Poco a poco, Harry abrió sus ojos para darse cuenta que estaba en el cuarto de Malfoy, más específicamente en su cama, se puso rojo con solamente pensar en la idea de que los dos habían dormido en la misma cama. En ese instante, Draco entró al cuarto con una bandeja en sus brazos, se sorprendió al ver que Harry se había despertado.
-Eh...te traje desayuno, intenté hacer lo mejor que pude pero nunca he cocinado en mi vida... - dijo apenado. -¡¿Nunca?! - Dijo Harry en un tono de incredulidad por lo que Draco se puso incómodo - Bueno, eso no importa, se ve delicioso, Draco Cuando Harry dijo su nombre Draco pudo sentir un escalofrío recorrer toda su espalda.
- Em...quería...quería preguntarte...¿Ayer dormimos en la misma cama? -No Potter, que crees de mi, soy un caballero. Te arrope y dormí en la sala, abajo. -Oh.. -¿Por qué? ¿Desearías que no hubiera sido así? ¿Qué hubiera dormido contigo? Harry pudo sentir su rostro ponerse rojo y caliente, no podía creer que Draco Lucius Malfoy estuviera coqueteando con él. -Bueno, desayuna y dúchate, puedes tomar prestada mi ropa, te quiero llevar a un lugar especial. -O-ok - dijo Harry aún apenado por el coqueteo de Malfoy
Después de desayunar, Harry se duchó rápidamente y eligió prendas del clóset de Draco, su fuerte olor estaba impregnado en cada prenda y eso le encantaba.
Bajó rápidamente las escaleras y encontró a Draco sentado leyendo un libro, debajo de esa luz le pareció hermoso, como si toda su alma se veía reflejada, veía aquel chico duro por fuera pero que cargaba dentro de él un alma hermosa.
-Estoy Listo - dijo Harry sorprendiendo a Draco Por un momento Harry pudo ver una sonrisilla asomarse en el rostro de Draco. -Bueno, vamos, sígueme.
Luego de un corto viaje en taxi, llegaron a un bosque hermoso. A Harry le encantaban los viajes en carretera, ver pasar los árboles y cada tono verde, cada matiz de cada flor y árbol por lo que disfrutó mucho el viaje.
Al llegar, Draco le contó porque lo había llevado ahí, el y su madre iban todo el tiempo cuando tenían problemas con su padre, pues su padre, Lucius, se metía con gente muy peligrosa. Harry pensó que en cualquier momento el chico rompería en llanto, pero no lo hizo, solo continuó caminando.
De un momento a otro, empezó a llover y para protegerse, Draco y Harry corrieron a refugiarse debajo de los árboles, pero al llegar, Draco tropezó y por accidente, porque estaba tomando la mano de Harry, terminó sobre el. Por segundos solo se quedaron ahí, observándose mutuamente, Draco no entendía como un ser podía ser tan bello y Harry pensaba lo mismo.
Cuando el alma y el control se liberan y los deseos más profundos escapan y rompen barreras, ahí es cuando finalmente se es feliz. Así se sintió Draco cuando por un impulso finalmente besó a Potter.
En ese momento, no existía nada alrededor de ellos, solo el y Harry. No había lluvia, ni lodo, ni dolor, ni temor, solo era el y Harry. Sintió como todo se desvanecía y por un momento parecía que estaba en el cielo, no tenía miedo de nada. Era ellos, solos, infinitos, amándose sin nadie que lo pudiera evitar.
Fue en ese momento cuando una voz vino a la mente de Draco, era su padre, diciéndole cuán decepcionado estaba de él, como era posible, su hijo con un cualquiera.
Todo se acabó en ese momento, el pánico invadió todo su ser, esto no podía pasar, no lo permitiría.
Se levantó llorando y corrió y corrió hasta encontrar el taxi, estaba apunto de abrir la puerta cuando Harry tiró de su brazo y lo besó.
-Draco, se como te sientes y se que es difícil, estás lleno de miedo pero créeme que mientras esté en este planeta no voy a dejar que nada malo te pase, hay algo en ti que no se como describir pero me hace amarte como nunca he amado a nadie Draco, te acompañaré y estaré a tu lado, se que puedo...se que puedo ayudarte - dijo rompiendo en llanto - Por favor... Te amo Draco Malfoy, no te atrevas a quitarme eso.
Los chicos sabían que casi no se conocían pero era ese fuerte sentimiento que se acumulaba en sus pechos el que les decía que todo eso no importaba, era como si un hilo invisible hubiera estado pendiendo de ellos por mucho tiempo y finalmente se había tensado.
Harry sabía que tomaría mucho tiempo sacar a Draco de ese hueco oscuro que su fría niñez había cavado, pero no le importaba, lo amaba, y eso era más fuerte que cualquier otra cosa en el mundo.
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