𝓜𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓸 𝓪𝓶𝓸𝓻 - 𝓔𝓿𝓪𝓷 𝓟𝓮𝓽𝓮𝓻𝓼 -

Bellakiar

Episodio 2.

TN___,

Llegue a mi casa de mal humor, esa chica había arruinado mi plan de conquista, ¿Por qué los lindos son los que tienen novia?, bueno, qué tonta mi pregunta.

-¡¡LLEGUE!!.- Grito apenas abro la puerta de mi nueva casita. 

-Hola hija, ¿Cómo te fue?.- Dice mi madre acercándose a mí, mientras me quita la mochila de la espalda. 

-Bien, mami.- Le doy un beso en su mejilla y me siento en el sillón que estaba justo frente al televisor.- ¿Algo nuevo por acá? 

-No mucho, hija, ah... miento, llamo este chico, tu amigo... ¿Luke?.- Dice mi mamá tratando de acordarse.- Que lo llames porque quiere conversar contigo, que te ha llamado y no le has contestado. 

Me rio un poco, le doy las gracias a mi mamá y voy a mi habitación a cambiarme ropa y a llamar a mi amigo. 

-Holaaa Lucas, ¿Cómo está?.- Digo apenas contesta mi llamada. 

-Bieeen, ¿y tú?, ¿tu mamá te dio mi recado?. 

-Sipi, y otra vez te cambio el nombre a Luke.- Digo riéndome. 

-Se lo paso a tu mamá porque cocina delicioso.- Dijo al otro lado de la línea. 

-Sisi, ¿Qué pasa? 

-¿¡Como que pasa!?, Se te olvido que tienes amigo parece.- Dice indignado mi amigo. 

-Lo siento, he estado ocupada tratando de adaptarme y ya sabes, pero si quieres cuando puedas nos vemos. 

-¿Te parece mañana?

-Oki doki, hasta mañana, byeee.- Le digo y cuelgo mi teléfono. 

Lucas y yo somos amigos desde que éramos unos mocosos, pero él se había venido a los Ángeles con su familia porque su abuela estaba muy enferma, de vez en cuando nos veíamos, pero ahora que volvíamos a vivir en la misma ciudad eran excusas no vernos, si ni siquiera vivíamos muy lejos. 

Cambio mi uniforme por un short deportivo, una blusa larga de un osito y mis zapatos por unas pantuflas y bajo a ver a mi mamá. 

-¿Qué ve, mamá?.- Le pregunto con las manos en los bolsillos de mi short. 

-Estoy viendo un documental de pajaritos lindos.- Dice tejiendo.- Por cierto tu papá me pidió que te dijera que fueras al taller a ayudarlo con un auto, porque él quiere venir a comer y no hay que dejar el taller solo, ¿tú ya comiste? 

-Sipi, ya comí.- Le digo a mi mamá mientras me hago una coleta alta.

-Iré a ponerme zapatillas y enseguida voy. 

Estuve toda la tarde en el taller con mi papá, me contó que habían venido a dejar un auto que había que arreglar para el viernes y que si lo ayudaba lo que restaba de semana me iba a pasar uno de los autos para ir de parranda, o como me enseño a decirle Lucas 

 Bellakiar.

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Ya había terminado mi jornada escolar del día martes, así que salí para encontrarme con mi amigo Lucas a unas calles de la secundaria y fuimos a comer hot dogs. 

-Tengo una amiga que estudia justo en la misma secundaria que tu, quizas hasta sean compañeras.

Le levanto los hombros sin decir nada porque tenia la boca llena de comida.

-En fin, ¿qué cuentas de nuevo, mujer?.- Pregunta Lucas con la boca llena. 

-Come con la boca cerrada.- Le digo con una mueca de desagrado.- Pues no mucho, tengo una amiga llamada Lauren, ella es muy buena onda. 

-Ya veo, que bueno que hiciste amigas.- Dice tomando un poco de refresco.- ¿Algún chico bellakito? 

-Hmmm.- Me rio un poco por el termino que usa, ya que no dejaba de hacerlo desde que lo escucho en algun lado. Asiento con la cabeza.- Hay un chico muy lindo, pero tiene novia.

-Buuuh.- Dice con una mueca.- Pero tranquila, como dicen, el que persevera, alcanza, no te desanimes. 

Le doy una de mis sonrisas y cambiamos de tema. 

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Ya era viernes y estaba haciendo méritos para que mi papá me prestara su auto, porque el día que salí con Lucas, me habia invitado a una fiesta de alguien que conocia, y por andar con el no lo ayude en el taller, y mi papá dijo que si lo ayudaba toda la tarde iba a pensar si pasarmelo. 

Así que aquí estaba, terminando de limpiar el auto que habian venido a dejar el lunes, se supone que debían venir a buscarlo hoy, se notaba que era de una mujer así que lo estaba dejando reluciente en lo que mi papá almorzaba.

Vi una pequeña mancha en el tablero del auto, así que me agache a quitarle hasta el último rastro de suciedad que alguna vez pudo haber tenido hasta que escucho que entra alguien al taller. 

-Hola...- Escucho una voz masculina tímida. 

Iba a sacar mi cabeza del auto cuando siento un impacto contra mi frente, me había golpeado en con la entrada del auto. 

-Ay mierda.- Tomo mi cabeza entre mi mano.-Hola. 

Digo sobando mi frente con rabia, si este imbécil no hubiera llegado no me hubiera golpeado tan duro. 

Cuando levanto la cabeza, vuelvo a notar esos rizos que tanto me gustan junto con esa sonrisa preciosa. 

-¿T/N___?.- Pregunta Evan mirándome con los ojos entrecerrados.- ¿Trabajas acá? 

-Holaaa, emmm, si jaja,- Digo nerviosa.- Bueno, más bien ayudo, es el taller de mi familia. 

Evan me mira sorprendido y luego me regala una sonrisa. 

¿Puede existir un chico tan lindo? 

-Qué genial.- Dice haciendo una pequeña pausa.- Vengo por un auto blanco. 

-¿Auto blanco?, el único auto blanco que hay es de una... mujer. 

Sentí un vacío en mí estómago, como si me hubieran dado una patada, quizás venía por el auto de su novia. 

-Sisi, es el de mi madre. 

Aún quedan esperanzas en el mundo. 

-Ahh, ok- 

-T/N___.- Escucho la voz de mi padre llegar.- Ve a comer, yo termino de atender al cliente.

MALDITA SEAAAAA, ¿Qué le costaba quedarse comiendo otro plato?, o lo que sea. 

-Nos vemos, T/N___.- Dice Evan sonriéndome. 

Ay, veámonos toda la vida, precioso.

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¡Holaa!

Espero les haya gustado.

¡¡Muchas gracias por leer!!