-"Aunque a simple vista parezcamos enemigos, realmente te amo".
-"¡Callate! Eres estupida, solo... besamé..."
Historia de dos gatos con tendencias homicidas de Luther. Qué apesar de que se odien y peleén por el puesto del mejor gato de la casa. Se s...
Las gotas de la lluvia caían sobre aquel vidrio. Hoy, era un día lluvioso, algo lindo y tranquilo, para mí, por supuesto. A menos de que alguién le tema a los truenos. El agua caía muy fuerte, pues era de noche. Los relampagos retumbaban por la casa, llegando a causar que algunos individuos se asustarán.
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Me quedé mirando hacía la ventana. Había mucho viento. Los arboles reboloteaban sus ojas y la hierva se doblaban en su dirección. Estaba tan tranquila, podría quedarme embobada y sin pestañear, mirando por horas el hermoso paisaje.
Pero... alguién suavemente me rodeo en brazos sobre mi cintura a mis espaldas, sacandomé de mi trance. Pude escuchar el profundo ronroneo un poco ronco de mi amado. El muy apegado Nyen. El suele... ser muy cariñoso a veces, solo si los demás no lo estan viendo. Pues, el nunca haría esto frente a Luther. Yo tampoco lo haría, le tengo mucho respeto a mi amo. No puedo dejarme llevar por mi egoísmo. ¿No?
‐"¿Qué es lo que quieres?" Dije tranquilamente.
-"..."
Mierda. Otra vez sin contestarme. Odio su puta ignorancia. Y él lo disfruta.
-"Mmh..." Siseé. Mis bigotes erizandose. Lo único que obtuve fue una pequeña risita maliciosa, mientrás el escondía su cabeza en mi cuello. Aspirando mi aroma. Pude sentir su leve inhalación lenta y profunda. Era algo tan amoroso. Y a la vez, tan irritante. Te odio. Sus brazos me estrujian suavemente. Podía sentir sus musculos relajarse mientras bajaba la presión. Nyen, siempre ha sido un hombre fuerte. A veces, puedo llegar a verlo mirando Judge Judy mientras levanta pesas. Y en otras ocasiones, tomando cerveza también. Un lindo borracho.
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Estaba a punto de dejarme llevar por el sueño. La noche se me hacía muy pesada, siempre.
-"Oye... deberíamos ir a la cama..." Volteé mi mirada hacía el. Pero... en está ocasión, no me ignoraba a proposíto. Sí no, se quedo mirando fijamente hacía la ventana. Al parecer había presenciado algo cerca del hogar. Su expresión estoica paso a una con mucha atención. Sus ojos bien abiertos y sus bigotes erizados.
