— ¡NO PUEDE SERRR! — Solté un grito que intenté parecer que fuera un sollozo, pero, en realidad, parecía más de una ardilla pariendo.
— ¡Basta con eso, John! — Stuart me dio un golpe. — ¡Ya te dije que él ni siquiera puede serte infiel porque ni son novios!
— ¡MENTIRA! ¡ÉL ME DIJO QUE ME QUERÍA Y EN JAPÓN ESO YA SIGNIFICA QUE ESTAMOS SALIENDO!
— ¡¿ESTAMOS EN JAPÓN, ACASO?!
Me quedé callado y comenzó a reír.
— Lo siento, John. Pero no puedes reclamarle nada porque son solo amigos.
— ¡Mejores amigos! — Dije.
— ¡Ah, maldito! ¡Pensé que tú y yo lo éramos! — Comenzó a fingir sollozar y yo me reí a carcajadas de él.
— Bueno, el caso es que él... — Dije, pero de inmediato él me interrumpió, aventando un sándwich hacía mi dirección, haciendo que la mayonesa impactase de inmediato sobre mi frente y los tomates y todos los condimentos que tenía entre los panes, fueron deslizándose por mi rostro.
QUE ASCOOOO, NOOOOO.
— El caso es que te gusta y te quieres confesar pero tienes miedo de que diga que no y se aleje. Ya lo sé, me lo has dicho ciento dos veces en solo hoy. — Me pasó una servilleta de su mochila para limpiarme la cara.
— No puede ser posible que hayas contado todas las veces que he dicho eso. — Dije, limpiando toda la comida que incluso se me había mezclado con mis pestañas. — ¡Agh, Stuart! ¡Mis pestañas!
— Tus pestañas pedían por comida, sorry not sorry. — Le aventé una rodaja de tomate. — ¡Bueno! Estaba pensando en que podías decirle que te gusta y ya... — Una mueca de asco se pintó en su rostro lleno de pecas, Stuart era muy quisquilloso con la comida.
_ ¡CLARO QUE NOOO! ¿Y SI ME RECHAZA Y ENTONCES...
— Declárate pero sin que él sepa que eres tú.
— ¡OH, DIOS MÍO, STUART! ¡QUÉ BUENA IDEA! ¡ASÍ ÉL NO PODRÁ SABER QUE FUI YO Y NO ME DIRÁ NADA!
— Aunque es probable que te meta una orden de restricción... — Declaró entre murmullos.
— ¡NOOO, STUART! ¿POR QUÉ?
— ¿Acaso a ti no te daría miedo que un completo desconocido te mandara cartas diciendo que está enamorado de ti y toda la cosa? — Puse mi dedito índice bajo mi mentón, creo que tenía un poco de razón la rata esta. — Yo hasta me cambiaría de país.
— Bueno, tienes razón...
— Pero no creo que lo haga, es decir, Paul es muy... — Me miró con una mueca ácida en su rostro, examinando mi cuerpo de pies a cabeza. — Bueno, es como tú y...
— Hey, hey, hey. ¿Qué quieres decir? — Fruncí el ceño y él intentó no reír.
— Pues que son igual de raritos, vírgenes y otakus con complejo de metalero rancio.
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¿𝐂ómo 𝐂hamuyar 𝐒𝘪𝘯 𝐒𝘦𝘳 𝐁loqueado 𝘌𝘯 𝘌𝘭 𝐈ntento? | 𝐌𝐜𝐋𝐞𝐧𝐧𝐨𝐧
Humor✎ᝰ.📓🗒 ˎˊ 𝘐 𝘥𝘢𝘳𝘦 𝘵𝘰 𝘴𝘢𝘺 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘢𝘳𝘦 𝘵𝘩𝘦 𝘤𝘭𝘰𝘴𝘦𝘴𝘵 𝘐 𝘩𝘢𝘷𝘦 𝘣𝘦𝘦𝘯 𝘵𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘪𝘴𝘦. 𝘋𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘑𝘰𝘩𝘯 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘲𝘶𝘪𝘴𝘵𝘢𝘳 𝘢 𝘗𝘢𝘶𝘭 𝘱𝘰𝘳 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘤𝘩𝘢𝘮𝘶𝘺𝘰𝘴 𝘳𝘢𝘯𝘤𝘪𝘰𝘴 𝘺...