Ep. I

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En un bosque habitaba una pequeña manada de humanos lobos (conocido como licántropos), ellos eran pacíficos, siempre anda felices porque no les faltaba nada, porque en ese bosque lo daba todo. 

Jisoo es una Alfa hembra, comprometida con el Omega macho, Haein. 

Rose es una Omega hembra, comprometida con el Alfa macho Eunwoo.

La misión de la especie licántropo es reproducirse y perpetuar la vida, formando lazos con la pareja que, según el destino, le ha sido asignada. Esta unión no solo busca la continuidad de la especie, sino que también promueve el apoyo mutuo y el crecimiento personal.

El pecado no existía en su mundo.

— Se está oscureciendo, es hora de ir a la cabaña, Rose — le llamó Eunwoo desde lejos

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— Se está oscureciendo, es hora de ir a la cabaña, Rose — le llamó Eunwoo desde lejos. Ella estaba dentro del lago, intentando atrapar un pez.

— Ya voy, espérame un poco.

— Ya, estaré en la cabaña mientras tanto, no te demores — se dio la vuelta y se fue caminando.

— Yaaa — le respondió Rose, en un intento fallido de agarrar al pez.

Rose no había logrado capturar ni uno durante todo ese tiempo. No podía salir del lago sin haber atrapado al menos un pequeño pez. Ella no era el tipo de Omega que se rendía fácilmente. Así que utilizó todas sus habilidades y miró fijamente al pez que nadaba en círculos. Se abalanzó hacia el pez, pero justo cuando se había lanzado al agua, alguien más tenía el mismo objetivo: atrapar ese pez. Por lo cual aquella persona también se lanzo. Entonces, no solo el pez se perdió, sino que Rose también fue hundida en el agua y se ahogó.

Rápidamente, la persona que se había lanzado sobre Rose la levantó en un gesto nupcial, asegurándose de que no se ahogara ni haría esfuerzos innecesarios.

—Perdóname, no me di cuenta de que también ibas a tirarte para este lado.

—No te preocupes, solo asegúrate de mirar bien antes de lanzarte como un salvaje —respondió Rose, mientras le pedía en gesto que la bajara

—Sí, lo siento —dijo, sintiéndose apenada mientras baja a Rose de sus brazos—. Pero diste un gran salto

—Gracias. Bueno, ya que arruinaste mi presa, es hora de que me retire —dijo Rose

—Oh, ¿también querías atrapar a ese pez? —preguntó Jisoo, sorprendida.

—Sí —respondió

—Puedo darte uno; tómalo como disculpa —ofreció Jisoo con una sonrisa.

—¿De verdad? —preguntó Rose, con un destello de esperanza en los ojos.

—Sí, ven —dijo Jisoo, haciendo un gesto para que la siguiera hasta la superficie de una gran roca donde había una canasta con varios peces. — Toma este, es el más grande que e atrapado el día de hoy.— Rose sonrió y agarro que le estaban otorgando.

—¡Muchas gracias! —exclamó, su voz llena de alegría—. Como te llamas?

—Soy Jisoo —respondió, sonriendo al ver a la rubia saltar de felicidad.

—Muchas gracias, Jisoo, de verdad —dijo Rose, abrazándola con el pez en una mano—. Le daré este regalo a mi prometido.

—Qué bien —dijo Jisoo — ¿Cómo era que te llamabas tu?

—Ah, yo soy Rose —respondió. 

— Mucho gusto, Rose, Espero que tu marido disfrute del pez. 

— Igualmente espero, vuelvo a repetir, muchas gracias, ahora me tengo que despedir.

— No hay de que Rose, hasta luego. 

Y así fue como nació una nueva amistad para Rose. 




El bosque del Eden | Chaesoo ABODonde viven las historias. Descúbrelo ahora