Capítulo 1

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El colegio

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El colegio

—Oh wow. —digo sorprendida—esto es hermoso.

Su exterior es tan moderno y tan bonito que hasta ganas de estudiar me dieron.

—Si cariño es uno de los mejores colegios de la ciudad.—dice mamá.

Bajamos del auto y nos encaminamos a los adentros del colegio, al entrar observo mis alrededores y todo es una belleza.

Una señora bastante elegante que al verla lo primero que me llamó la atencion fue su cabello cobrizo, se acerca a nosotras con una gran sonrisa.

—Buenas tardes, soy la directora Sonia Evans, tú debes ser Madelyn Carter.

—Mucho gusto señora Evans.

—Encantada de tenerla por aqui señorita Carter. Una de tus compañeras se ofreció a darte un recorrido por las instalaciones del colegio, mientras tanto tu mamá y yo hablaremos algunas cosas.

Una chica bajita de cabello azabache se acerca a mi con una gran sonrisa.

—Holaaaa soy Vanesa y seré tu compañera, ¿como te llamas?

—Hola Vanesa mucho gusto soy Madelyn.

—El gusto es mio Madelyn. Vamos hay muchas cosas que debo enseñarte, pero primero vamos para que conozcas tu habitación.

Subimos la escaleras y Vanesa me guia por un pasillo que nos lleva a una aréa que parecen ser las habitaciones.

—Por cierto también somos compañera de habitación. —me dice con una sonrisa.

Observo la habitación, es pequeña pero se vé bastante acogedora.

Y cuenta con un balcón donde se puede apreciar el hermoso dia que hace.

—Vamos a la cafeteria a comer algo y hablamos un rato para conocernos más. —Propone Vanesa.

—Me parece buena idea, vamos.
—respondo.

Me encargo de buscar una mesa que sea de mi agrado mientras Vanesa va y pide algo de comer.

Llega a nuestra mesa con unas donas de chocolate que se ven riquisimas, pone la bandeja sobre la mesa y se sienta.

—Son exquisitas.—Extiende la bandeja hacia mi—Pruebalas.

Agarro una dona y le pego una mordida. Wow el sabor no se ni como describirlo, la suavidad del pan, el sabor del chocolate, las chispas de colores; en pocas palabras es una delicia. Cierro los ojos y me concentro en el sabor, cada mordizco que doy es un deleite para mis papilas gustativas.

Abro los ojos y veo a Vanesa conteniendo una carcajada.

—Te dije que son exquisitas.
—dice mientras come una dona.

—Tienes toda la razón. Ire a pedir algo de beber, tengo muchisima sed.
¿Quieres algo?

—Un agua por favor.

Una apuesta para el romanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora