Capítulo 2

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Capítulo 2

Ese fin de semana, posterior a la fiesta, habíamos quedado en que haríamos maratón de “The eight sense” un BL coreano que ellos no vieron y que yo quería volver a ver porque me parece una joyita.

Al poco tiempo de haber llegado a Santa Fe, saqué el tema de “Cutie Pie”,  les dije que me pareció que habían entendido lo que quise decir el día que nos conocimos y les pedí disculpas por shipearlos. Nos reímos un rato y me dijeron que veían muchas series tailandesas, en general BL’s.

Hablamos de nuestros ships favoritos y de las series que veíamos. Resultado: sábados de series tai. También, a pedido mío, comenzaron  a enseñarme expresiones o frases en ese idioma y las letras de las canciones, porque como buena consumidora de BL también escucho su música. Ahora por lo menos no parece que voy a invocar a un demonio cada vez que canto.

Ese sábado nos levantamos tarde. Dormimos todos juntos en mi habitación porque como Clara no estaba les dije que les compartía el aire acondicionado. Casi abril y en eata ciudad sigue haciendo calor.

NuNew y yo compartimos la misma cama y Zee se trajo su colchón y lo acomodó entre las dos camas. Le pareció incómodo usar el lugar de Clara sin consultarle. Así que mientras desayunamos le escribo un WhatsApp a la chica para preguntarle, porque la semana será bastante calurosa. Ella, obviamente, no tiene problema, dijo que Zee puede usar su cama tranquilamente. No se habla mucho con los chicos porque apenas sale de nuestra habitación, pero tampoco es que les caigan mal o algo así.

Preparamos desayuno para todos. Mate, que compartimos, obviamente, porque aunque descendientes de tailandeses, también son argentinos. Y facturas. Los sábados hacemos una vaquita, es decir, ponemos un poco de plata cada uno y compramos una docena de facturas. Zee se permite salir de su dieta para compartir ese momento con nosotros.

Ellos se sientan del mismo lado de la mesa, como enfrentados a mi. Pero muy juntitos. Anoche Zee se pasó la mayor parte de las últimas horas de fiesta con una mano en mi hombro y la otra en la cintura de Nu. Y ahora está buscando excusas para tocarle los brazos o pasarle la mano por la espalda. El otro le deja hacer y de vez en cuando lo mira con una sonrisa tierna. Son tan lindos coqueteando.

Mientras tanto, yo espectadora nunca protagonista, cebo mates, porque estos dos, además de estar ocupados en otros asuntos, no saben prepararlo y les queda horrible, así que me dispongo a mirar mi BL de la vida real, tranquilamente con mate en mano y facturas, antes de prepararnos para ver el otro en la compu.

Almorzamos tarde, ellos prepararon, juntos, una comida tai que me venían prometiendo desde hace un montón de tiempo. No recuerdo como se llama, pero estaba riquísima!

Después de la larga sobremesa, acomodamos todo para mirar la serie. Normalmente NuNew y yo nos sentamos en el sillón grande y Zee se sienta en otro individual que está al lado. Pero esta vez preparo el mate rápido, y me siento yo en el individual, obligándolos a sentarse juntos.

Primer capítulo, se sientan uno en cada esquina del sillón, alejados uno del otro. Cuando paso el mate, el que es para NuNew se lo alcanzo a Zee, que es quien está más cerca mío, y él se lo pasa a Nu. Veo de soslayo que a medida que va pasando el capítulo y los mates, sus dedos se tocan suavemente cuando el mate va de una mano a la otra. Dios bendiga nuestro santo mate que sirve de compañía, cuando estás solo o con amigos, y también para coquetear.

Segundo capítulo, Nu se levanta al baño y cuando regresa, se sienta un poco más cerca de Zee. Lo miro con ojos pícaros y me dice:

- Es que el mate me queda lejos, y los tuyos están buenos.

