Me liberó de mis ataduras, de la venda que cubría mis ojos y la seguí hasta el sofá.
-Masajéame los pies, estoy cansada.
Milo le quitó el calzado de tacón a su señora, se embriagó de su aroma y observó
con detenimiento los diminutos pies.
-Lubrícalos para el masaje. Introduje sus dedos con esmalte azul en mi boca, lamí su planta y comencé a liberarla de las tensiones con mis hábiles dedos.
-Señora ¿Puedo aliviarme?
-Si, hoy has estado bien.
Dejo los pies de su ama en el suelo y comenzó a lamerlos mientras se aliviaba con una mano. Culminó en el suelo.
-Límpialo ahora mismo. Y Milo limpio el suelo con su lengua mientras su ama
colocaba las piernas sobre él utilizándolo como un reposapiés, relajándose por fin después de una agotadora semana en la oficina, no sin recordar a Milo la
obligatoriedad de mantenerse recto como reposapiés con algún que otro fustazo correctivo.
ESTÁS LEYENDO
Mi mascota 🐕
RomanceViernes, finaliza el trabajo y llega el momento de divertirse. Ya no era David, era Milo, el sumiso de Lady Freya, su mascota, su siervo y su amante fiel. Descubre este relato Femdom 👠 de la mano de Freya.