El viento aullaba entre los árboles como un lamento olvidado. Jungkook caminaba con paso firme, disfrutando del silencio que solo el bosque podía ofrecer. Cada hoja crujía bajo sus pies como si la naturaleza misma temiera su presencia. Era un depredador en su hábitat natural, y lo sabía.

Pero aquella noche algo cambió. Un sonido extraño interrumpió su paz: el llanto de una chica. Curioso y algo divertido por la idea de encontrar a alguien perdido en su territorio, decidió seguir el eco de su voz.

Cuando finalmente la encontró, estaba acurrucada contra un árbol, con lágrimas corriendo por sus mejillas. Su belleza era innegable; tenía una fragilidad que lo atraía y repugnaba al mismo tiempo.

—¿Qué haces aquí, pequeña humana? —preguntó Jungkook con voz profunda y fría.

Lisa levantó la vista, y sus ojos se encontraron con los de él. En ese instante, algo dentro de Jungkook se removió. Pero rápidamente desechó la idea; no podía permitirse sentir.

—Estoy perdida —respondió ella entre sollozos—. No sé cómo salir de aquí.

Sin pensarlo dos veces, Jungkook decidió llevarla a su castillo. No porque le importara su bienestar, sino porque la idea de tenerla bajo su control le resultaba intrigante.

DEADLY -LISKOOK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora