sentir un dolor en su corazón.

"Necesito aclarar unas dudas", dijo Sakura, intentando mantener la calma. "Golpeaste a mi amigo, ¿por qué haces cosas así?"

Chika tomó suavemente la cintura de Sakura y lo atrajo hacia él, hablando con una voz llena de celos y posesión.

"Detesto que toquen lo que es mío", dijo Chika, mirando a Sakura con intensidad. "Mira, Sakura, no haré nada malo si te quedas conmigo".

Sakura se sintió asustado y confundido, y comenzó a temblar. No entendía qué quería decir Chika con esas palabras.

"¿A qué te refieres?", preguntó Sakura, intentando liberarse de la manos de Chika.

Chika sonrió divertido y suspiró satisfecho, mientras acariciaba el cabello de Sakura.

"Erés mío, Sakura", dijo Chika. "Y obedecerás. Y todos tus amigos estarán bien, siempre y cuando no te alejes de mí".

La mirada de Chika se llenó de una intensidad que hizo que Sakura se sintiera atrapado y vulnerable. Sakura se dio cuenta de que estaba en peligro, y que debía encontrar una forma de escapar de la obsesión de Chika antes de que fuera demasiado tarde.
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