Capítulo 4: 'Arrepentimiento'

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Yugi

Atem llegó y empezamos a caminar por ahí, al inicio hablábamos de muchas cosas, y cuando llegamos a un parque, nos sentamos en una banca y seguimos hablando.

Atem: Heba una vez me contó que no dormiste por tres días, ¿qué pasó ahí?- ah, esos días.

Yugi: Si, el jueves seguí derecho porque estábamos mirando lo del proyecto, teníamos el prototipo, pero nos faltaban varias cosas, así que no dormí, el viernes llegué a casa, pero era para regresar por unas cosas que se me habían quedado, y cuando fui a recoger a Heba, el sábado era la entrega de notas, así que seguí trabajando en la casa y el sábado fui con Heba, reclamé sus notas, que le va bien, y seguí trabajando hasta las cinco de la tarde.

Atem: ¿Y por qué no me preguntaste si podía ir el sábado?

Yugi: Lo hice, ese día me dijiste que no podías porque tenías la reunión, ¿recuerdas?- apenas recordó se sonrojó y me reí a carcajadas, no pude.

Atem: Ay no, Yugi, de verdad lo lamento, se saber que estabas así, pude haber pedido permiso para que me la aplazaran.

Yugi: Oye, no es nada, en serio- logré calmarlo- además cosas así es lo normal, lo más extremo que me pasó fue cuando Heba se desmayó- me miró impresionado, puedo desahogarme de esto por fin- resulta que me llamaron del colegio, el niño se enfermó y no avisó que se sentía mal, cuando fui a la enfermería, estaba desmayado en la enfermería, tuve que llevarlo al médico y lo estabilizaron, tuve que quedarme toda la noche y a los dos días Heba ya estaba bien.

Atem: ¿Y cómo hiciste con el trabajo?, ¿Kaiba no se enojó?

Yugi: No, es más, apenas le dije que estaba en el hospital con Heba, llegó de inmediato, venía todos los días, y cuando me llegó la cuenta de los medicamentos, ni me dejó verla y pagó todo- me tapé las manos con la cara- a veces Kaiba es mejor persona de lo que parece, los dos, cuando no puedo cuidarlo y tu tampoco, Mokuba me hace el favor, de verdad son lo mejor, pero me da tanta pena... 

Atem: Y hablando de Kaiba, siempre me mira mal, ¿qué le hice para que me mire así?- suspiré, ¿cómo le digo sin que se ofenda?

Yugi: Es porque no entiende las cosas, cuando Heba nació casi se enoja porque estaba solo a pensar de que en mis papeles aparecía que estaba casado, pero en otros colocaba que estoy soltero, tuve que explicarle que ya no vivíamos juntos, y es como su fuera mi hermano mayor, en otras palabras, no le agradas mucho, no le gustan los niños, pero con Heba es la excepción, cuando pasa algo o necesito ayuda, él siempre está ahí, y cuando le digo que tu te puedes encargar, hace mala cara- vi el miedo de Atem en sus ojos- lo sé, es complicado, pero no hay problema, siempre te defiendo como puedo y se calma, después de todo así están las cosas.

Atem

Cuando cada uno se fue para su casa, al llegar a la mía, Tea no estaba, pero no me importaba, antes lo consideré perfecto, me encerré en el cuarto de mi hijo y me puse a llorar, ¿de verdad soy tan mal padre?, ahora que me doy cuenta, he dejé tan mala reputación... que ahora entiendo lo que me decía Tea, pero no puedo dejar las cosas así, hasta me doy cuenta de que no estoy respondiendo como debe ser, ahora sé porqué Yugi casi no me llama, como él supone que estoy ocupado, se toma la tarea de que debe estar para mi hijo todo el tiempo y se olvida de mí... hice que dejara de pedir ayuda a mí y ahora me consulta como si fuera un niño...

¿Será por eso que Heba me odia?, ¿por no estar cuando Yugi me necesita?, ¿por no verme como un padre ejemplar?, suspiré y seguí hundiéndome en mis lágrimas, hasta el jefe de Yugi me considera indigno de ser el padre de mi hijo, es que no lo vi de otra forma, sé que lo dejé, pero no sabía que Yugi estaba esperando a mi hijo...

Tea: ¿Por qué estás llorando?- salí de la habitación- deja de hacer esos ruidos, es molesto.

Atem: Tu no tienes hijos, no entenderías.

Tea: Claro que no entiendo, aunque no es que me importara ese niño- me enojé cuando dijo eso- no me mires así, tu tomaste la decisión de dejar a Yugi, además aunque te hubieras enterado de que estaba esperando a Heba nada hubiera cambiado, solo te hubieras quedado con él por el niño- me paralicé y pensé un momento- ¿qué pasa?, ¿ de verdad estás dudando eso?, tu mismo me lo dijiste, dijiste que no importara la situación, siempre me seguirías viendo- la miré- así que no te pierdas en tus pensamientos, ya hiciste lo que hiciste, y no lo puedes cambiar- y ella se fue al cuarto, salí al balcón de la sala... ahora sé que es lo que siento... siento arrepentimiento, me arrepiento de todo lo que hice... ¿pero qué debo hacer ahora?, ¿podré remendar mi error?

Hasta el próximo capítulo....

RedimirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora