cap 9: Samael

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-uhg... ¿qué pasó? -se sentó lentamente en la cama y llevó una mano hacia su frente, sentía mucho dolor, como si la misma estuviera a punto de estallar.

-despertaste- habló con tono de alivio, cuando el rubio miró en dirección a aquella voz, se encontró con una joven de cabello rubio, mirándolo con una dulce sonrisa- ¿cómo te sientes?, ¿estás bien?, ¿quieres comer algo?, tú... ¿recuerdas algo de lo que pasó? -comenzó haciendo varias preguntas, pero se detuvo al recordar que Alastor le había dicho que su padre había regresado al momento en que aún era un ángel, eso significaba que probablemente no tendría recuerdos de ella, su madre o el infierno.

-pues, me duele la cabeza, pero creo que estoy bien- desvió un momento la mirada, analizando el lugar en el que estaba, se veía bastante oscuro, eso le resultaba un poco aterrador- no tengo hambre...- habló distraídamente y luego regresó su vista a la joven frente a él- lo último que recuerdo es que estaba caminando algo lejos de los demás, creo que estaba buscando una planta en específico y luego comencé a sentirme débil, luego... esto, despertar aquí y tenerte en frente- respondió con bastantes dudas.

-ya veo, dime, ¿cómo te llamas? -.

-mi nombre es Samael, soy la mano derecha de Dios, es un placer conocerlos, ahora, ¿puedes decirme dónde estoy? -le regaló una sonrisa tan dulce como las que ella le había estado brindando.

-ah, bueno... verás, mi nombre es Charlie y yo seré tu hija en el futuro, bueno, tu futuro, para mí es el presente, emmm... aunque entiendo si no me...-.

-te creo- sonrió con dulzura al verla tan preocupada, le dio más ternura verla sorprenderse por sus palabras.

-eh... ¿de verdad? -.

-claro, no estoy soltero, yo y mi pareja ya habíamos hablado de esto, estoy feliz de que pudiéramos concretar tu nacimiento, me preocupaba que en el cielo se negaran a aceptar semejante cosa, pero verte y saber esto, me tranquiliza mucho-.

-guau, eso... es una verdadera sorpresa- sonrió algo incómodo, sentía que estaban hablando de cosas completamente diferentes, aunque, sus respuestas eran coherentes en cuanto a lo que ella le estaba diciendo.

-oh, veo que el soberano ha despertado, ¿cómo se encuentra, majestad? -Alastor hizo acto de presencia, ganándose una mirada de sorpresa por parte del rubio, Alastor entendió de inmediato que no lo reconocía, así que caminó con su típico tono elegante para presentarse- lamento la confusión, déjeme presentarme, yo soy...-.

-jaja, sé quién eres, Al- el hecho de que lo llamara de esa forma logró descolocar al pelirrojo, dejándolo analizando sus palabras- nuestra hija estaba hablando conmigo de un par de cosas, así que... estoy en el futuro, y veo que cambiaste tu estilo, sigue siendo atractivo, pero, ¿por qué tan oscuro?, y... ¿por qué tienes esos... cuernos de ciervo?, ¿es parte de tu nuevo estilo? -apenas terminó de decir aquello, vio como ambos lo observaban completamente paralizados, parecía que se habían congelado en ese preciso momento, al menos hasta que escuchó una especie de interferencia venir del micrófono del pelirrojo- emmm... ¿dije algo malo? -dijo después de unos segundos, mismos en los que comenzó a sentir mucha incomodidad.

-a ver, no, espera, jaja, creo que estás confundido, papá- Charlie fue la primera que salió del shock y pudo hablar- Alastor no es mi madre, mi madre es Lilith, tu esposa, ¿si la recuerdas? -.

-emmm... no, Lilith es la esposa de Adán- respondió rápidamente, sentía mucha confusión- yo solo he tenido una pareja, Alastor- miró con sorpresa a la chica y después al pelirrojo- ¿Al?, ¿puedes decir algo, por favor? -pero le sorprendió escuchar al mencionado estallar en risas, era la primera vez que lo escuchaba reír de esa forma y de alguna forma lo hizo sentirse mal.

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