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Continuemos con la aventura de Bell y sus amigos. 
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**Capítulo 7: Las Pruebas del
Corazón**

A medida que Bell y su grupo avanzaban por el bosque, el ambiente empezó a cambiar. La luz del sol se desvaneció, cubriendo todo con una sombra inquietante. Los árboles parecían susurrar secretos entre sí, y una brisa fría recorrió el camino. 

"Esto no se siente bien," murmuró Aiko, mirando a su alrededor con desconfianza.

"¿Estamos cerca del Kyuubi?"  Bell sintió un nudo en el estómago.

"No lo sé, pero debemos mantenernos juntos y seguir adelante."

De repente, un estruendo resonó en la distancia, seguido de un grito desgarrador.

Hiroto se detuvo en seco. "¿Escucharon eso? ¡Alguien necesita ayuda!"  Sin pensarlo dos veces, el grupo corrió hacia el sonido.

Al llegar a un claro, encontraron a un joven atrapado en una trampa mágica, rodeado de sombras que parecían cobrar vida.

"¡Ayuda!" gritó el joven con desesperación. "No puedo salir de aquí." 

"¡Cuidado!" advirtió Bell, al ver cómo las sombras se acercaban y comenzaban a atacar al joven.

"Tenemos que actuar rápido."  Aiko utilizó su magia para crear un escudo protector alrededor del joven, mientras Hiroto se lanzaba al ataque contra las sombras con su espada. Bell también se unió a la lucha, utilizando su agilidad para desviar los ataques.

 Después de unos minutos intensos de combate, las sombras finalmente fueron derrotadas y desaparecieron en un estallido de oscuridad. El joven respiró aliviado cuando Aiko disipó el escudo.

  "Gracias," dijo él, aún temblando. "Creí que estaba acabado."

  "¿Quién eres?" preguntó Bell, ayudándolo a levantarse. 

"Soy Ren," respondió el joven con gratitud en sus ojos. "Vine aquí buscando respuestas sobre mi familia, pero me encontré con estas criaturas."

  "¿Tu familia? ¿Qué pasó?" inquirió Aiko con curiosidad. 

Ren miró hacia el suelo, triste. "Mi pueblo fue atacado por el Kyuubi hace años. Perdí a mis padres en ese ataque y he estado buscando la manera de detenerlo desde entonces."

Bell sintió una conexión instantánea con Ren; su historia resonaba con la búsqueda que ellos mismos estaban llevando a cabo.

"Nosotros también estamos buscando al Kyuubi," dijo Bell con determinación.

"Si quieres, puedes unirte a nosotros." 
Ren asintió con gratitud."Me encantaría ayudar en esta lucha." 

Con la nueva incorporación del grupo, continuaron su camino juntos.

Sin embargo, pronto llegaron a un cruce donde dos caminos se separaban: uno oscuro y tenebroso y otro iluminado por una luz dorada. 

"¿Cuál debemos tomar?" preguntó Hiroto, mirando ambos caminos con cautela. 

El Guardián de los Recuerdos apareció nuevamente ante ellos en forma etérea.

"Cada camino representa una prueba diferente," explicó él."El camino oscuro probará vuestra valentía; el camino dorado probará vuestro corazón." 

Bell miró a sus amigos y luego al Guardián. "¿Qué debemos hacer?" 

"Debéis elegir uno," respondió el Guardián solemnemente. "Pero recordad: cada elección tendrá consecuencias." 

Después de deliberar entre ellos, Aiko tomó la palabra: "Creo que deberíamos tomar el camino oscuro. Necesitamos demostrar nuestra valentía si queremos enfrentarnos al Kyuubi." 

Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a avanzar por el sendero sombrío. La oscuridad parecía envolverlos mientras avanzaban, pero Bell sintió una extraña energía surgiendo dentro de él. 

A medida que profundizaban en la oscuridad, comenzaron a escuchar susurros: voces del pasado que hablaban sobre sus miedos más profundos y dudas sobre sí mismos. 

"¿Qué pasa si no somos lo suficientemente fuertes?" murmuró Hiroto, angustiado por las voces que resonaban en su mente. 

Bell los miró a todos y dijo: "No estamos solos en esto. Juntos somos más fuertes que nuestros miedos."

  Con esa declaración, las voces comenzaron a desvanecerse lentamente y la oscuridad se disipó un poco ante su determinación. 

Finalmente llegaron a un claro donde una figura oscura los esperaba: era una versión oscura de ellos mismos, reflejando sus inseguridades y miedos.  "Debéis enfrentaros a vosotros mismos," dijo la figura oscura con voz profunda y resonante.

Bell sintió un escalofrío recorrerle la espalda mientras miraba esa sombra distorsionada de sí mismo. Pero no estaba dispuesto a rendirse.

"¡No somos lo que tememos!" gritó Bell con fuerza. 

En ese momento, cada miembro del grupo se enfrentó a su propia sombra; lucharon no solo físicamente sino también emocionalmente contra lo que les atormentaba.

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EL ACCESO DE BELL: PORTADOR DEL KIUUBY (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora