Un pedacito de cielo (Naruto x Anko)

Capitulo 16

"¡Naruto!" Yugito gritó, esquivando rápidamente pero apenas sus garras para evitar destrozarla, "¡Cálmate! ¡Sé que estás enojado conmigo, cab-mierda!" Ella exclamó cuando logró esquivar otra estocada, sin embargo, a pesar de que Naruto estaba de espaldas a ella, no tuvo tiempo de esquivar la enorme cola de chakra que la golpeó. Aunque logró levantar los brazos para bloquearlo, aun así la golpeó con fuerza. Ella voló unos metros después del impacto, chocando y rodando contra el suelo hasta que patinó y logró recuperar el equilibrio.

"Está bien..." gruñó Yugito, limpiando el pequeño rastro de sangre que se filtraba desde la comisura de su boca hasta su barbilla. Sus ojos estaban fijos en el chico rubio que acababa de darse la vuelta para hacerle lo mismo, "Si así es como quieres jugar, que así sea".

Yugito Nii ahora estaba a cuatro patas, y dos colas negras y azules hechas de llamas crecieron justo encima de su trasero. Sus ojos cambiaron de negro a amarillo brillante, con iris felinos. Sus caninos se convirtieron en colmillos, afilados como cuchillas, y sus uñas se alargaron alrededor de cinco centímetros. Dos colas de chakra ardiente se emitieron detrás de ella y comenzaron a girar como el jinchuuriki que tenía delante. Se miraron el uno al otro, mostrando sus ceños fruncidos.

"No quiero lastimarte, Naruto." ella le dijo: "Pero si sigues interponiéndote en mi camino, las cosas van a terminar mal para ti".

Como si eso fuera un insulto, Naruto la recompensó con un gruñido y cargó directo hacia ella. Yugito hizo lo mismo y se permitió enfrentarse cara a cara con su nuevo oponente.

"Un montón de mocosos molestos, ¿no?" Hidan comentó con una sonrisa engreída: "El Señor Jashin estará encantado de tenerlos como sacrificio. ¡Yo digo que lo hagamos rápido y los matemos ahora!"

"Tranquilo, Hidan." Kakuzu advirtió: "No seamos imprudentes. Puede que sean papas fritas, pero eso no significa que debamos subestimarlos. Cometimos ese error la última vez".

Shikamaru apretó los dientes, "Kakashi-sensei, ¡¿qué está pasando con Yugito y Naruto?!"

Kakashi miró hacia su lado para mirarlo, "No tengo idea, esperaba que me lo dijeras". Luego miró hacia los dos miembros de Akatsuki, "Sin embargo, no podemos preocuparnos por ellos ahora. ¿Seguimos con el mismo plan?"

Shikamaru asintió, "Sí".

Hidan cambió su postura y agarró su guadaña con ambas manos, "¡Al diablo con esto! ¡Si ustedes están dispuestos a morir tan mal, entonces vámonos!" El religioso cargó hacia adelante, directo hacia los dos hombres que tenía delante. Kakashi avanzó en respuesta y bloqueó un golpe de la guadaña de Hidan con un kunai. Luego contraatacó con una patada giratoria que fue esquivada, y tuvo que agacharse bajo el siguiente golpe de la guadaña de Hidan, recordando lo que Shikamaru le dijo acerca de evitar que esa guadaña goteara sangre. La serie de esquivar, parar y atacar continuó, mientras se movían por el claro para esquivar los ataques del otro, y las risas locas de Hidan se escuchaban durante todo el proceso.

Chouji se abalanzó sobre el hombre enmascarado usando su Jutsu de Expansión, agrandando su puño cinco veces su tamaño. Para sorpresa de todos, el hombre bloqueó fácilmente el gran puño con su mano. Kakuzu rápidamente cerró la distancia entre ellos y comenzó a lanzar una serie de golpes propios en la cara y el pecho.

Al darse cuenta de que había una delgada sombra en el suelo dirigiéndose hacia él, Kakuzu pateó al gran ninja de Konoha y saltó hacia atrás. Chouji gruñó cuando su espalda golpeó contra el tronco de un gran árbol.

"Hmph. Esta molesta estrategia de tratar de mantenerme distraído para que puedas atraparme con ese jutsu de sombras realmente se está volviendo vieja". Kakuzu se burló mientras esquivaba rápidamente la sombra que lo seguía. Shikamaru simplemente lo ignoró y permaneció concentrado en su tarea. Ino decidió respaldarlo lanzando kunai con etiquetas explosivas al hombre grande. Kakuzu los esquivó y bloqueó fácilmente mientras continuaba corriendo, mientras explotaban uno por uno detrás de él. Luego, Ino dejó que una de las etiquetas explosivas se cocinara en su mano por un momento antes de arrojarla directamente a los pies de Kakuzu. Kakuzu saltó alto en el aire en respuesta, tan pronto como la etiqueta explotó.