2| "Odio el amor."

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Un miércoles por la mañana, en donde tengo más que claro que recién estamos a mitad de semana, faltando dos días aun para el fin de semana. Esa información hace que no esté con el mejor humor.  

Mi desayuno fue algo rápido, ya que Alan no me dejó muchas opciones tras llegar demasiado temprano a mi casa y no querer desayunar conmigo porque él ya había desayunado en su casa.

¿A qué hora se despertará él? ¿6 de la mañana? ¿5 de la mañana? ¿acaso duerme? Porque yo si no duermo lo suficiente significa que estaré de mal humor todo el día.

El desayuno no me importa mucho, no soy de esas personas que si o si tienen que comer algo en la mañana porque si no sufren fatiga o una alguna cosa parecida. A veces lo hago, otras veces no, pero de hecho estoy obligado por mi madre a hacerlo todos los días sin falta. Lo haría con todo gusto, en serio, pero si tan solo Alan llegase a buscarme un poco más tarde alcanzaría.

Yo me despierto a las 6:30 AM en contra de mi voluntad porque es la hora en la que mi madre tiene que irse para el trabajo y antes de irse siempre me despierta para que no me quede dormido porque hay veces en la que mi alarma no suena o simplemente ni, aunque suene yo me levante. Cuando ella puede llegar a las 8:00 AM al trabajo, decide llevarme a la escuela y de paso hacer una parada en un Starbucks para comprar algo para desayunar, solo si es que la paga del mes fue buena y las horas extras valieron la pena, si no, pues con desayunar tranquilos en la casa está bien. Si Alan llega antes que nos vayamos, se nos suma al viaje, si no es así, pues le envío un mensaje para que no venga y se tome su maravilloso tiempo que es tan valioso para él para prepararse para la escuela.

Alan se la pasa hablando todo el camino a la escuela respecto a todos los bailes de la academia y contándome de que ha investigado sobre cuáles son las posibles academias con las que compitamos en Londres.

Habla sobre dos en específico: una la cual se centra en el Ballet ubicada en Francia, y otra que se dice que es la mejor de todo Londres. Ambas han recibido títulos nacionales en las competencias de sus países y se dice que varias estrellas del baile han creado y salido de esos lugares. En la de Londres no reciben a cualquiera, en sus audiciones para la compañía se preocupan de reclutar a los mejores. Allí se fijan demasiado en la técnica y corrigen el más mínimo error. En la de Ballet, es casi similar, solo que allí si hay mucha más exigencia porque la mayoría de sus alumnos quiere participar en la famosa ópera de parís y se esfuerzan al máximo cada día para perfeccionarse.

En mi más humilde opinión, nos van a hacer mierda en la competencia.

Solo imagínense esto: «Grupo de danza representando a EE.UU – New York ha sido humillado y les han pateado el trasero tras competir en una competencia de nivel superior en Londres, Inglaterra.» Inserte fotografía de nosotros siendo atacados con baguettes y tazas de té con el rostro de la reina Isabel II.

Al menos seriamos reconocidos. No de buena manera, pero si reconocidos.

El recorrido no es largo en sí, o sea, igual depende de la ruta que tomemos porque si nos vamos por el lado izquierdo de mi casa llegamos en 20 minutos, si nos vamos por el derecho llegamos en 19.

Es demasiada diferencia, uyyy, un minuto, es demasiado. (Por favor alguien que le diga a Alan que es exactamente lo mismo.)

Okey, no voy a pelear por el tiempo porque se supone que ahora tengo que ser "puntual" para las clases de baile.

El entrenador me dijo "temprano" ¿Qué tan temprano? ¿Una media hora antes? ¿20 minutos? ¿Una hora? ¡¿Cinco horas?!

—¿Sabes a qué hora llegará hoy el entrenador? —Pregunto a Alan que está pegado a su teléfono.

Entre un "te amo" o un "adiós"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora