Christoph andaba enojado, se podía notar en su ceño.
Había salido de su clase de realmente enojado, su profesor se había comportado como un hijo de su perra madre, seguramente porque su esposa no le dio bola ese día. Y Christoph estuvo así de decirle sus verdades a ese anciano, pero no dijo nada. Ahora estaba ahí caminando por la calle suponiendo que iría a su casa.
Pero se detuvo en seco y se dio media vuelta hacia el bar más cercano mientras una sonrisa astuta aparecía en su rostro — Y si me emborracho? — se dijo a sí mismo, con una risa baja y sarcástica.
Se ajustó el abrigo color café con capucha abajo y pelusa plateada, que brillaba débilmente en la luz de los focos del camino. El frío del invierno parecía no afectarlo, ya que su mente estaba caliente de rabia y frustración.
La idea de ir al bar más cercano y emborracharse parecía ser la solución perfecta para olvidar la frustración y el mal humor que lo invadían. Y como no tenía clases al día siguiente, por qué no? Además, ya estaba anocheciendo, la noche parecía invitarlo a dejar de lado sus preocupaciones y sumergirse en la ebriedad.
Christoph sonrió para sí mismo, sintiendo que la idea era cada vez más atractiva. Se imaginó sentado en el bar, con un trago en la mano, rodeado de la música y el ruido de la noche, olvidándose de todo lo que había pasado en el día.
Con renovada energía, se dirigió hacia el bar más cercano. La noche estaba joven, y él estaba listo para dejar de lado sus preocupaciones y sumergirse en la diversión.
Christoph empujó la puerta del bar y entró, envuelto por la luz tenue y la música de fondo. El olor a alcohol y a comida procesada lo envolvió y él se sintió en su elemento. Se dirigió hacia la barra y se sentó en un taburete, mirando al bartender con una sonrisa.
— Un whiskey doble, por favor — le dijo sacando su billetera para pagar.
Mientras esperaba su bebida, Christoph miró a su alrededor, observando a los demás clientes del bar. Había parejas abrazadas en las esquinas, grupos de amigos riendo y gritando, y personas solitarias como él sentadas en la barra perdidas en sus pensamientos.
El bartender le entregó su bebida y Christoph la tomó, sintiendo el líquido cálido bajar por su garganta. Cerró los ojos y se dejó llevar por la sensación, sintiendo que la tensión y la frustración del día comenzaban a desaparecer.
Christoph se dejó llevar por la música y la atmósfera del bar, perdiéndose en la multitud y la energía de la noche. La bebida fluía y él se sentía cada vez más relajado y divertido. La frustración y el mal humor del día parecían haberse esfumado, reemplazados por una sensación de libertad.
A medida que el alcohol se le subía, Christoph comenzó a sentir que todos en el bar estaban en el mismo estado de ánimo que él. La gente parecía más amigable, la música más intensa y el ambiente más electrizante.
En un momento de euforia, Christoph decidió subirse a una mesa, bailando y gritando junto con la música y la demas gente, lo miraban siguiendole el espectáculo (tambien subiendose a las mesas), algunos con sorpresa, otros con envidia, pero él no se importaba. Estaba viviendo el momento, sin preocupaciones.
El bar era un mar de caras borrosas y colores brillantes, y Christoph se sentía en el centro de todo, como si fuera el rey de la noche. La música retumbaba en sus oídos y el alcohol corría por sus venas, haciéndolo sentir invencible.
La mesa en la que Christoph se había subido se convirtió en un improvisado escenario, donde él y otros clientes del bar bailaban y cantaban sin parar. La música era ensordecedora, pero nadie se importaba, todos estaban demasiado ocupados divirtiéndose.
ESTÁS LEYENDO
Eras Tu /South Park/
FanfictionTodo inicio por dos cosas completamente diferentes... Una canción de YouTube y una maldita persecución en la que el no tenía nada que ver Mi nombre es pip, tengo 20 años, voy en la universidad y mi vida es medio tranquila...si ser perseguido por la...