Capítulo 3

410 4 0
                                    

-Coloca las manos a la espalda. Lady Freya unió las muñequeras, golpeó mis
nalgas con la fusta en seis ocasiones, me excitó mucho. Sin previo aviso unos
golpes rápidos y ardientes cruzaron mi espalda; me encantaba sentir el cuero en mi piel y ella lo sabía. Lady Freya repitió los latigazos durante varios minutos
alternando sucesivamente la espalda y las nalgas de Milo.
-Túmbate sobre la cama bocarriba y extiende los brazos. Lady Freya liberó los pezones de Milo de las pinzas japonesas, Milo gritó al sentir el retorno de la sangre fluir por sus pezones otra vez.
Mi señora amordazó mi boca y escuché un pequeño sonido y un calor abrasador inundó mi pecho, recorriendo todo mi esternón y desembocando en mi miembro.
Lady Freya continuó derramando gotas de cera sobre la anatomía desnuda de su esclavo mientras su cuerpo se arqueaba luchando contra los instrumentos de cuero, que lo retenían. Dibujo las más sucias palabras con la cera sobre su pecho.
Cuando la cera enfrió, la fue retirando con un objeto afilado, supuse que sería el abrecartas o un cuchillo de la cocina. Agradecí inmensamente que no me quitara los restos de cera a fustazos.
Un cubito de hielo recorrió mis labios, el contraste de temperatura me sobresaltó, el frío fue recorriendo mi cuello, mis pezones, mis testículos aprisionados y pinzados...
Una línea de pequeñas agujas recorrió mis pezones, como si de una rueda dentada se tratase, mientras mi ama iba retirando las numerosas pinzas de mis testículos.
Pude contar al menos ocho.

Mi mascota 🐕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora