Oh, Here We Go Again...

304 51 7
                                    

Should've known it was a matter of time.

...

La lluvia caía con fuerza a las afueras de su hogar, era como el comienzo de un mal día, aproximadamente las 2 a.m. y no habían rastros de cierta persona. Jimin se hallaba abrazando con fuerza ese estúpido cojín mullido en su sillón, sus ojos penetrantes y sin aparente emoción, yacian pacientes observando con detalle la suave danza de las llamas en la chimenea, arrugó otra hoja a su costado y la tiró junto a las demás.
Las llamas crecieron un momento, antes de volver a un fuego moderado.

Todo ardería en poco tiempo, era cuestión de esperar lo inevitable.

Sus ojos estaban cansados, ella lo estaba, física y emocionalmente. Sentía que se descocía cada vez más, se sentía tan rota de todas las formas posibles.

Su sonrisa se hacía cada vez más falsa que simplemente se miró al espejo hace unas horas, una determinación que no creyó ver en su mirada, ella estaba harta de esperar algo que nunca pasaría.

Enamorada de la imagen de alguien que no existió. El amor te ciega y cuando por fin puedes ver con claridad, solo te preguntas: ¿por qué?

Una sola pregunta. Jimin trató de hallar la respuesta, escarbando dentro de su propia mente. Por amor, por eso lo hizo y ese amor la torturó.

Escuchó el sonido característicos de las llaves de Minjeong. El infierno comenzaría. Era la casa de Minjeong, sus padres se la dieron como un regalo cuando se graduó, y ella, sin darle opción, decidió hacer que Jimin se quedara allí también, su argumento fue que era su novia y se casarían pronto. Eso fue lo que le dijo y prometió hace 2 años.

No hay anillo y cada vez se siente más como una intrusa que como su novia. Perdió toda esperanza.

Finalmente la puerta se abrió, el sonido de la lluvia fue más claro, antes de que Minjeong entrara torpemente, tratando de cerrar la puerta con cuidado, no notando a Jimin sentada a unos metros.

—¿En dónde estabas? ¿Sabes lo tarde que es? Estaba preocupada...

Quiso postergar las cosas un poco, tal vez más para ella que para Minjeong.
Esto era algo que Kim siempre le hacía: se haría la ofendida, o se pondría a la defensiva, o, la favorita de ella; se burlaría de la preocupación de Jimin, haciéndola quedarse callada, para darle después un beso en los labios mientras le dice que la ama con el sabor de un labial que no es de Jimin y con el aroma de un perfume que tampoco es suyo.

Kim saltó en su sitio dejando caer las llaves del susto. Entrecerró sus ojos un poco, mirando a Jimin con esa mirada molesta en ella, apenas visible por la tenue luz de la habitación, dándole un aspecto más sombrío.

Chasqueó la lengua irritada, otra pelea estúpida—. Por ahí, ¿qué hay con eso?

En su respuesta hubo un toque burlón, tratando de safarse del interrogatorio. Pero pronto el olor a papel quemado y el sonido del fuego crepitando llegó a ella.

Jimin quiso responder, pero calló, mirando en silencio el fuego. No le daría la oportunidad de burlarse de ella por última vez.

Kim miró confusa a su novia, siguiendo la dirección de su mirada que parecía perdida en el tiempo, caminó lentamente hasta la chimenea, como si fuera a empeorar aún más lo que sea que esté sucediendo.
La sombra del cuerpo de Minjeong frente al fuego cubrió a Jimin, reflejando lo que siempre fue, la pequeña persona detrás de la gran sombra de Minjeong. Esperó con poca paciencia la reacción de la menor, quería ver su rostro en el momento en que todo se terminara, quería que sintiera lo mismo que está sintiendo desde hace un largo tiempo.

My Girl Only Breaks Her Favorite Toys || WinRina (OneShot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora