"El que tenga miedo a morir, que no nasca."
Un libro de One-shots o OS para abreviar, de nuestro pandilleros favoritos, aqui voy a plublicar cualquier mamada que se me ocurra tanto lindas, Soft , +18 o solo mamadas para hacer reir a los demas.
Los p...
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<3
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- Por Siempre -
7:03 am, otra vez no podía dormir, los malos recuerdos del pasado lo seguían atormentando desde hace meses.
Miró el pequeño balcón que estaba a un lado de la habitación, las ventabas estaban cerradas, pero podía ver cómo estaba amaneciendo.
Se lavantó de la cama y salió al balcón para poder estar más tranquilo.
Al salir, una fría brisa le dio la bienvenida al nuevo día. Iba a ser una mañana bastante gélida, pero no se molestó en ir a buscar un abrigo. Le gustaba sentir el frío viento, pasar por su piel descubierta, lo relajaba bastante.
Kazutora inhaló profundamente y soltó el aire de sus pulmones más tranquilo y empezó a recopilar todo lo que había pasado los últimos meses.
Después de salir de la correccional e intentar acabar con Mikey, milagrosamente pudieron arreglar las cosas y evitar la muerte de Baji. Volvió a ser parte de la ToMan, uniéndose como capitán de la división especial de la Tokyo Manji con los miembros de Valhalla.
Desde ahí parecía que todo estaba yendo de maravilla, pero el pasado todavía no lo dejaba tranquilo.
Constantemente se preguntaba: ¿qué hubiera pasado, si todo hubiera salido mal? ¿Si Baji no hubiera salido vivo? ¿Si Mikey no lo hubiera perdonado?
En momentos así era que salía de madrugada en su moto hacia una colina no muy lejos de su apartamento.
Fue así que te conoció, una chica que buscaba liberarse de sus problemas yendo a un lugar aislado de gente para calmar su mente.
Desde el primer momento parecía que hubo una chispa en sus ojos al verse por primera vez, esa misma noche se llevaron realmente bien y la pasaron entre risas mirando el cielo nocturno en compañía del otro.
Se hicieron amigos al poco tiempo y, a medida que la confianza crecía, sus sentimientos también lo hacían.
Después de un tiempo, una noche cada uno contó sus problemas al otro, Kazutora te contó todo lo que hizo y pasó: el cómo terminó en la cárcel para menores después de casi matar al hermano de uno de sus amigos, los maltratos de su padre y el cómo intentó matar a su mejor amigo.
Era la primera vez que se desahogaba de esa manera con alguien, que no pudo evitar llorar, no solo por su pasado, sino porque pensaba que lo dejarías y lo tacharías de demente, pero oh dios, se sintió tan aliviado al ver que no lo juzgaste por nada, lo consolaste todo el tiempo y estuviste a su lado toda la noche.
Tú no te quedaste atrás y también le contaste tu vida, le contaste el cómo sufrías de maltrato familiar, tus padres eran alcohólicos y te obligaron a trabajar y dejar la escuela, y siempre que tenías la oportunidad salías de casa y te ibas a la colina en donde se conocieron.
Esa noche, no solo se desahogaron, sino que también confesaron sus sentimientos y así, empezaron a salir como una pareja de enamorados.
Y así es como nos lleva a la actualidad.
El día anterior te habías quedado a dormir al departamento de Kazutora, quien ahora estaba en el balcón de su habitación en donde ambos dormían juntos.
Te despertaste al notar que estabas sola en la cama, por instinto miraste hacia el balcón, encontrándote con tu pareja, dándote la espalda desde afuera.
Un escalofío recorrió tu cuerpo cuando el aire frío entro al cuarto, te levantaste y te pusiste un suéter de Kazutora, tomaste una manta y fuiste con él a pasos tranquilos, hasta abrazarlo por la espalda.
- ¿Otra vez no puedes dormir, Tora? - murmuraste en su espalda mientras lo tapabas con la manta.
No recibiste respuesta de su parte, solo tomó la manta, se dio la vuelta y te abrazó mientras los tapaba a ambos con la misma y encondía la cara en tu hombro.
Tú, al igual que él, no dijiste nada y lo abrasaste acurrucándote en su pecho.
- Te amo... - susurró bajo.
- ¿Uh? - no llegaste a escuchar bien, él solo suspiró antes de mirarte a los ojos y empezar a hablar suavemente bajo.
- El mundo es un asco (T/n)... - empezó a hablar, teniendo toda tu atención. - Odio todo, a todos... pero... existes tú, y me haces sentir bien. Haces que todo a mi alrededor se llene de color... Me haces muy feliz, me gustas tanto, por eso te amo (T/n), mi amor, te amaré hasta mi último respiro. - suspiró levemente antes de besarte con delicadeza.
Sostenía tus mejillas con cuidado, el beso era lento y cuidadoso de su parte, no queriendo ser brusco contigo.
- Tora... pasaste por tanto siendo solo un niño... no era justo para ti... pero ahora las cosas están bien, ya era hora de que seas feliz, ¿no lo crees? - lo miraste a los ojos, viendo cómo él te miraba con la mirada cristalina. Él solo asintió con la cabeza y te abrazó fuertemente sin llegar a lastimarte.
El resto de la mañana, Kazutora no quiso soltarte, aunque tú tampoco querías dejarlo. Se quedaron en el departamento todo lo que quedó de día, juntos y aún tapados con la manta.
Esperaban ser así de felices todo el tiempo que se pueda, por siempre, si Dios así lo desea.
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16 de Septiembre del 2024
Pequeño One-Shot por el cumpleaños de nuestro tigresito :3
nuevo record personal de escribir y terminar un os en un solo día y, como bono, tener un separador nuevo, bueno, casi nuevo, pero bien aestetik, barvaro
