Estaba oscuro afuera, estaban envueltos por una espesa manta de la noche mientras yacían juntos. Los dedos fríos de Jasper bailaban arriba y abajo de su antebrazo, acariciando su piel fría con sus dedos fríos. No se pronunciaron palabras mientras escuchaban el silencio desconocido, no se podía escuchar nada más que los sonidos que la madre naturaleza creó para ellos, todo mientras los demás estaban cazando.
-Cariño -murmuró el apodo, obligando a sus ojos dorados a mirarlo-. Sé que ya hemos hablado de eso antes, pero ¿irías conmigo al baile de graduación?
Su risa llenó la habitación que compartían, haciendo eco en las paredes mientras se giraba boca abajo, mirando a su pareja con emoción en su mirada. (T/n) estaba segura de que si todavía fuera humana ya estaría sonrojada, luchando por decir algo más que un vertiginoso sí.
-Lo haré, Jas. Sus labios se encontraron para besarse, dejando que sus pensamientos se quedaran en la punta de sus lenguas mientras se hundían más en el contacto. Ella estaba demasiado concentrada en el beso, en las horas de silencio que apenas les ofrecían, como para prestar atención a la forma en que sus manos desaparecían debajo de su camisa. Solo cuando las giró, ella dejó de reír, lo que le permitió arrancarle la ropa del cuerpo.
-Alguien está impaciente. -La provocación de (T/n) provocó un gemido de Jasper. Sus labios fríos la besaron hasta el cuello mientras sus manos exploraban su pecho, tirando y apretando para dejarla gimiendo por él. Ninguno de los dos prolongaría esto, sabiendo que no eran de los que se toman su tiempo cuando buscan los placeres que solo la sangre y el sexo pueden ofrecer, y sin embargo, a ella le encantaban esos momentos casi dulces que él le ofrecía.
-Siempre lo soy cuando se trata de ti, cariño. -Sus ojos se encontraron mientras su sonrisa burlona se hacía más amplia. (T/n) solo podía observar cómo se ponía de pie para deshacerse de su ropa, exponiendo su cuerpo musculoso a sus ojos cada vez más oscuros. Él era todo lo que siempre había anhelado, décadas sola habían valido la pena, todo por esto. Atraída por él como una polilla a la llama. Sintiendo como si él fuera el cigarrillo que incendiaría su gasolinera. Un infierno perfecto del que ninguno podía escapar.
-Fóllame, Jas, déjame sentirte. -Mantuvieron el contacto visual mientras él bajaba la cabeza para dejar que su lengua rozara su raja, gimiendo ante su sabor. Sus fuertes brazos rodeaban sus muslos para mantenerla inmovilizada, sabiendo que no tenía ninguna posibilidad de luchar contra él en un momento como este. La tenía atrapada. Ella era suya para jugar con ella. Ella era su posesión más preciada, para siempre.
-Mi linda querida, quemaría el mundo entero por ti. -Sus dedos tiraron de sus rizos dorados, acercándolo más mientras él frotaba su bulto con el pulgar. Ella gimió su nombre, dejando que su sonrisa se hiciera más grande ante los sonidos que no podía contener. Él la empujó más y más cerca, follándola con sus dedos mientras su lengua seguía explorando su calor. Una mezcla perfecta a la que solo podía aferrarse mientras sabía que él se alejaría segundos antes de que pudiera correrse.
-Jas, por favor . -Lentamente, se apartó de ella. Jasper se arrastró por su cuerpo solo para dejar que (t/n) los girara una vez más. Ella se sentó a horcajadas sobre su regazo con una sonrisa que coincidía con la de él. Con sus dedos entrelazados, se aferró a él mientras se hundía sobre él, dejando que su cabeza se inclinara hacia atrás para dejar escapar un fuerte gemido. Su mano libre le palmeó el trasero, desesperado por tocarla como si fuera la primera vez que lo hacían, recordándoles esa misma noche de hace años y años.
(T/n) se movía cada vez más rápido con cada momento que pasaba, exultante por la sensación de su polla enterrada profundamente dentro de ella, haciéndola sentir más viva que nunca. Él apoyaba cada uno de sus movimientos, disfrutando de la vista de ella a horcajadas sobre él, follándose a sí misma sobre su polla mientras él se maravillaba con ella.
-Te amo, cariño. -Su sonrisa se hizo más amplia, completamente enfocada en (t/n) y la forma en que ella apretaba perfectamente su polla. Algunos pueden decir que eran una pareja perfecta, dos amantes eternos unidos en las llamas crecientes, mientras que otros solo se enfocaron en el amor que ambos sentían claramente el uno por el otro, unidos por su fuerte vínculo. Fuera lo que fuese lo que los mantenía conectados, ambos juraron aferrarse a ello hasta el final de sus días.
-Yo también te amo, Jasper, oh Dios, tanto, jodidamente mucho. -No le hizo ninguna advertencia antes de que él volviera a darles la vuelta. Ella lo miró con los ojos muy abiertos, dejándolo follarlos cada vez más cerca del borde con una mano colocada en su garganta y la otra agarrando el reposacabezas metálico.
Sus ojos mantuvieron contacto visual mientras ella se corría, soltando otro gemido mientras él perseguía su propio orgasmo, follándola a una velocidad tan rápida que los ojos humanos no serían capaces de seguirla. No tardó mucho en soltarse, en correrse con un gemido que casi fue tragado por el beso que compartieron.
Se abrazaron el uno al otro, aferrándose a su pareja mientras bajaban de su euforia, sabiendo que era la primera de muchas que se les ofrecerían en las próximas horas sin otros curiosos cerca.
......
-¿Me harás eso a mí también? -Jasper tenía su frente presionada contra la espalda de (t/n). Ambos tenían sus ojos enfocados en Bella y Edward mientras (t/n) susurraba la pregunta. La pareja recién formada estaba bailando afuera, compartiendo susurros que dejaron a Jasper y (t/n) sonriendo.
-¿Te doy un beso ahí fuera o bailo contigo? -Le apretó suavemente el costado, tratando de acercarla aún más mientras le daba un suave beso en la nuca. (T/n) se giró entre sus brazos para mirar a su pareja, llena de un vértigo que sentía desde que se había cruzado con él hacía tantos años.
