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JungKook

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JungKook

¿En qué me metí al entrar en esa peluquería con Jimin? Terminé saliendo con un nuevo look y un número de teléfono de una de las chicas que trabajan allí. Sí, lo consiguió mi queridísimo amigo, ese que también salió con nuevo Look al teñir su cabello de rojo.

Al muy condenado le quedaban muy bien todos los tonos que se aplicaba.

— ¿Por qué no? — se queja algo alto mi amigo mientras me ve negar a su sonrisa amplia y un outfit que escogió para mí.

— Porque no vivo en Texas, Jimin. — niego.

— Pero si está hermoso. Además a ti te encanta el negro, y este es negro. — canturrea sacudiendo la percha que sostiene la ropa. Yo vuelvo a negar con mis brazos cruzados pero entonces el muy imbécil se pone a hacer un puchero y empieza a quejarse como una vieja chismosa de barrio.

— ¡Ah! ¡Está bien, pero cállate! — le arranco la percha y entro al probador a regañadientes.

Mientras allí empecé a ponerme la ropa frente al espejo mi amigo toca la puerta. Abro un poco esta y él mete solo un brazo que en su mano sostiene unos accesorios.

— Esto te hará ver malditamente caliente. ¡Te lo pones sin excusa! — grita lo último y yo ruedo los ojos por la metrosexualidad de mi amigo.

Arranco los collares y pulseras de sus manos y él saca su brazo para cerrar la puerta.

Ya cuando por fin termino de ajustar todo me miro al espejo y no puedo negar que me veo bien, la verdad si me veo atractivo, quizás Jimin si tenga razón después de todo. Termino ajustando los piercing en mi oreja y salgo fuera para ver la boca muy abierta de mi mejor amigo quien... ridículamente se veía guapo vestido casi de la misma manera que yo, solo que él usa blue jeans.

— ¡Te lo dije engendro! ¡Te ves arrasador! — Me extiende su mano con lo último del outfit y niego— Toma.

— No eso si no, estás loco. — niego repetidamente y él ríe.

— Esta bien los usaremos en la noche. — comenta riendo y lo veo sacar su tarjeta para pagar.

— ¿Cómo que esta noche? — mi confusión es notable y Jimin sonríe pero luego la desvanece al ver mi confusión.

— Hoy es la mismísima fiesta del mismísimo Jackson Wang, te recuerdo que es tu primo y nos invitó la semana pasada. — Se acerca a mi luego de pagar y golpea mi sien— la temática es de disfraces y los mejores de la universidad irán de vaqueros. — sonríe tan amplio que sus ojos se cierran por completo. ¡Ah! Habla de nosotros.

— Yo no quiero ir a una fiesta. — niego y él rueda los ojos soltando un gruñido. Salimos de la tienda con las bolsas en nuestras manos y nos dirigimos al auto.

Jimin coloca su brazo sobre mis hombros y me dice algo antes de palmear mi espalda e irse al copiloto:

— No mi amigo, no la quieres pero tu corazón necesita una con urgencia. — eso me deja pensando en todo el camino hasta casa.

Obviamente el terco de Jimin creyó que iría a la fiesta... tenía razón. Pero primero debía ir a casa y darme un buen baño, tal vez revisar mi feed en Instagram, luego de vestirme y arreglarme para salir de casa e ir a la de mi primo.

Al llegar me encontré a Jimin en el jardín haciendo algo extraño que no podía ver porque me daba la espalda. Aunque abrí mis ojos de más cuando toqué su hombro y vi lo que hacía.

— ¿Fumas? — Pregunto con mi ceño fruncido— ¿en verdad eres mi mejor amigo que no me habías dicho? — pregunto sin molestia, la verdad no tenia porqué molestarme porque yo también lo hacía, simplemente me sorprendí.

— Sí... lo siento pero si tú no me dijiste yo tampoco. — me dice con su mirada de triunfo. Así que él siempre lo supo.

— Que estupidez. — Resoplo y le extiendo mi mano— dame uno, por lo menos ten la cortesía de pedirme que fume contigo. — le recalco y su risita me hace sonreír. Al menos ya sabe y me he quitado el peso de ese secreto de encima.

Luego de habernos fumado los cigarrillos decidimos entrar por unos tragos antes de perdernos entre la multitud de personas.

Jackson es muy social, así que no es de extrañar que su hogar esté abarrotado de universitarios aquí y allá, todos bailando al ritmo de música electrónica que hacía sus mezclas con canciones pop del año. Es un ambiente que se disfruta así estés solamente mirando los alrededores.

El humo de las máquinas hace que se pierdan muchos en medio de las pistas de baile, las luces varían entre rosa, azul, rojo y verde, los cantos de algunos y las risas de otros también sobran. Este ambiente siempre me recuerda a mi relación con HeeSook, nosotros siempre nos escabullíamos y nos metíamos donde no debíamos para hacer cosas que no debíamos y aún así hicimos.

Qué tiempos aquellos.

¿Para qué regresan en este momento? Es una maldita broma que me ataquen justamente aquí y ahora.

Miro a todas partes buscando una salida, y la consigo al encontrar a Jimin viniendo hacia mí con dos vasos. Al llegar me pasa uno e inmediatamente me lo tomo de un solo trago.

— Oye casi me peleé con un tipo en las bebidas, disfrútala. — se queja entre risas y yo me le uno.

— La necesitaba. — suelto en un suspiro y él sonríe con burla.

— ¿Para qué? ¿Para darte valentía o para darte consuelo? — sin pensar me río un poco y él parece satisfecho. Hacía mucho que no me veía reír libremente— ¿Sabes desde cuando no te oía reír...?

— No empieces. — lo interrumpo avergonzado y él suelta su risa asintiendo.

— De acuerdo, de acuerdo. — Repite resignado— hay que divertirnos. — se bebe toda su bebida y camina tirando de mi brazo.

Nos guía hacia la multitud en el medio del humo y yo sonrío abiertamente cuando lo veo acercarse a una chica que inmediatamente lo toma del cuello de la camisa y empieza a bailar con él de una manera muy... no apta, digamos así.

Una chica rubia se acerca a mí y me empieza a coquetear cuando juega con sus dedos en mi camisa para luego irse a mi pecho descubierto por los botones desabrochados que Jimin me prohibió abrochar, es más los quitó de la camisa cuando vio que intenté cerrarla un poco.

— ¿Quieres que juguemos? — la chica coqueta parece ya entonada por el alcohol, así que simplemente le sigo el juego y me acerco a su boca para rozar solamente nuestros labios. Obviamente no pasaría nada porque estaba algo ebria.

Si estuviésemos ligando desde temprano posiblemente sí.

Ella es hermosa y viene disfrazada de diabla. Imaginen eso... el diablo me está tentando y yo aquí resistiendo a ser pecador nuevamente.

No lo negaré, si nos dimos unos cuantos besos mientras bailábamos pero nada más que eso y unos pasos de bailes sensuales que me terminaron sofocando al final.

Una noche lenta que seguro no recordaré mañana si sigo tomando así.

Una noche lenta que seguro no recordaré mañana si sigo tomando así

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I LIKE IT © JK ✔ (Versión Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora