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Iba corriendo entre las calles de Konoha tratando de dejar atrás a dos ninjas que me perseguían, pertenecer a un clan "prestigioso" está lejos de ser divertido y mucho menos siendo hija de Hiashi Hyuga
Me había asignado guardias para mí protección , según las reglas aún era una mocosa y no podía cuidarme sola pero yo pienso lo contrario
-Nunca me van a alcanzar estos tontos - susurré para mí misma mientras con la mirada me aseguraba de que no me alcanzarán
Pero sin pensarlo fui interrumpida por un golpe fuerte y caí al suelo en seco, una escena bastante humillante para una portadora del byakugan se supone que lo veo todo o bueno "casi" todo
-Fíjate por dónde vas niña.- grito una voz medio masculina
Levanté mi vista rápidamente y pude ver qué se trataba de un azabache con el semblante enojado, deduje que era de mí edad por su estatura y que estaba enojado por como me miraba con ganas de querer asesinarme
-Lo siento, no quise golpearlo de verdad no me fijé.- dije muy avergonzada así que me pare rápidamente y pedí disculpas
-Si de eso ya me di cuenta.- note que me estaba analizando con una mirada nada amistosa- pensé que los Hyuga tenian buena visión pero ahora veo que no.
No pude evitar sentirme más que humillada, jamás había hablado con alguien de mi edad que no fuera mi hermana y sinceramente tenia la expectativa de que sería todo menos asíde vergonzoso
-Yo...- no pude terminar mi oración porque fui interrumpida por unas voces
-Aquí está Raziye-sama estábamos tan preocupados si no la encontraba su padre seguramente nos cortaría la lengua.- dijo un muchacho de largo cabello pelinegro brillante mientras intentaba respirar por el cansancio de haber corrido demasiado.
-Debemos volver a la mansión no es correcto que se pasee por las calles sin seguridad ni mucho menos protección.- murmuro ahora la mujer de cabellos castaños claros Kuyomi Hyuga mientras me tomaba del brazo
Antes de poder decir alguna palabra para defenderme fui arrastrada por ellos y no intente poner alguna resistencia sabía que ya me había ganado un buen regaño de mi progenitor y un sermón de esos que duran horas y horas del porque no debería ser rebelde
Me gire en dirección hacia el azabache que había recién conocido y me crucé con su mirada clavada en mis orbes su mirada era penetrante y parecía tener el poder de hacerme débil ,me sonroje ligeramente,solo alcé la mano en forma de despedida tal vez no era la mejor forma de empezar una amistad pero algo es algo, así que me gire de vuelta en dirección a la gran mansión Hyuga mi humilde hogar
