Esto puede parecer muy fácil o muy difícil, pero de cualquier manera, sigue habiendo muchos riesgos..
— Está bien, lo de nuestra supuesta muerte. ¿Por qué lo harás? ¿No quieres volver a tu casa?
— Si regreso a casa y descubro que todos estaban involucrados, no dudarán en encerrarme aquí de nuevo, o en un lugar peor. No pienso arriesgarme. Si mis hermanos realmente tuvieran algo que ver, no quiero verlos, ni mañana, ni pasado, ni nunca. Empezaré mi vida aparte. Que piensen que estoy muerta será lo mejor para todos. No quiero vivir con la constante sospecha y el miedo de que me traicionen de nuevo.
— ¿Y tu herencia? ¿Qué harás con todos tus bienes? —preguntó Kook, con una mezcla de incredulidad y preocupación en su voz.
— Pues… Yo… Renuncié a todo eso —respondió YeonJin, bajando la mirada. No había encontrado el momento adecuado para decirle a Kook que Myung-hee había venido y que ella había firmado los papeles—. No quiero nada de ellos, ni su dinero, ni sus propiedades. Todo eso solo me recordaría el dolor y la traición. Prefiero empezar de cero, aunque sea con las manos vacías.
Kook la miró fijamente, tratando de entender la magnitud de su decisión. Antes de que pudiera responder, Hoseok se acercó con una expresión seria.
— YeonJin, el plan empieza. Jimin entró aquí —dijo Hoseok disimuladamente, consciente de los enfermeros que pasaban cerca.
— ¡Por fin! —exclamó YeonJin, sintiendo una mezcla de alivio y nerviosismo.
— Kook, es hora de que esto empiece —le sonrió—. Ahí viene mi enfermera.
— Tenemos que movernos rápido —susurró Kook—. Te veo al rato.
— Buenas noches, enfermera —saludó Hobi, tratando de mantener la calma.
— Buenas noches, doctor Jung —respondió ella con una reverencia.
— Con su permiso, me retiro —dijo Jung, no sin antes darle disimuladamente una nota a YeonJin. Ella le entregó una nota que tendría que darle a Jimin.
— YeonJin, es hora de que vayamos a tu habitación —dijo la enfermera. YeonJin les hizo una seña a los chicos y se fue con ella.
Caminaban por aquellos grandes pasillos en un silencio sepulcral. A lo lejos, YeonJin pudo divisar a Jimin acercarse. Él le lanzó una mirada significativa, confirmando que el plan avanzaba sin problemas. YeonJin respondió con un leve asentimiento, bajando la mirada para no levantar sospechas. Jimin continuó su camino mientras YeonJin llegaba a su habitación. Entró junto con la enfermera, quien de inmediato le entregó el “medicamento”. YeonJin fingió tomarlo y la enfermera salió de la habitación. Solo tenía que esperar unos minutos más y finalmente podría escapar. Jimin y Hoseok se encargarían de todo lo demás.
•|•|•
El plan comenzaba con Jimin infiltrándose en el hospital como un doctor. El doctor Jung había informado a YeonJin que un nuevo doctor llegaría hoy, así que era el momento perfecto. Kook escuchaba en silencio mientras ella explicaba su aparentemente loco plan.— En el momento en que Jimin esté adentro, todo comenzará. Nos cruzaremos en el pasillo cuando me lleven a mi habitación —dijo YeonJin con determinación.
— ¿Cómo estás tan segura de que se verán en el pasillo? —preguntó Kook, escéptico.
— Kook, pareciera que no me conoces —respondió YeonJin, indignada —. Fingiré no haber escuchado eso y seguiré contándote. He estado analizando todos los movimientos dentro del hospital a cada hora, a cada minuto, a cada segundo desde que estamos aquí. Conozco los movimientos de cada persona, sus rutinas, sus horarios de desayuno, almuerzo y cena, todo. La hora a la que vienen por nosotros para ir a la habitación siempre está entre las 6:55 y las 13:00. Lo sé porque esa es la hora en la que mi enfermera vuelve después de escaparse con el doctor Hoshi, quien siempre viene antes que ella y se lleva a la paciente de la habitación 102. Después de que se la llevan, mi enfermera llega un minuto después de que el doctor Hoshi entra con la chica —hizo una pausa, esperando que Kook procesara lo que acababa de decirle—.
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Cruel Life, My Revenge.
FanfictionNo todos los que están en un hospital psiquiátrico están locos, ni todos los locos que existen están encerrados. La vida puede ser extremadamente injusta, incluso con los más jóvenes. Kim YeonJin tenía solo 20 años cuando su familia arruinó su vida...