🥀El amor aveces es complicado🥀 Sanegiyuuoba

cap #11 secuestro

Obanai estaba realmente asustado y no sabía qué hacer así que le pego una cachetada haciendo que giyuu retrocediera y enojado lo agarra y se lo lleva...

En otro lado..

Sanemi se encontraba en la finca mariposa, en la misma habitación donde había estado momentos antes con Obanai. El silencio llenaba el lugar, pero la ausencia de su novio comenzaba a inquietarlo. Miró hacia la ventana, esperando verlo regresar pronto con lo que fuera que había salido a comprar. Pasaron más de quince minutos y Obanai no aparecía, algo que ya comenzaba a preocuparle.

Sanemi se levantó del sillón, sintiendo una sensación de incomodidad crecer en su pecho. Decidió salir a buscarlo. Mientras caminaba por el jardín, trató de mantenerse calmado, pero la impaciencia aumentaba con cada paso. Se cruzó con algunos cazadores, pero nadie lo había visto recientemente. La sensación de que algo andaba mal se hacía más fuerte.

Después de unos minutos de búsqueda infructuosa, se encontró con Sabito y Makomo, quienes caminaban en dirección opuesta. Notaron de inmediato la preocupación en el rostro de Sanemi.

Sabito: "¿Estás bien? Pareces molesto."

Sanemi, con el ceño fruncido y una vena de irritación ya visible, respondió: "Obanai salió hace un buen rato y no ha vuelto. Esto no es normal. Algo no está bien."

Makomo, siempre perceptiva, intercambió una mirada con Sabito. "Tal vez solo se distrajo o se encontró con alguien conocido. No te preocupes todavía."

Pero Sanemi no pudo contenerse más. "¡No, no es normal que tarde tanto! ¡Voy a buscarlo!"

Fue entonces cuando Sabito hizo memoria. "Giyuu... lo vimos hace poco. Podría estar con él. ¿No había algo entre ellos antes?"

Sanemi detuvo sus pasos. El nombre de Giyuu siempre le provocaba una mezcla de ira y disgusto. "Ese maldito... Si está metido en esto, lo juro que lo va a pagar."

Sin perder más tiempo, Sanemi comenzó a correr en dirección a la salida de la finca, decidido a encontrar a Obanai. Makomo y Sabito decidieron seguirlo, preocupados por lo que pudiera suceder. Mientras tanto, en un callejón apartado cerca del bosque...

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Obanai estaba sentado en el suelo, sus muñecas atadas y su corazón latiendo a mil por hora. Giyuu lo había arrastrado hasta ese lugar sin darle oportunidad de defenderse. Su mente estaba hecha un caos. ¿Cómo había dejado que las cosas llegaran a este punto? Cada vez que intentaba zafarse, el agarre de Giyuu se hacía más fuerte, casi sofocante.

Giyuu, con una expresión perturbadoramente tranquila, se arrodilló frente a él. "Te dije que ibas a ser mío, Obanai. Lo nuestro nunca debió haber terminado."

Obanai, con la voz quebrada por el miedo y la frustración, respondió: "¡Tú fuiste quien se alejó! Yo... amo a Sanemi ahora. Esto está mal."

Giyuu apretó la mandíbula, mostrando un destello de rabia. "No me importa lo que sientas por él. Nunca debí haberte dejado ir, y no cometeré el mismo error dos veces."

Justo en ese momento, Sanemi llegó al lugar. Al ver la escena frente a él, una furia indescriptible lo invadió. Con los ojos llenos de rabia, gritó: "¡Giyuu! ¡Aléjate de él, ahora!"

Giyuu se levantó lentamente, mirando a Sanemi con una sonrisa torcida. "Llegaste justo a tiempo, Sanemi. ¿Vas a pelear por él? ¿Vas a intentar recuperarlo? Porque él ya es mío, siempre lo ha sido."

Sanemi no lo pensó dos veces. Corrió hacia Giyuu, su espada desenvainada y el odio ardiendo en sus ojos. Sabía que esta batalla no era solo por Obanai, sino también por la traición y el dolor que Giyuu había causado. Y esta vez, no tendría piedad.