Rompiendo (Naruto x Kurenai)

Capitulo 11

Kurenai sólo pudo mirarlo con una cara de abrumadora sorpresa. No sabía qué decir, y cualquier palabra que intentara salir de su boca terminaría como una palabra o letra entrecortada.

Asuma suspiró al ver su reacción. Cerró los ojos y metió las manos en los bolsillos, apoyándose contra el edificio que servía como pared del callejón en el que se encontraban, "Lo siento, Kurenai".

"¿C-cáncer de pulmón...?" Kurenai tartamudeó, "Pero... ¿Fuiste al hospital? Pueden intentar-"

"Es maligno, Kurenai." Asuma interrumpió tristemente: "Todas las enfermeras y médicos a los que he ido dicen que no hay forma de curarlo. Sé que me veo bien, pero aparentemente no es algo que empeore con el tiempo. Simplemente... te acaba un día". "Es como una bomba de tiempo. Es un cáncer muy raro de contraer, y creo que soy uno de los bastardos afortunados en padecerlo". Soltó una risa sarcástica al final.

Los ojos de Kurenai comenzaron a llorar, "...¡Seguí diciéndote que dejaras de fumar esos malditos cigarrillos!" gritó con un sollozo, una mezcla de ira y espanto haciendo que las lágrimas cayeran por su rostro, "¡Te lo dije! Sabías que no eran buenos para ti, ¡y ahora mira lo que pasó! ¿Por qué no me escuchas?". ?!"

La expresión facial de Asuma no cambió ni un poco cuando Kurenai le gritó, como si estuviera esperando cada palabra, "... Lo siento, Kurenai".

El puño de Kurenai se apretó mientras una mezcla de emociones se gestaba en su centro, "¡Maldita sea!" Se dio la vuelta y golpeó la pared de ladrillos detrás de ella con toda la fuerza que tenía, sin importarle en lo más mínimo sus nudillos. Si tuviera una fuerza sobrealimentada como Tsunade, ese edificio se habría hecho añicos. Pero en cambio, solo había un pequeño cráter en la pared de ladrillos, y Asuma tuvo que admitir que estaba un poco sorprendido al ver que Kurenai tenía tanta fuerza.

Con la sangre goteando lentamente de sus nudillos, apretó los dientes mientras más lágrimas empezaban a caer. Sin siquiera reconocer el dolor en su mano derecha, se derrumbó cuando la tristeza superó su ira. Dobló los antebrazos contra el edificio y apoyó la cabeza en ellos. Su espalda se agitaba con cada sollozo, gimiendo silenciosamente mientras gotas de lágrimas y sangre lentamente comenzaban a manchar el suelo debajo de ella.

Asuma suspiró de nuevo y puso una mano sobre su hombro. Él esperaba que ella le restara importancia, pero no lo hizo. Si ella aceptó su gesto o simplemente no tuvo la fuerza para negarlo, Asuma no lo sabía.

"No quería que te enteraras de esta manera."

Los siguientes cinco minutos los pasó Asuma escuchando los pequeños sollozos y gemidos de Kurenai.

"Cuánto tiempo..." murmuró Kurenai con la voz entrecortada.

"¿Qué dijiste?" preguntó Asuma.

"¿Cuánto tiempo... supiste que lo tenías...?"

Asuma miró hacia el suelo, "...Tres semanas".

Kurenai inmediatamente se giró y apartó su mano de ella. Sus ojos rojos prácticamente brillaban de ira, casi parecidos a los de un Sharingan, "¡¿Tres semanas?!" Ella gritó: "¡¿Lo sabes desde hace mucho ?! ¡¿Por qué me ocultas eso tanto tiempo ?!"

Asuma suspiró de nuevo, "No quería hacerte daño".

"¡¿Qué?!" Kurenai casi chilló, "¡¿Qué clase de excusa tonta es esa, Asuma?! ¡¿Es por eso que rompiste conmigo?! ¡¿Para que puedas vivir el resto de tu vida sin que yo te ate?!"

Asuma frunció el ceño y la miró fijamente a los ojos, los mismos ojos que actualmente estaban quemando agujeros en su cráneo, "No te dije que tenía cáncer porque no quería lastimarte. Rompí contigo porque no quería lastimarte". No quiero lastimarte. Sé que lo que estoy diciendo no tiene mucho sentido... pero prefiero morir contigo odiándome que amándome. De esa manera, no tendrías que hacerlo. Extrañame cuando me haya ido." Luego miró hacia el suelo, "Pero no sabía que estabas embarazada... Si lo hubiera sabido, no habría hecho lo que hice. Yo... lo siento mucho".