A medida que pasan los capítulos, veo que sus manos también se acercan, casi rozándose, en el espacio que hay entre ellos, que se hace cada vez más pequeño.

Cuando termina el capítulo 8, ya nos tomamos como 3 termos de mate, terminamos las facturas  que quedaron del desayuno y somos un mar de lágrimas.

Me seco la cara con un pañuelo descartable y le paso la caja a los chicos. Nu tiene los ojos aguados tanto como yo, pero tiene su cabeza apoyada en el hombro de Zee y una de las manos apoyadas en el pecho. Zee lo tiene abrazado, acariciándole la espalda suavemente. Agarra los pañuelos con la mano libre. Veo que se limpia un poco la nariz y los ojos. También está conmovido, pero todavía le cuesta soltarse.

Tengo hambre, pero faltan dos capítulos para que termine. Además no quiero romper el momento que están teniendo.

Pero mierda, tengo hambre. Hace un poco más de cuatro horas que estamos sentados viendo. Y necesito estirarme un poco.

- Ya vengo! Dejen en pausa! Les digo apurada, para que no se paren conmigo.

Voy a la cocina y busco algo que podamos picar entre todos y no necesite tanto acomodo. Bingo! Empanadas que sobraron  de ayer. Se comen con la mano y listo. Busco una bolsa de papas fritas y algo para tomar. Agua. Es fin de mes y estamos pobres, así que gaseosa no hay, menos cerveza, que sería lo ideal para acompañar la picada improvisada.

Acomodo todo para llevar en una bandeja, pero antes espío un poco, para ver qué están haciendo y no interrumpir nada serio.

Los veo en la misma posición. Zee sentado recto en uno de los bordes del sillón y Nu acurrucado en él. Alcanzo a ver que una mano más pequeña se frota lentamente en los pectorales marcados del otro. Como explorando, como intentando adivinar lo que se encuentra debajo de la remera. Mientras tanto, una de las manos grandes de Zee se desliza arriba y abajo del brazo del más pequeño. Describiendo un camino infinito. No se hablan, no se miran. Solo están ahí, explorándose con sus manos curiosas.

Espero un rato. Me como una empanada.  Abro otro paquete de snacks, para guardarles las papas, que sé que les encantan. Si no me reclaman todavía es porque su interés no está ni en mi, ni en la serie.

Después de tres empanadas, mates nuevos y media bolsa de palitos salados en mi panza, veo que Nu se incorpora en el sillón y mira hacia la cocina.

- Mari! Dónde estás? Qué te fuiste a hacer? A fabricar la comida? Porque olor a comida hay, pero acá no llegó nada! Me reclama con tono de burla.

- No, estaba calentando empanadas, se me ocurrió hacer mate otra vez y me re colgué. Ya voy! Ya llevo todo!

Y me pongo a poner todo otra vez en la bandeja.

Veo que Zee se acerca. - Te ayudo. Dice con cara de haberse sacado la lotería, pero todo ruborizado.

Le hago un gesto para preguntarle qué estaba pasando y sólo levanta los hombros y dice no se, con la cabeza. Yo le pongo ojos de corazones y vamos a la sala a seguir con la serie.

Lo miro a NuNew en un momento de distracción de Zee, y le hago un gesto de interrogación con la cabeza. Me dice lo mismo que el otro. O sea nada.

Nos acomodamos y, mientras comemos, vemos los dos capítulos que faltan. Un mar de lágrimas y emoción. Me agradecen por recomendársela. Dicen que no solían mirar series coreanas, pero que esta les encantó. Les recuerdo que el finde próximo le toca a Zee recomendar.

Nos vamos a dormir tarde, porque nos quedamos charlando sobre la serie y los temas que trataba. Bastante profunda. Nos dejó pensando en varias cosas.

Volvemos todos a mi habitación, Nu se acuesta conmigo y Zee en la cama de Clara, pero ahora, los dos se acomodan para poder mirarse mientras duermen.

Roommates - Compañeros de departamento -//- ZeeNuNew -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora