One-shots Yutamaki (Pedidos Abiertos)

Best friend (2)

Aclaraciones:

Este cap ya no es un song shot, lo que era letra de la canción en la parte anterior ahora son quotes.

(...)

Maki se quedó en ese rincón del campus, apoyada contra una pared, sintiendo la frialdad del concreto a través de su uniforme. El día había empezado fresco, pero ahora todo su cuerpo estaba cálido, inundado por una mezcla de rabia y desesperación que no sabía cómo contener.

¿Qué estaba haciendo? No era su estilo perder el control de esa manera, pero las últimas semanas la habían desgastado de una forma que ni siquiera el entrenamiento más intenso podía mitigar. El simple hecho de estar cerca de Yuta y Rika, viendo lo felices que eran juntos, era como una aguja constante en su pecho.

El sonido de unos pasos apresurados la sacó de sus pensamientos, pero no necesitaba mirar para saber quién era.

—Maki, espera.

La voz de Yuta la alcanzó antes de que pudiera levantarse. Respiró hondo, intentando calmarse antes de mirarlo. Él se detuvo justo frente a ella, las manos en los bolsillos, su rostro lleno de preocupación.

—¿Qué pasa contigo? —preguntó, su tono más directo de lo habitual. Él no solía confrontarla así, lo que solo hacía que la situación fuera más incómoda. Pero esta vez no iba a dejarlo pasar.

Ella apartó la mirada, incapaz de sostener la intensidad en sus ojos. Sabía que si lo hacía, sus emociones se desbordarían, y no podía permitir que eso pasara. No podía perderlo.

—Nada —respondió, con una frialdad que no sentía realmente—. No es tu problema.

Yuta frunció el ceño, claramente frustrado con su respuesta. Se agachó un poco, intentando encontrarse con su mirada. —Siempre dices eso, Maki, pero sé que algo te molesta. ¿Qué fue lo de hoy? ¿Por qué saliste corriendo así?

Ella tragó saliva, sus manos apretándose en puños sobre sus piernas. La verdad estaba atorada en su garganta, como si fuera un grito que no podía liberar.

"You don't have to be the last one standin'. But you do always have to hold your ground..."

¿Por qué tenía que ser tan fuerte todo el tiempo? ¿Por qué no podía simplemente permitirse ser vulnerable, admitir que dolía verlo con alguien más, alguien que no era ella?

Pero si lo hacía... lo perdería. Y perder a Yuta era lo último que quería. Si mantenía todo en silencio, al menos podría seguir siendo su amiga. Tal vez, con el tiempo, aprendería a aceptar que no era la persona que él eligió. Tal vez... algún día, este dolor desaparecería.

—Solo... estoy cansada —mintió, con una media sonrisa que no llegó a sus ojos—. No es nada. No tienes que preocuparte tanto.

Pero Yuta no se movió. Él siempre había sido perceptivo, y ahora, más que nunca, parecía estar escudriñándola, buscando algo que ella no quería que viera.

—Maki, ¿es por Rika?

La pregunta la tomó completamente desprevenida, y por un segundo, su corazón pareció detenerse. No supo cómo responder, pero la reacción en su rostro debió ser suficiente, porque Yuta no apartó los ojos de ella, esperando una confirmación que no llegó.

—Sabes que no tienes que alejarte por eso —continuó, su voz suave pero firme—. Tú siempre serás importante para mí.

Eso era lo que dolía más. La sinceridad en sus palabras. Porque él lo decía con esa seguridad que solo podía venir de alguien que no tenía ni idea del tipo de sentimientos que Maki estaba ocultando. Para Yuta, ella era su mejor amiga, su confidente, pero nada más. Él no veía lo que ella veía. No sentía lo que ella sentía.