6. Señales.

221 36 128
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Sentí como si hubiera dormido en la mejor cama del mundo.

Mi cuerpo estaba ligero, sin el peso de la tensión que había cargado por días. Todo estaba en paz, hasta que una sensación de calor comenzó a incomodarme.

¿Por qué hacía tanto calor?

Abrí lentamente los ojos y me encontré enredada en algo — o mejor dicho, en alguien. Jungkook había cruzado la línea, literalmente. Estaba abrazado a mí como si fuera un koala y yo su árbol personal. Su brazo pesado descansaba sobre mi cintura, y su respiración era calmada contra mi cuello.

No pude evitar soltar una pequeña risa, aunque el calor de su cuerpo comenzaba a sofocarme un poco. Este maldito idiota había cruzado la línea.

—¿En serio, Jeon? —murmuré, moviéndome levemente, pero él apenas se inmutó, aferrándose un poco más como si temiera que escapara.

Al menos alguien estaba disfrutando de su descanso.

Jungkook se quejó, emitiendo un sonido ronco, pero no se alejó ni un centímetro de mí. Con un suspiro, tuve que usar mis manos para empujarlo, logrando finalmente liberarme de su agarre y recuperar mi espacio personal.

—¿Por qué estás tan cerca? ¿Así duermes siempre? —inquirí mientras me levantaba y me dirigía a la ventana. El día estaba completamente despejado, y algo en el aire me indicaba que sería un buen día. Era muy temprano, el sol recién se estaba asomando en el horizonte.

Él talló sus ojos, aún medio adormilado, y murmuró:

—Mmh, no, solo tuve un sueño en donde abrazaba a mamá y bueno... al parecer, por un acto inconsciente, terminé abrazándote a ti. ¿Por qué eres tan buena para quejarte?

Lo miré de reojo, sorprendida de lo bien que se veía recién despierto. Casi me molestaba lo injusto que era eso.

—Bueno, te lo dejaré pasar por esta vez —respondí, intentando no sonreír.

—Gracias. No podría continuar con mi día si no lo dejabas pasar —respondió con un tono cargado de sarcasmo, al que decidí no darle importancia.

Con un movimiento rápido, me dirigí al baño para darme una ducha corta. El día recién empezaba, y había demasiadas cosas que hacer como para perder tiempo.

Rᴇᴠᴇɴɢᴇ: ᴛʜᴇ ᴛʀᴜᴛʜ (JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora