Capítulo 2: "Renacer"
Cinco años habían pasado desde que Taehyung dejó a Jungkook aquella noche fría y llena de dolor. Su vida había dado un giro que jamás habría imaginado, pero ese giro lo había llevado hacia una felicidad que creía perdida para siempre.
Después de aquel devastador final, Taehyung decidió que debía comenzar de nuevo. Se mudó a una nueva ciudad, lejos de los recuerdos que lo ataban a un pasado doloroso. Fue en ese lugar donde conoció a Yoongi, un hombre tranquilo, de pocas palabras pero de un corazón enorme. Lo conoció en una cafetería pequeña y acogedora, un lugar donde solía ir a escribir y reflexionar sobre su vida. Con el tiempo, su relación floreció de manera natural, sin complicaciones, sin mentiras. Lo que más le sorprendió de Yoongi fue la seguridad que sentía a su lado, como si todo lo malo que había vivido no fuera más que un mal sueño.
Con Yoongi, todo era diferente. Se sentía amado, valorado, y finalmente, en paz. No había espacio para las dudas o el miedo, solo para el amor mutuo y la tranquilidad que ambos se ofrecían. Fue así como, después de unos años de relación, decidieron dar un paso más y adoptar a un niño. Habían soñado con formar una familia juntos, y ahora, con la llegada de Min-jun, un pequeño de cuatro años de sonrisa traviesa y ojos brillantes, su familia estaba completa.
La vida era hermosa. Taehyung se sentía lleno, con un esposo que lo amaba y un hijo que iluminaba sus días. El pasado, aunque doloroso, ya no le pesaba como antes. Había aprendido a perdonar, no solo a Jungkook, sino también a sí mismo por haber permanecido tanto tiempo en una relación que no le hacía bien.
Era un día soleado cuando, por pura casualidad, el pasado volvió a cruzarse en su camino. Taehyung había llevado a Min-jun a un parque cercano para que jugara. El niño corría alegremente por el césped, riendo mientras Yoongi lo seguía de cerca. Taehyung observaba la escena con una sonrisa, cuando algo captó su atención. A lo lejos, una pareja caminaba de la mano. Sus figuras le resultaban dolorosamente familiares.
Jungkook y Jimin.
El corazón de Taehyung se detuvo por un momento al reconocerlos. No los había visto desde aquella noche, y aunque el tiempo había pasado, la visión de ambos juntos le trajo recuerdos amargos. Sin embargo, lo que le llamó la atención no fue solo verlos, sino la forma en que ambos lo miraron. Jungkook y Jimin caminaban hacia él, y cuando sus ojos se encontraron, Taehyung vio algo en sus rostros que no esperaba: arrepentimiento.
Jungkook, con una expresión de nerviosismo y culpa, fue el primero en hablar cuando llegaron hasta él.
—Tae… —dijo en un susurro—. No esperaba verte aquí.
Taehyung no respondió de inmediato. Estaba demasiado sorprendido para reaccionar. Jimin también parecía incómodo, incapaz de sostener la mirada de Taehyung por mucho tiempo.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Taehyung finalmente, su voz calmada, aunque su interior estuviera lleno de emociones encontradas.
Jungkook suspiró, mirando brevemente a Jimin antes de volver su atención a Taehyung.
—Nos mudamos aquí hace unos meses. Quería… —hizo una pausa, como si buscara las palabras adecuadas—. Quería decirte cuánto lo siento. Por todo. —Su voz estaba llena de dolor, y Taehyung pudo ver que no era solo un intento vacío de disculpa. Jungkook realmente se arrepentía.
Jimin también alzó la vista, y aunque no dijo nada, su expresión reflejaba el mismo sentimiento. Taehyung había esperado que, si alguna vez los volvía a ver, el dolor de la traición se reavivaría en su corazón, pero sorprendentemente, no fue así. En lugar de resentimiento, solo sintió compasión.
—Yo también lo siento, Taehyung —dijo Jimin, finalmente encontrando su voz—. Lo que hicimos estuvo mal, y no espero que nos perdones, pero quería que supieras que lo lamentamos. Ambos.
Taehyung los miró a los dos, sintiendo la sinceridad en sus palabras. El rencor que alguna vez había sentido había desaparecido hacía mucho. Había construido una vida hermosa con Yoongi y Min-jun, y el dolor del pasado ya no tenía poder sobre él.
—Ya no tienen que disculparse —respondió Taehyung con suavidad, sorprendiendo tanto a Jungkook como a Jimin—. Hace mucho tiempo que los perdoné, incluso antes de que ustedes se dieran cuenta de lo que hicieron. No puedo cambiar lo que pasó, pero lo que aprendí de eso me hizo más fuerte.
En ese momento, Yoongi y Min-jun regresaron, interrumpiendo la conversación. El pequeño corrió hacia Taehyung, riendo y extendiendo los brazos.
—¡Papá, mira lo que encontré! —dijo el niño, mostrando una pequeña flor en su mano.
Taehyung se agachó para abrazar a su hijo, su sonrisa volviendo a su rostro con facilidad. Al levantarse, miró a Yoongi, quien lo observaba con una mirada protectora y amorosa. Con una mano en la espalda de Taehyung, Yoongi se volvió hacia Jungkook y Jimin, reconociéndolos con un ligero asentimiento, pero sin decir nada.
Jungkook, al ver la escena frente a él, no pudo evitar sonreír con tristeza. Taehyung era feliz, más feliz de lo que jamás lo había visto cuando estaban juntos. La culpa en su interior creció aún más, pero al mismo tiempo, sintió alivio al saber que Taehyung había encontrado la paz y el amor que merecía.
—Te deseo lo mejor, Taehyung —dijo Jungkook, con la voz quebrada—. Me alegra verte feliz.
Taehyung asintió, una sonrisa suave en sus labios.
—Gracias, Jungkook. Les deseo lo mismo a ustedes.
Sin más que decir, Jungkook y Jimin se despidieron con una última mirada de arrepentimiento y se alejaron, dejando a Taehyung con su familia. A medida que se iban, Taehyung los vio desaparecer entre los árboles, sintiendo que finalmente había cerrado ese capítulo de su vida.
Se volvió hacia Yoongi, quien le devolvió una sonrisa cálida.
—¿Estás bien? —preguntó Yoongi, acariciando suavemente su brazo.
Taehyung lo miró a los ojos, sintiendo que, por primera vez en mucho tiempo, todo estaba exactamente como debía estar.
—Sí, estoy bien —respondió con sinceridad—. Tengo todo lo que necesito justo aquí.
Y con esa certeza en su corazón, abrazó a su hijo, tomó la mano de Yoongi y caminó con su familia hacia un futuro lleno de paz, amor y, sobre todo, libertad.
Fin.