Ha pasado ya una semana desde que Brandon, con ayuda de Miku, había aprendido un poco sobre la historia de Japón, el migrante mexicano ahora se encuentra por las calles de Japón, caminando tranquilamente, con sus papeles en la mano, todo con el objetivo de encontrar algún trabajo.
Sin embargo, por solo ser extranjero, ninguna empresa lo acepto, siendo que regreso deprimido de vuelta a la academia en su trabajo de vendedor.
Brandon: (Maldición... ¿Es que hay algún problema solo por ser extranjero? Malditos xenófobos... están peor que Estados Unidos...)
Decía en su mente Brandon, dando un suspiro pesado, para regresar a la escuela, mientras lo hacía, noto como en la puerta oeste, se encontraba Miku y Fuutarou, cosa que sorprendió a Brandon.
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Brandon: (¿Miku? ¿Fuutarou?)
El mexicano se acercó a las escaleras, intentando escuchar que era de lo que conversaban Miku y Fuutarou.
Fuutarou: Miku... esperaba tu llegada.
Miku: ¿Qué es lo que quieres, Fuutarou?
Brandon: (Ala... me imagino una escena de Takeda y Uesugi... y yo como Emiliano Zapata... claro, cuando hablo de trajes)
Dijo, teniendo en su mente, una escena de Fuutarou portando la armadura del legendario Uesugi Kenshin, Miku portaría la armadura de Takeda Shingen, mientras que Brandon portaría la vestimenta de Emiliano Zapata.
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Fuutarou: ¡Un duelo!
Brandon: (Un duelo a muerte con cuchillos) ... ... ...
Miku: ¿Qué?
Brandon: La era Sengoku es tu era favorita, ¿Verdad? Esta vez, tu harás las preguntas.
Miku: No.
Se negó Miku, mirando en sus manos una hoja, con las letras de guerra, misma carta que usaban los generales para retar a un duelo a muerte a sus enemigos.
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