Sukuna había estado actuando de manera agresiva con Yuji últimamente, lo que ponía nerviosos a todos a su alrededor.
Pero nadie, incluido Yuji, entendía lo que estaba pasando. Entonces, Yuji hizo lo más lógico: preguntó.
Sinopsis: Sukuna había estado actuando de manera agresiva con Yuji últimamente, lo que poníanerviosos a todos a su alrededor.
Pero nadie, incluido Yuji, entendía lo que estaba pasando. Entonces, Yuji hizo lo más lógico: preguntó.
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El gimnasio estaba ruidoso mientras cuatro equipos de baloncesto escolar se reunían, sorteando para dividirse en equipos mixtos. Muchos de ellos estaban satisfechos con la formación de sus equipos, pero algunos estaban renuentes, emanando un aroma suave y amargo. Mientras supieran contener la lengua, los demás fueron lo suficientemente educados para ignorarlo (especialmente Geto y Megumi).
Yuji sintió un brazo rodear su hombro y el aroma familiar a lluvia de bosque invadió sus sentidos antes de que realmente viera a la persona.
"Ah, ¿por qué?" Sukuna se quejó a su lado, quitándole el papel de colores de la mano de Yuji para examinarlo. Estaban en el mismo equipo.
"¡Oye, Megumi! Cámbiate con el mocoso, no lo quiero en mi equipo." Sukuna gritó al otro lado del gimnasio, y los labios de Yuji se curvaron en irritación.
"Idiota, no es como si yo te quisiera en mi equipo tampoco." Yuji se encogió de hombros para quitarse el brazo de Sukuna.
Para los que miraban desde fuera, no entendían que en la cancha los dos eran prácticamente rivales mortales que no podían trabajar juntos, pero fuera de ella, se habían convertido en buenos amigos.
Aunque en ese momento, parecía que ese título había sido tirado a la basura.
El repentino sonido de un gruñido hizo que todos se congelaran en sus lugares, mirando alrededor alarmados.
Incluso Sukuna se congeló, su cuerpo tenso y cauteloso. Los ojos de Yuji se movieron frenéticamente con el ruido repentino de agresión para descubrir quién estaba enfadado, hasta que vio a Junpei mirándolo.
No, estaba mirando a Sukuna, que lo miró sorprendido y, aunque cauteloso, algo alarmado.
"¿Junpei?" Yuta, que estaba más cerca de él, gritó, asustando al chico más pequeño y poniéndose en acción.
Junpei miró a su alrededor horrorizado antes de balbucear disculpas profusas y hacer una reverencia profunda. El aroma acre de angustia fluyó del chico, y los jugadores a su alrededor dieron un paso adelante rápidamente en un intento de calmarlo.
"¿Qué diablos fue eso?", murmuró Sukuna, dando un paso más lejos de Yuji. "Voy a pedirle a Uraume que me cambie de equipo."
Yuji asintió mientras se alejaba, y Megumi se acercaba, con los ojos fijos en Junpei.
Miró a Megumi y luego a Junpei, confundido.
"Yuji, ¿qué pasó?" preguntó Megumi, pero el chico de cabello rosa no tenía respuesta, así que tarareó pensativo.
