𝟐𝟏

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Sunoo volvió a la habitación, encontrándose con Heeseung con la mirada perdida y jugando nerviosamente con sus dedos. De seguro estaba ansioso por volver.

Se acercó y se paró frente a él llamando su atención.

-- Veo que ya estás listo. Vámonos corazón --.
Sin decir una palabra más salió, con Heeseung caminando detrás suyo.

Era la primera vez que Heeseung salía por completo de aquel castillo oscuro rodeado de flores muertas, y esperaba que era fuera la única vez que tenga que ver eso, luego de volver a casa no quería estar de nuevo en ese mundo.

Si supiera...

Por suerte cazaron un horario poco recorrido, no había nadie en las afueras ni en la salida. Iba a ser fácil salir.

Varias veces Heeseung trató de romper el silencio, pues se sentía ciertamente incómodo. No sabía que decir y Sunoo mantenía una considerable distancia guiando el camino fuera de su oscuro mundo.

De todas formas tampoco se animaba a hablar después de como Sunoo pareció ofenderse con su tan directa pregunta apenas abrió los ojos. Quizá si hablaba lo mataba, y no quería morir estando tan cerca de volver a casa.

Llevaban largo rato caminando, ya era mucho y Heeseung comenzó a cansarse. Entonces decidió decirle a Sunoo.

-- Estoy cansado --.
Le hizo saber y bajo el ritmo de su caminata, recostandose por un árbol.

-- Y no tienes idea de todo lo que nos falta --. Dijo con burla. -- Pero si eres un príncipe taaan delicado entonces toma un descanso. Solo te aviso que vamos a tardar más --. Se encogió de hombros.

-- Cinco minutos no harán la diferencia --.
Aprovecharía esos cinco minutos como oro para reunir aliento. Nunca en su vida se había cansado tanto.

-- ¿Cuánto falta? --.
Preguntó Heeseung.

-- No estoy seguro, pero si falta mucho. Estás en "otro mundo" sabes? --. Hizo unas comillas con los dedos. -- No esperes que sea rápido --.

-- Asique es otro mundo --.

-- No, pero las personas lo llaman asi. Es solo un lugar más lejano y diferente, no está en otra galaxia --.
Rodó los ojos Kim.

Ante su actitud Heeseung solo rió divertido por su expresión. Y luego el silencio volvió a reinar entre los jóvenes. Aunque el mas alto quisiera romperlo, no tenia idea de que tema sacar.

Sin pensar mas en eso, sólo trató de deducir si ya habían pasado cinco minutos para asi seguir su camino. Mientras menos momentos incómodos pase mejor.

-- Ya estoy listo, sigamos --. Le hizo saber. Y Sunoo levantó la vista encontrándose con Heeseung que le extendía su mano para ayudar a levantarlo.

Pero éste se negó, levantándose por si mismo del suelo.

-- Bien. Sigamos camino --. Sacudió un poco su ropa y seguido a eso siguió caminado en frente, como guía. Y fue seguido por Heeseung.

Aun seguía siendo de noche mientras seguían en su mini viaje, y estaba considerablemente oscuro, hasta tropezaron varias veces, casi se pierden o incluso chocaron entre ellos por su falta de comunicación, la cual ocasionaba que no sepan los pasos del otro.

Heeseung no había hablado en largo rato, y no pensaba hacerlo, después de todo no tenia temas en común con él y tampoco sacaría algo sin sentido para el otro.
Sin embargo, la idea de tener que despedirse sin mas, le dejaba un pesar, poco notorio, pero ahí estaba. Aunque decidió ignorarlo, quizá el extrañar su hogar le afectó.

Ahora a medida que avanzaban, las flores muertas eran reemplazadas por algunas de colores vivos, el ambiente tambien era más ligero, el cambio de aires se hizo notorio, como si estuviera más limpio, de vez en cuando algún que otro animalito, inofensivo, llamaba la atención, se escuchaban algunas corrientes de agua. En resumen, todo iba cobrando vida de a poco, lo que significaba que se acercaban al mundo humano, y eso provocaba cierta alegría en Heeseung.

Iba a estar en su cálido hogar.

Viéndolo desde el punto de vista de Sunoo. Definitivamente no tenía el mismo entusiasmo que el otro. Él seguía pensando en qué haría respecto a todo, porque si, solo dejarlo no eran una opción, Heeseung sabía cosas y eso era peligroso.

Y desde otro aspecto... no estaba seguro de lo que sentía por él. No era algo que podría ignorar, era la primera vez que algo así le pasaba y lo dejaba inquieto.
Tampoco ayudaba el hecho de la amenaza de Sunghoon, ¿y si otra vez cometía un error y hacer esto no era correcto? ¿habría olvidado algún detalle en todo esto?, estaba en un problema a causa, posiblemente, de sus instintos.

Si tan solo hubiese aceptado quedarse con Riki esa noche, las dos historias serian diferentes.

Saliendo de sus pensamientos notó entonces que el camino se le hacía más familiar, fue por lo que se detuvo haciendo que Heeseung haga lo mismo.

-- A partir de acá voy a tener que taparte los ojos --. Dijo mientras sacaba un trozo de tela negra. -- No tengas miedo, voy a guiarte --.

Y aunque dudoso, Heeseung acepto, flexionando un poquito las piernas, y asi quedar a una altura accesible para Sunoo. No le convencía estar a ciegas, pero llegar a casa era llegar a casa.

Y es que Sunoo no quería que sepa el verdadero camino.

Si, todo este tiempo solo fue un recorrido en vano, para poder aclarar su mente.

Yendo ahora en dirección correcta. Tomó las manos de Heeseung y camino de espaldas frente a él, pues debía cuidarlo para cruzar un "puente" sobre una corriente de agua.

Una vez lo cruzaron, caminaron un poco más, hasta que nuevamente Sunoo se detuvo. Pero ésta vez a quitarle la tela a modo de venda.

Y Heeseung se encontró en el bosque de nuevo. Donde todo empezó.

Estaba más cerca cada vez.

Entre Noches | Heesun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora