Harry no pudo parar de pensar en lo sucedido esa tarde, se recostó en la pequeña cama que le habían dado sus tíos y se perdió en sus pensamientos. Este momento del día era el que Harry más odiaba, ese momento donde estas solo en la oscuridad de tu cuarto y los pensamientos fluyen en tu cerebro, no podía evitar pensar en sus padres, en Sirius, Remus y todas las personas que influyeron para que fuera la persona que es. Pero esa noche, algo se agregó a la lista, no podía parar de pensar en Draco, seguramente estaba pasando un muy mal momento como para llorar en una cafetería pública, Harry no podía evitar querer ayudarlo, no se conocían, pero Harry no necesitaba conocer a una persona para tener la profunda necesidad de ayudarle, no haber tenido a nadie mientras crecía hizo que viera el mundo de una manera diferente, una manera compasiva. Pensando en todo esto, Harry cayó dormido en su diminuta cama.
Al día siguiente Esa mañana Harry despertó bastante más temprano de lo normal, luego de tomar una ducha y ponerse su uniforme, se dirigió hacia la cafetería. Una pequeña oleada de nervios atravesó su cuerpo cuando vio a Malfoy recostado sobre el umbral de la puerta, mientras buscaba las llaves de la cafetería intento no hacer ni el más mínimo contacto visual con aquel chico, pues no quería admitirlo, pero lo intimidaba un poco, con su altura y su traje negro de marca hacía que cualquiera pareciera pequeño y miserable. Harry entró y detrás de él, siguiéndolo, estaba Malfoy. -¿Lo regular? - preguntó Harry en un tono cortante - De hecho no, no estoy aquí para tomar café...La verdad estoy aquí para...- aclaró su garganta - Emm, entenderás que esto es un poco difícil para mí, no estoy acostumbrado a pedir disculpas...Bueno, estaba aquí para disculparme contigo...Lo que hice ayer...Lo que hice ayer no tiene justificación, solo tratabas de ayudar. Harry se quedó tan perplejo que siento la necesidad de recordarse no abrir la boca por el asombro. - No-no hay problema, comprendo perfectamente - dijo cortante, sabía que se estaba disculpando pero aún asi no podía evitar ser cortante con el dada su actitud la tarde anterior. -Puedo notar en tu rostro que no sientes lo que dijiste, de verdad lo siento, estoy tratando de cambiar pero no me rebajaré, no voy a rogar que me perdones, Potter, no fue nada del otro mundo. Aún así, si te parece...- le dio lentamente un pedazo de papel con una ubicación - es la ubicación de mi casa, si estás interesado, te espero a las 6:00. Se alejó lentamente y Harry se sentía tan extraño que no pudo ni contestarle.
Draco sabía que se arrepentiría de disculparse, eso dañaría su ego, pero una voz en su mente decía que todo era diferente con este chico, había algo en el, algo que no sabía que era pero quería descubrir. Sus padres no pasaban en casa la mayoría del tiempo, así que eso no era inconveniente, Harry y el tendrían toda la noche para si solos.
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