Sweet Dream

291 25 0
                                    

–Buenas noches ratita–

...

En lo más profundo de tus sueños, tu cerebro se encargó de rememorar lo que hasta ahora fue la segunda peor experiencia de tu vida; tu llegada a lo más profundo del océano.

Tú y tu hermano habían sido encarcelados por un robo, un simple error al elegir a la persona equivocada, quien se encargó de hacer su vida miserable. Los separaron y los pusieron en prisiones de alta seguridad, un castigo excesivo, pero tal y como su nombre sugiere, cada paso estaba controlado y vigilado. La sensación de asfixia era tal que incluso la propuesta más sospechosa parecía atractiva.

Y así, junto a hombres fuertemente armados vinieron tres hombres de la corporación Urbarishade. Reclutaron reclusos para ayudar a recuperar un cristal, un activo qué perdieron durante un ataque a la misma corporación.

Así fue como tres hombres de la corporación Urbarishade llegaron a reclutar reclusos para recuperar un cristal, un activo perdido durante un ataque. El riesgo de muerte era alto, pero los beneficios prometidos eran tentadores: libertad, antecedentes limpios, dinero y, sobre todo, la posibilidad de volver a ver a tu hermano. Todo valía la pena.

Y así, al igual que algunos reclusos, te inscribiste.

Casi de inmediato los llevaron a un camión grande con las ventanas cubiertas, no se podía ver qué pasaba en el exterior, pero eso sí, después de horas de viaje y de fatiga llegaron a su destino. Los escoltaron hasta una gran entrada y cerraron la puerta tras de sí, dejándote junto a otros reclusos en la entrada hacia al océano.

Caminaste viendo a tu alrededor, era como una gran cueva adaptada para ser una base de submarinos.

Estabas algo desorientada, pero por suerte había personas que tenían experiencia, claro que los reclusos no son la mejor fuente de información gratuita y fiable, pero luego de corrió orar con varios llegaste a una conclusión.

Por palabras suyas te uniste junto a unos tres reclusos, ya que te aconsejaron ir en grupo por los peligros que existían ahí abajo. El viaje fue de unos minutos, al parecer la base previamente atacada quedaba más abajo de la base de submarinos.

Al llegar, junto a tus compañeros empezaron a buscar los dichosos activos.

...

Puerta tras puerta...

Tu plan era simple, seguir al grupo y cuando sea necesario y seguro ir por el activo principal, ese cristal. No sabias como lo harías, pero no dejarías que nadie más que tu la obtenga, claro que consideraste el robar, no era una actividad desconocida después de todo.

Puerta tras puerta...

No parecía ser más que un lugar vacío. Te empezaste a preguntar el porqué de tanto drama.

Mientras tarareabas una canción recogías los archivos que encontrabas al abrir diferentes cajones. Una carpeta... Un frasco, un par de USBs...

Hasta que...

—shhh —. te interrumpió uno de tus compañeros, señalando con preocupación. Intentaste fulminarlo con la mirada, pero la inquietud en sus ojos te hizo dudar.

Escuchaste un sonido que se intensificaba con cada segundo. Tus ojos se abrieron grandes al sentir tu piel ponerse alerta. El tiempo empezó a correr lento desde entonces, todos buscaron un lugar donde esconderse, uno logró meterse a una habitación, otro se colocó detrás un mueble, entonces miraste alrededor y viste un casillero. Corriste hacia el pero antes de que llegaras viste como el compañero faltante corría hacia el igual.

El instinto de supervivencia se apoderó de ti.

Lo empujaste con todas tus fuerzas para poder entrar al casillero y cerrar a este fuertemente.

My Client (Sebastian x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora