La verdad del amor (Five Hargreeves)

Capituló 3

La cafetería.

Sophia ya estaba terminando su día de clase y no tenía noticias de su padre, lo que hacía que no lograra prestarle atención a sus clases, no tenía que preocuparse por su calificación, ella era una niña muy inteligente, pero aún así pensaba en su papá.

- Sophia... - mencionó la profesora, llamando la atención de la mencionada - ¿te encuentras bien?- la pequeña se dio cuenta que toda la clase le estaba observando por lo cual dio una gentil sonrisa y sonrió.

- sí señorita no se preocupe por mi - la profesora al escucharla se tranquilizó y continuó con la clase.

- oye ¿te encuentras bien? - le preguntó su amiga.

- si, no te preocupes, victoria.

la escuela terminó antes de lo normal y el autobús que ella tomaba no pasaba hasta una hora más tarde, lo que significa que la pequeña protagonista no podría llegar a su casa.

- ¿no quieres que te lleve?

- no, asi esta bien vicky - la joven observó al frente y logró ver una pequeña cafetería, lo cual se miraba acogedor. - voy a ir a esa tienda a esperar el transporte - afirmó señalando la cafetería.

- está bien, cuidate por favor - dijo mientras se marchaba, ella no estaba preocupada que le pasara algo ya que la escuela cierra muy tarde y podría ir allí si ocurría algún accidente.

Dicho esto Sophia se dirige a la cafetería, en el momento que entró sintió calidez en el lugar, lo cual le hizo sentir cómoda.

- Buenos días pequeña, ¿que te gustaría ordenar? - le atendió una señorita joven, amable.

- lo lamento pero la verdad no traje dinero hoy - observó con pena a la empleada, lo que no esperaba es que esta le diera una gentil sonrisa.

- no te preocupes, yo te invito, se ve que lo necesitas.
- ¿se nota mucho?

- no, pero no tienes que ser un experto para saber si un pequeño no se encuentra de humor - sonríe gentilmente.- ¿qué ocurre?

.- nada en especial, solo no he visto a mi padre estos últimos días, es una tontería - la empleada la observa con ternura.

- ningún sentimiento es una tontería pequeña, es normal sentirse así cuando no miras a tus padres.

- ¿de verdad?

- de verdad de hecho yo te entiendo, haría cualquier cosa para que mi padre volviera a casa.

- disculpame-

- no te disculpes, lo que quiero decir es que, estoy de tu lado - ambas se miran con tranquilidad, se sienten cómodas, seguras contando sobre sus problemas mutuamente.

- sabes, yo no puedo hablar sobre ningún tema con mi familia.

- ¿por qué? - la camarera la miró extrañada.

- para empezar, ni siquiera los veo, sin mencionar que cada vez que se juntan es un desastre total

- bueno, en ese caso mi familia no es nada - ambas empezaron a reír a carcajadas.

ninguna de las dos había sentido esa sensacion, es como una especie de conexión la cual nunca antes habían experimentado, por lo tanto ambas se cayeron muy bien mutuamente tanto así que pasaron toda una hora hablando entre ellas.

- disculpa por tener que irme, pero mi transporte a cas ya llegó.

-  no te preocupes, ¿te importa si nos vemos mañana? - la pequeña al escuchar eso obtuvo una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡si. me encantaría!

- entonces te espero mañana.

al llegar con la señora Rina lo único que hizo fue realizar su tarea, comer, bañarse e irse a dormir con el peluche de oso que su padre le regaló.

- ¡Lila, mira lo que has provocado! - grito Five.

- cálmate, de seguro hay una forma de llegar a casa.

ambos habían terminado en un tren que los lleva a diferentes líneas del tiempo, lo cual provocó que ambos terminarán atrapados.

- genial, logramos derrotar a gene y jean, pero no podemos llegar a casa.

- calmate Five, vamos a estar bien.

- ¡Ese no es el punto donde quiero ir con mi hija!

- ¡y crees que yo no!

- Esto está mal...

ambos se quedaron callados, estaba claro que ninguno sabía que hacer y que estaban atrapados en ese lugar que nadie conocía lo cual significaba que no podrían hacer nada, entonces buscaron cómo sobrevivir en ese ambiente, para lograr ver a sus hijos de nuevo.