Caminaba a pasos lentos y bastantes inseguros , tomada del brazo de mi tío Hiashi aún por mi nula visión y mi inestabilidad de chakra me era incapaz ir sola caminando por algún lado , hoy era un día bastante importante para todos pero en especial para mí
Conocería a la Hokage o mejor dicho la tía Tsunade, ella sabría que hacer con mi llamado "problema" posiblemente mis genes Senju estaban queriendo despertar y hacer su trabajo y por eso estaba tan inestable mentalmente y físicamente o algo parecido , la realidad era que no encontraba otra explicación
-Tranquila querida pronto encontraremos la solución a tu poder. - la voz de Hiashi me saco de mi mar de pensamientos que me estaban ahogando
-Estoy más nerviosa de conocerla a ella.- confesé reforzando mi agarre en su brazo- Que tal si no soy lo que ella espera.
-Estoy segura que te va a querer como sea , eres su sangre y su único familiar vivo. - su intento de consolación estaba funcionando porque logré relajarme con sus sinceras palabras
Escuché como Hiashi tocaba la puerta y ese mar de inseguridades regresaba a mi cabeza, tenía miedo de que no cumpliera las expectativas de la tia Tsunade que tal si no le interesaba conocerme o peor aún , me rechaza por mi raro comportamiento
-Adelante.- se escucho la voz de una mujer indicando que entraramos a la oficina
Intente mantenerme firme y mostrarme segura para dar una buena impresión, cuando en realidad solo estaba fingiendo, me moría de los nervios y el suspenso
-Nos presentamos con el debido respeto que se merece Hokage, somos del clan Hyuga mi nombre es Hiashi actual líder. - la voz del nombrado sonaba firme y poderosa lo cual me hizo sentir aún peor
-Es un placer conocerlos , tu debes ser Raziye mi hermosa sobrina.- sentí el contacto de la mano de la mayor sobre la mía, su piel era suave y cálida lo cual me hizo sonreír al instante
-Estoy encantada de porfin conocerla Tsunade-sama.- dije con emoción en mi voz , ahora más que nunca sentia esa calidez y paz
Sentí su cuerpo abrazarme fuertemente a lo que no dude es corresponderle el abrazo, me sentía tan calmada y tranquila como una niña pequeña, no supe lo mucho que me hizo falta todos estos años hasta que la tuve frente a mi
