En un reino próspero, donde la tradición y el honor reinan, la joven princesa Kim Nari se encuentra atrapada en las expectativas de su linaje. Desde pequeña, ha sido educada para ser la esposa perfecta de un príncipe, pero su corazón anhela más que...
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Hoy es un día importante, pues se anuncia el compromiso de mi hermano, el principe, Kim sunoo, junto con mi mejor amiga, Park Min Hye.
Estoy muy alegre, se que a Min Min le gusta solecito, desde pequeños, aunque el solecito no se exprese mucho, es alguien adorable y dulce, lastima que aunque por dentro sea así por fuera sea un ser frío... Sin embargo, agradezco que siempre hayamos sido buenos hermanos que confiamos en el uno al otro.
A mitad de año mi hermano cumplirá 22 años,lo que significará su coronación como el nuevo rey del reino Eldoria, aunque yo no seré reina, seguiré siendo princesa lo que significará casarme con algún principe y no poder casarme con el hombre que amare,será mi sufrimiento y lo que me romperá el corazón, una ley que no se puede romper, algo prohibido. otras chicas quieren ser princesa, mientras que yo solo quiero libertad, libertad que no puedo tener...
-Nari, hija, cámbiate. -Sonríe con alegria-.Mande a diseñar un precioso vestido exclusivamente para este día tan importante para tu hermano y para nuestra familia, después de todo es el compromiso de tu hermano.
Nari suspiró, sintiendo un torbellino de emociones en su interior. Aunque estaba feliz por su hermano y Min Hye, la idea de su propio futuro la llenaba de melancolía.
-Sí, madre.-respondió con una sonrisa forzada-.El vestido debe ser hermoso, como siempre lo hace la diseñadora.
Miró su reflejo en el espejo, luchando con las palabras que deseaba expresar pero que se quedaban atascadas en su garganta. Sabía que su madre era comprensiva, pero también se daba cuenta de cómo se sometía a las decisiones de su padre. Era difícil desafiar esa dinámica.
-Estoy segura de que será perfecto para este día tan especial.-continuó, evitando profundizar en sus verdaderos sentimientos-. Me alegra ver a Sunoo feliz con Min Hye.
Mientras hablaba, una parte de ella anhelaba gritar que deseaba algo más para sí misma; libertad, amor verdadero... Pero sabía que esas palabras no encontrarían eco en la mente sumisa de su madre.
-Lo importante es que todos estemos juntos.-dijo finalmente, tratando de convencerse a sí misma-. Quizás algún día encuentre mi propio camino... aunque ahora solo puedo ser la princesa que todos esperan.-Susurra para si misma-.
-Así es hija,bueno,te dejare para que puedas vestirte tranquila.-Sonríe una vez más para desaparecer de la habitación y dejar que las sirvientas entren para arreglarme-.
Suspiro... Hoy será un día muy agotador.
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