Incómodo 2

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Las cosas se volvieron incómodas, muy incómodo. Satoru los miro a ambos, sin saber que decir. La intensidad de los ojos verdes de la mujer, la diversión en ella le daba mala espina. Suguru también parecía tenso. ¿De que habían hablado?

—¿Qué los presente? —Parecía un idiota, como si la idea nunca cruzó su mente. Geto lo miró como si estuviera viendo a un idiota, parecía bastante molesto. Satoru no sabía si estaba molesto por él o por la situación en la que se encontraban.

—Por supuesto. No puedo creer que no le hayas hablado a tus amigos de nosotros —ella usó un tono meloso, dejando un beso en su mejilla, manchando el color rojo en la piel del joven, molestando más a Suguru y desconcertando a Gojo.

—¿Por qué tengo que hablarles de ti? —Recibió ambas miradas indignadas.

Suguru estaba resignado, ¿por qué se había enamorado de este idiota? La mujer se aferró al brazo de su amigo como una sanguijuela.

—Suguru ella es Lillian. Lillian este es Suguru —Los presentó rápidamente —Ahora ya se conocen.

Ella le sonrió divertida a Suguru, aún aferrada al brazo de Satoru.

—Escuché muchas cosas agradables de ti —Su tono meloso, mientras miraba a Geto de arriba abajo desconcertó a la víctima de tal escrutinio y al hombre que estaba al lado de la joven, ella se lamia los labios rojos.

—Lillian... No los molestes —La amonestó.

—Satoru... Se que no le serias fiel a ninguna mujer —decía para desconcierto de ambos amigos —Quizás debas salir con un chico.

—¿Qué? —Satoru parecía genuinamente nervioso. Geto lo sabía, su mejor amigo nunca había mostrado interés en otros chicos mientras estaba a su lado. Siempre eran preguntas sobre chicas, preguntando la opinión de Suguru por algo en particular, cuando indagaba sobre si le gustaba una chica o no.

—Si no lo quieres, puedes dejármelo a mi. Prometo cuidarlo bien —La mujer se alejó de Satoru para acercarse al chico de cabello negro. —Es muy guapo.

Geto se sonrojo. No estaba acostumbrado a que las mujeres sean tan descaradas en sus avances y coqueteos. Ella también besó su mejilla para su consternación y la de su amigo que parecía furioso por alguna extraña razón. ¿Satoru estaba celoso de que la chica se le insinuara? Eso debía ser lo que lo molestaba.

—Al idiota de mi primo le gustas mucho —La escuchó decir, mientras le sonreía divertida.

—¿Q-qué? —Estaba desconcertado. La mujer puso los ojos en blanco, pareciendo que hablaba con un par de idiotas.

—El perdedor de ahí —señaló a Satoru—es mi primo.

—¿Primo? —No pudo evitar preguntar.

—Si. ¿Eso fue lo que pudiste captar de toda la conversación? Fue divertido verlos a los dos como cachorros enfermos de amor, rondándose uno al otro. Me cansé un poco. Pueden hablarlo ahora —Parecía exasperada. Miró a Satoru —Primo, ¿Está aquí el tipo lindo de primero?

—¿Tipo lindo de primero? No hay ninguno —Satoru dijo de inmediato, para él era verdad.

—El rubio con el que te Vi una vez...

—¿Nanami? —Satoru parecía abrumado por lo que para él era, el mal gusto de su prima. Nanami no tenía sentido del humor.

—¿Ese es su nombre?

—El estaba por ahí —Fue lo único que pudo decir.

La chica se fue a buscar al rubio para consternación de los dos. Satoru sintiendo pena por el desgraciado. Suguru con la mente en blanco después de todo.

—¿Te gusto? —Fue lo que pudo articular. Que alguien lo comprenda, nunca pensó que alguien más se confesaría en su lugar por él. Menos la bruja de su prima.

Un corazón en tormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora