Rompiendo (Naruto x Kurenai)

Capitulo 12

Una colorida puesta de sol adornaba el horizonte del cielo, el sol asomando detrás del Monumento Hokage Rock. Era una hermosa tarde para el Pueblo Escondido entre las Hojas, ya que la temperatura era la adecuada, los pájaros cantaban armoniosamente y los niños todavía estaban afuera jugando, aunque se estarían preparando para regresar al interior cuando se acercara el anochecer.

Se podía escuchar a cierto maestro de genjutsu de ojos rojos gruñendo suavemente y respirando pesadamente en un desolado campo de entrenamiento. Aprovechó este día para entrenar y hacer algo de ejercicio, ya que quería volver al servicio activo lo antes posible. Le dio vergüenza ver que tenía más dificultades que antes con su rutina normal de ejercicios, pero usó esto como motivación para volver a ponerse en forma.

"Uno veintitrés... Uno... veinticuatro... O-Uno... veinte... f-cinco..." Kurenai gruñó en voz baja antes de realizar una voltereta de regreso al suelo, después de haberlo hecho con éxito. ciento veinticinco abdominales boca abajo usando una resistente rama de árbol para mantenerla suspendida. Resopló y se secó las gotas de sudor de la frente, reprendiéndose mentalmente por motivación. Solía ​​hacer ciento cincuenta de esos sin muchos problemas.

Su cuerpo comenzó a dar signos de agotamiento, ya que este era el último de los ocho entrenamientos que había planeado para hoy. Solía ​​hacer esta rutina de ejercicios al menos una vez al día todas las mañanas, pero no la ha seguido desde el día que descubrió que estaba embarazada. Kurenai hizo esto también para aliviar el estrés, y pensó que ahora era un buen momento para volver al hábito, considerando los acontecimientos recientes de su vida.

Con una camiseta sin mangas ajustada al abdomen, que estaba manchada de transpiración, y un par de pantalones deportivos de algodón sueltos, Kurenai tomó un gran trago de agua de su cantimplora antes de verter un poco en su cara y aplaudió, "Está bien, Kurenai, sólo una serie más y terminarás por hoy..." Se motivó a sí misma. Justo antes de saltar para colgarse de la rama del árbol, escuchó que la llamaban por su nombre.

"Kurenai-sensei." Shikamaru la llamó. Justo cuando hicieron contacto visual, el manipulador de Sombras suspiró, "... Necesitamos hablar".

En otro lugar, se podía encontrar a cierto shinobi rubio en el cementerio local de Konoha, sentado junto a la lápida de alguien cercano a él. Él estaba hablando de su día, contándole los acontecimientos recientes que sucedieron en su vida, a veces riéndose de algunos de los recuerdos más divertidos como si ella estuviera allí riéndose con él.

Hubo silencio por un rato. La sonrisa de Naruto se apagó y suspiró. Apoyando su hombro contra la lápida junto a la que estaba sentado, Naruto comenzó a tararear una melodía.

Nunca temiste por nada,

Nunca avergonzado, pero nunca libre,

Una risa que curó un corazón roto con todo lo que pudo,

Vivió una vida tan interminable,

Vio más allá de lo que otros ven,

Intenté sanar tu corazón roto con todo lo que pude,

¿Te quedarás?

¿Te mantendrás alejado para siempre?

¿Cómo vivo sin los que amo?

El tiempo todavía pasa las páginas del libro que está quemado,

Lugar y tiempo siempre en mi mente,

Tengo tanto que decir pero estás tan lejos...

Naruto miró al suelo, una lágrima rodando lentamente por su mejilla, "... Realmente te extraño, Sakura-chan. Desearía que todavía estuvieras aquí".