My sweet Prostitute (Traduccción)

1. The Hills

Este fic no es mío, es una adaptación en portugués.

***

POV Chiara

- Mierda, necesito follar.

Eran las 22 hrs. acababa de terminar de ver White Chick, y yo estaba empezando a hablar conmigo misma.

- Genial Chiara. ¡Pareces una loca, ya hasta hablas sola!

Hace seis semanas que no tenía sexo. En mis registros, eso era un periodo bastante largo. Sin embargo, esa única voluntad que antes era constante en mi vida, actualmente estaba decayendo en mi lista de prioridades.

- Bueno, ya vi que aguanté seis semanas sin sexo. Pero que mierdas, tampoco soy de hierro.

Me puse unos vaqueros, una camisa negra y mi chaqueta de cuero. Fui hasta mi Porsche Cayenne y me dirigí al sitio donde durante los meses que me sentía caliente y excitada buscaba a una mujer.

La calle estaba desértica y silenciosa, como siempre. Un pequeño letrero rosa- neón muy discreto brillaba sobre una puerta bien adornada. "The Hills".

Entré al lugar sin tocar. Era como de la casa ya, había estado allí miles de veces. Un ambiente oscuro, decorado en madera, albergaba hombres de clase alta y mujeres preciosas y bien vestidas. Gran parte de los clientes eran señores respetuosos fuera de aquel ambiente. La luz débil era agradable, misterioso y caliente. Las canciones aleatorias, pero siempre sensuales, ayudaban en la ambientación del lugar.

El bar central estaba acomodado por dos preciosas chicas que preparaban todo tipo de bebidas. Algunos hombres les coqueteaban mientras ellas hacían su trabajo. En los rincones, muchos sofás y mesas estaban ocupados por parejas, unos más discretos y otros completamente sin pudor.

- ¡Chiara! ¿Eres tú?

Me giré y vi un rostro conocido.

- Hola. Noe.

- ¿Dónde has estado? Pensé que nos habías abandonado.

- Estuve fuera durante un tiempo. Problemas con la empresa. – Mentí.

- Vas a tener que compensar los días que estuviste ausente entonces.

Con un guiño, Noe me llevó al bar, pidiéndole a una chica morena que me sirviera una buena dosis de Whisky.

- ¡Hola Chiara! – Tres chicas me saludaron. Me giré y vi a tres bellezas. Denna, una rubia hermosa y bastante pequeña, Naiara, de mediana altura y con rasgos latinos y Suzete, una chica negra bastante guapa.

- Hola chicas. ¿Cómo estáis?

- Bien, pero te hemos echado de menos. – Respondió la rubia, con cierta insinuación en la mirada. 

- ¿Estuviste frecuentando otros "ambientes"? – Preguntó Denna.

- No, estuve viajando por trabajo. – Mentí de nuevo.

No quería hablar de que mi desaparición se daba a mi total falta de voluntad a tener sexo, y que ahora necesitaba ponerme al día.

- Bueno, necesitas relajarte entonces. – Naiara habló, acercándose para hacerme un masaje en los hombros.

- Las tres están libres, Chiara. – Dijo Noe, como si las chicas no estuviesen allí. Sonrió con malicia.

Fue cuando la vi, una chica que, hasta entonces, nunca la había visto en The Hills. Una chica aparentemente normal. Cabello a media melena, piel bronceada, rasgos andaluces, casi de la misma altura que Naiara y parecía completamente desplazada.