Déjame sanarte

2

Nunca más....

Esas palabras resonaban en su cabeza mientras mantenía su mirada fría en el camino.

Tarde o temprano debía ocurrir, no podía aislarse por siempre. Y creyó que tres años fueron suficiente.

No había nada que temer, ¿No?.

El volver a recorrer los pasillos, llenos de personas ahora desconocidas, fue algo horrible. Sentir todas las miradas en el tampoco ayudaban. ¿Y si ellos ya lo sabían?, ¿Y si ya sabían lo que por tanto tiempo lo mantuvo sin poder conciliar el sueño?.

Las preguntas que el mismo se hacía lo empezaron a agobiar hasta el punto en que empezó a sentir mareos y fuertes dolores agudos en su cabeza.

-"solo, no los mires, piensa que no están... Miles, vamos, solo has eso... ¿Tanto te cuesta?...-se reprochó a si mismo internamente mientras intentaba mantener su mente en calma. Empezó a caminar sin ver al frente, ya no le importaba en lo absoluto.-"¡Ya no eres un niño!, ¡Vas a cumplir 16!, ya supéralo. ¡Nadie te mira!, ¿A quién podría importarle?".-aceleró el paso sin darse cuenta. Sentía su respiración agitada, sentía que su corazón se saldría de su pecho.

Quería llorar, quería tener a su hermana cerca, pero ella estaba ocupada en su hogar.

Divisó un baño cercano y no tardo en correr hasta ese lugar. Se encerró y se apoyo contra la puerta mientras mordía su lengua para no llorar.

-¿Por qué?...-preguntó débilmente al aire.

Lloró un poco y luego se fue a ver a un extenso espejo colocado en la pared del lugar de no tan reducido espacio. Intentando sonreír o encontrarle la gracia a su reflejo. Ahora solo se daba a si mismo lastima.

Se lavó su rostro demacrado, y recordó como antes, luego de llorar se iba con Zooey y está lo hacía ver su reflejo, y el menor, en lugar de sentirse mal por si mismo, se reía a carcajadas.

Recordar eso lo hizo reír mientras de sus ojos aún brotaban lágrimas pequeñas.

-no puedo seguir así...-se dijo a si mismo mientras se frotaba con suavidad los ojos.-tengo que salir... Si no es ahora, ¿Entonces cuando lo será?.-intento que su ánimo subiera recordando recuerdos que lo hacian sentir mejor consigo, con su familia. Recuerdos en los que era Feliz. Recuerdos que no volverían a ser.

Salió del baño y sonó el timbre que anunciaba que las clases ya debían dar inicio. Los estudiantes rápidamente se dispersaron por los pasillos, haciendo que de un momento a otro, todo el tumulto desapareciera.

Camino con lentitud, dirigiéndose a dónde sería su nuevo salón de estudio, y al estar en la puerta de el lugar, sus piernas temblaron.

Inhaló y exhaló con fuerza antes de adentrarse al lugar.

Era lindo, colorido, estaba adornado con flores y adornos de papel, y el ambiente se asemejaba más a un salón de inicial. No supo cuando habían hecho todos esos cambios en el lugar. Cuando remplazaron el gris por un color más vivo.

Sus ojos por un momento recuperaron el brillo que había perdido.

Se sentó en una carpeta al azar y aguardo al inicio de su actividad de ese día.

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Todo había salido relativamente bien, se había quedado solo en su carpeta compartida, cosa que no le molestó en lo absoluto.

No fue hasta que mandaron a una chica a sentarse con el por no dejar de hablar con su compañera del lado.

-bueno, adiós debate de hormigas...-se dijo al poner sus cosas al lado de su carpeta.-pero bueno, ¡Hola!, un gusto.-le habló al zorro, el cual solo la vio con un toque de incredulidad.-Soy Amy, ¿Y tú?.-le extendió la mano al rubio.

El zorro dudó pero finalmente la tomó.

-¿Cómo te llamas?, ¿Eres de por aquí?, nunca te había visto, ¿Te transfirieron?, ¿Cuántos años tienes?, ¿Cuál es tu color favorito?, el mío lo es el mora pastel, ¿Y tú animal favorito?, oye, ¿sabes que? es algo raro que llamen a la bebida, bebida, ¿Por qué la llaman así si aún no ha sido bebida?.-preguntó sin darle tiempo al doble cola de responder.-¡Es algo raro!, en fin, ¿Si te dije mi edad?, tengo 15, soy una chica... Muy hiperactiva y vivo... Pues en mi casa.-se le acabaron las opciones cuando vió la mirada de curiosidad del zorro.-entonces...-alargo un poco la palabra y le sonrió.

-soy..., Miles, un gusto.-murmuro bajando un poco su mirada.

-¡El gusto es mío, Miles!. Por cierto, lindo nombre.-el zorro le sonrió a la eriza.-¿Qué haces?.-cuestionó al ver más la libreta de el menor.

-nada importante, ¿No tienes que prestar atención a la explicación de la profesora?.-agarro la libreta que tenía y la cerró disimuladamente. Rogó internamente para que la rosa no hubiera malinterpretado sus palabras.

-naah, este tema lo vimos todo un trimestre el año pasado, el tema me lo sé de sobra.-dijo con suma confianza en si misma.

-¿En verdad?.-sentia verdadera incredulidad invadirlo.

-seeh, pero en fin.-le mostró una sonrisa, y luego saco su estuche con su cuaderno forrado con diversos colores.-ya no falta nada para el receso, ¿Quieres pasarla conmigo y con unas amigas más?.-el zorro creyó que bromeaba, hace solo unas minutos se acababan de conocer y ahora quería invitarlo a pasarla con ella y sus conocidas.

La sinceridad en el rostro de la chica era notorio. Accedió.

-¡Exelente!.-y sus ojos brillaron ante la felicidad.

Todo fue increíble, hablaron un poco más hasta que el timbre había sonado por fin, indicando que la hora del descanso empezaba a dar inicio.

Tal y como la chica dijo, disfrutaron de su comida juntos.

Los pensamientos negativos se hicieron nulos en el, por fin podía volver a sonreír.

Pero, ¿Por cuánto?.

Sintió como su cuerpo se erizaba al sentir una mano en su hombro de manera repentina, y su mente se centro en el dia que lo dejo con una marca irreparable.

No podía moverse, ¿Qué le ocurría?.

Su respiración empezó a agitarse se manera repentina.

No, eso no estaba ocurriendo, todo era falso, un juego vil que su propia mente le ponia.

-¿Miles?.-preguntó con preocupación al ver como el zorro había palidecido notoriamente.

Sintió un respiración en su oreja y no pudo evitar que su cuerpo hemblar.

¿Por qué le pasaba esto?...

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¡WuuH!, actualización 🗣️‼️‼️
(No puedo creer que haya escrito esto xD)

17-09-2024

11:20 p.m.