Octavo Capitulo: ¿Es aqui donde quieres estar?

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Taeloss avanzaba con prisa por un pasillo de cuarzo decorado con una alfombra negra, enormes ventanas lo acompañaban de un único lado, cuya luz del día se veía opacada por enormes banderas con un logo en medio; Una espada negra, con dos alas de dragón abiertas a los lados.

El joven se veía concentrado, sostenía su móvil en sus manos.

Dentro de otra habitación, estaba Maestro junto a otra persona. Un hombre blanco, de pelo completamente negro y con ojos amarillos. Llevaba un uniforme negro, con una medalla de una espada y alas como el logo del gremio. Tenía pecas y un arete en una de sus orejas.

"¿Esta todo preparado para la celebración, Maestro?" Pregunto ese hombre, girándose a Maestro que veía su celular.

"¿Tan desesperado estas por retirarte, Merengue?" Pregunto Maestro con una sonrisa, se levanto de su silla caminando hacia él. "Si, esta todo. ¿Pero estas seguro que no quieres que ningún integrante resguarde las reliquias?... digo, podríamos contratar a alguien. Pero me parece algo arriesgado." Recomendó Maestro, mostrándole su celular a Merengue.

"Si, mi hija nacerá pronto. No quiero arriesgarme a que pierda a su padre en una lucha... y ya que es la ultima vez que me verán, quiero despedirme de todos. Así que preferiría contratar a alguien, es una fiesta para los miembros también." Explico merengue, formando una leve sonría.

"Ya veo. entonces quien soy yo para juzgar ese deseo." Maestro acepto y se volvió a sentar, subiendo sus piernas a la mesa y recostándose de la silla. Merengue alzo la ceja al ver eso.

"Sabes que esta oficina sigue siendo mía por tres días más, ¿no?" Comento, viendo de reojo a Maestro con molestia.

"¡A ver, alguien tiene que mejorarla- muchos libros y papeleo! Yo y Taeloss deberíamos comenzar a hacer cambios... Como líder eres demasiado serio." Se quejo maestro en lo que miro a su alrededor, había varias estanterías llenas de pergaminos, gemas y libros, estandartes con el logo del gremio alrededor y algún que otro trofeo.

De resto el escritorio apenas tenía unas monedas, informes y un libro abierto. Ya había cajas empacadas al lado.

"Tch, de todos modos, más de la mitad de este gremio me seguirá viendo como líder cuando me retire" Merengue se cruzó de brazos formando una sonrisa triunfante, entonces Taeloss irrumpió en la oficina dando un portazo. Ambos lo miraron de pies a cabeza, confundidos.

"¿Era necesario, Taeloss?" Interrogo Merengue entre dientes, entrelazando los dedos. "Esa puerta es nueva."

"Lo siento, pero creo que tengo algo muy importante que decirles" Taeloss cerró la puerta rápidamente, para luego caminar hacia ambos. Maestro alzo una ceja y se inclinó hacia el con intriga.

"¿Y que podía ser?" Maestro alzo una ceja, curioso. Merengue endureció su mirada y guardo silencio, mientras Taeloss se apoyó del escritorio mostrándole su móvil a ambos. "Ahora les explico." Dijo

Ahí se veían imágenes de un enorme Boss muerto. El mismo que Diego había asesinado. Tenia sus ojos completamente derretidos hasta la calavera, como el medio de su frente. Había fotos de todos los cortes y la piel quemada, aun humeando.

"Este Boss, era un Agrex adulto. Se necesitaría al menos un escuadrón de quince para derrotar a uno. Pero parece que lo derrotaron tan solo con un par de golpes... como si otra criatura lo hubiese hecho. Una mas pequeña." Explico. Merengue parpadeo varias veces.

Curses - White ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora