k a d u p u l [dani olmo & jules kounde]

[flor]

"Tu me contaste que aquel amor se marchó
Y muy dentro de tu alma un dolor dejo"

🌸💞

Los chicos caminan en dirección opuesta a él, siente sus manos picar ante la impotencia que tiene. Sabe que no es su culpa, pero después de todo... Vitor ha significado mucho en su vida, otra vez, después de lo de Ousmane. 

El brasileño no ha tenido compasión con él. 

—¿A dónde vas? —se detiene de pronto al escuchar la pregunta y mirar a quien lo ha tomado de los hombros. 
—El entrenamiento es hacia ahí. —Dani parece alegre, de hecho siempre lo ha sido. Aprieta sus labios cuando el aroma suave llega a él. ¿Qué alfa huele tan suave? 

—Iba por algo al vestuario... aunque creo que es innecesario. —Dice, una respuesta vaga que hace al español asentir. 

—¡Vamos! —Dani no lo suelta. Lo sujeta del hombro y lo lleva consigo. Sus pasos son seguros y va parloteando sobre algo, Jules no logra escucharlo en lo absoluto. Su mirada se concentra frente a él y el mensaje que le mandó hace una hora Roque. ¿Para qué quería verlo después de todo? Agradeció mentalmente que Dani aparezca de la nada y lo lleve consigo. 

Se dejó ser mientras el alfa seguía parloteando, mencionó algo sobre la champions, sobre su debut, sobre algo de España vs Francia. 

Jules no lo entiende del todo, su mente se enfoca en el suave aroma que desprende el alfa. Se sigue repitiendo la misma pregunta, ¿cómo podía tener ese olor tan parecido al suyo? 

Sus mejillas se calientan ante sus tontos pensamientos. Llegan al gimnasio en donde ya todos están, ahí recién Dani lo suelta. 

—¿Con quién harás los ejercicios? —pregunta. No es la primera vez que hablan, de hecho podría decir que hablan todos los días. Pero aún así, esta vez parece que los nervios le juegan tan en contra. 

—Lamine me había dicho que lo acompañé con algunos ejercicios... pero... puedo dejarlo con Pau y hacerlo contigo. —entre risas cortas Dani dijo, Jules sintió sus mejillas calentarse aún más para asentir después. 
Pobre Lamine, pero él también quería compañía. Más cuando vio al joven brasileño entrar al gimnasio y mirarlo de esa forma que no le agradaba. 

Todo transcurrió rápido. Entre una charla fluida sobre canciones, moda y cualquier cosa que se le ocurriera a Olmo. 
Kounde ni siquiera noto las horas pasar. Hasta que vio como los más pequeños se agrupaban a tomar agua y conversar de forma amena. Dani lo dejó en ese momento, su omega gruño molesto y cuando noto a Vitor acercarse a él, tuvo que salir huyendo hacia donde estaban los demás. Aunque preferiría haberse quedado a hablar con Roque. 

—Esta es una flor de Nardos... —dice Fort mientras señala su palma abierta. —Está florecido siempre, mamá dice que es porque estoy enamorado de lo que hago, aunque en realidad estoy enamorado de Gugu... —murmura el omega y Jules se ríe, a esa edad son tremendos. 

—El mío no florece aún. —Casadó protesta mientras forma un puchero. Su flor se notaba vivaz en su palma, hojitas verdes y pétalos brillantes que aún no abrían. Lucía como un hermoso girasol. 

—¿Y el tuyo, Jules? A ver. —Fue Cubarsi quién preguntó, el omega francés apretó sus puños y escondió ligeramente sus manos. —Muéstranos... tú nunca quieres mostrarnos. —murmuró el catalán. 

—Oh... es que... saben que mi corazón está mal herido y pues... saben como son las cosas. —siente un nudo formarse en su garganta cuando ve todas las miradas sobre él. —Aunque nunca ha florecido... 

Abre sus palmas con cuidado y la imagen marchita sorprende a los pequeños, sus miradas curiosas se concentran en el destello ausente. Una opacidad enfermiza que rodea a la flor. 
Jules se siente expuesto cuando todos están concentrados en mirar su Palma abierta. 

—Yo soy el mayor hater de ese negro... sin ofender a los demás negros y a mi mismo. —Lamine dice con enojo, su ceño levemente fruncido. 

—Contienes mucho odio para ser tan pequeño. —Pau le desarregla el pelo entre risas. 

Pero quien se ha mantenido en silencio es Olmo, el alfa aprieta sus puños con ligereza mirando con suma atención la Palma abierta del francés. La flor que adornaba de forma tan opaca la mano de Jules, era la misma que se impregnaba en su piel, con la misma forma y misma opacidad. 
Su alfa se retuerce en su interior buscando calmar la curiosidad. 

Se centra en observar, después mira el rostro de Jules un poco triste, no puede percibir su aroma por el parche que tiene. Pero no lo duda, esa flor... es la misma que él tiene y solo puede significar algo. 

Que Jules y él son destinados, no lo duda en lo absoluto. 

—¿Por qué no florece? —pregunta Lamine un poco curioso. Ya ha terminado de pelear con Cubarsi por tocar su pelo. 

—No lo sé... simplemente ha sido así desde que tengo uso de razón, incluso cuando era niño nunca marcó algún cambio. —Jules toca de forma ligera la flor. 

—Oh... eso es raro. A lo mejor tu flor solo es así. Pero se ve lindo. ¡Aunque nunca sabremos su color! —Cubarsi se queja. Su rostro aniñado no combina con su físico y mucho menos con los berrinches que hace. 

—Es muy raro... 

Jules murmura, mira con atención su Palma y después la cierra. La impotencia lo carcome mientras piensa en que puede asustar a los chicos con esto, pero cuando quiere decir algo más. Puede notar como nuevamente Pau y Lamine están a los golpes y Casadó anda recogiendo dinero que le entregan los primos adolescentes. 

Se ríe bajo, son niños después de todo. Le harán caso a todo menos a lo que dijo. 

—Quizás tu flor solamente no ha encontrado su par. —Dani murmura mientras le regala una sonrisa. Jules corresponde de forma incómoda, puede que se esté llevando bien con Dani. Pero eso no quita el hecho de que sea un desconocido aún. 

—No importa. —su única opción es mentir de a como se siente en realidad. —No es como si una plantita marchita en mi mano definiera lo que soy o quién seré. 

Dani se queda observando como el francés se marcha, un poco sorprendido por sus palabras, pero él claramente noto como cambio su estado de ánimo tras la charla con los chicos. 
En realidad le aceptaba ese tema. 

—Olmo... —el llamado le hace dar la vuelta, encuentra al brasileño más joven mirándolo con atención. —La flor de Jules no florece ni cuando está enamorado. Porque él no siente nada de verdad. 

—Quizás solo no lo conozcan bien. 

—¿Tú si lo conoces? Acabas de llegar. No sabes nada de él. 

—¿Y tú qué sabes? Nada, Vitor. Yo sé mucho más de lo que crees. 

Dani también se da la vuelta y deja al brasileño sin palabras. Y su alfa está bien con eso. 

Continuará...

Q te defienda☝️😭

Pato🌼