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Era bastante tarde cuando Naruto e Izanami regresaron a casa. Vieron que eran los últimos en llegar. Nanami se encargó de la cena con la ayuda de Shizune. En cuanto a Tsunade, estaba bebiendo con Shisui, que tenía una mirada preocupada.


No es como si Shisui no hubiera bebido antes. De hecho, puede que haya bebido mucho para aliviarse de la presión que tenía que afrontar tanto del clan como de la aldea. Pero incluso así no podía ser rival para Tsunade, que solo sabe emborracharse.


Si no hubiera sido por Nanami, que le pidió que dejara descansar a Shizune, ya habría llenado esta habitación.


Pero afortunadamente su salvador había llegado. Con una mirada, Izanami utilizó un poco de su haki de Conquistador para interceder ante Tsunade.


Tsunade, que estaba borracha y estaba haciendo tonterías, entró inmediatamente en acción. Su borrachera desapareció cuando adoptó una postura de lucha. Sus ojos examinaron los alrededores con una mirada cautelosa.


"No des un mal ejemplo frente a los niños, Tsunade", sus ojos se dirigieron a Izanami, quien habló.


A pesar de que Tsunade quería refutar las palabras de Izanami, mantuvo sabiamente su silencio. Los ojos de Izanami estaban muy serios. Si volvía a hacer esto, sería castigada. Y Tsunade no quería saber qué tipo de castigo enfrentaría cuando eso sucediera.


Poco después, Nanami llegó con Shizune a cuestas con ollas llenas de comida. Colocaron la comida en la mesa y anunciaron: "La cena está lista"


Todos se reunieron en el comedor para comer. Después de que todos se sentaron, Izanami dijo: "itadakimasu". Después, todos también se unieron y comenzaron a comer.


Tan pronto como dieron un bocado, todos exclamaron: "Delicioso"


"Hmm, parece que has mejorado tus habilidades culinarias nuevamente, Nanami", elogió Izanami mientras saboreaba su comida. En su larga vida, algo de lo que nunca se aburría era de comer comida sabrosa.


"Gracias por el elogio Matriarca", dijo Nanami humildemente, pero Izanami, que la conocía mejor que nadie, sabía que estaba muy emocionada.


Izanami sacudió la cabeza con una sonrisa impotente. Aunque Nanami parecía muy estricta y fría, por dentro es como una niña pequeña a la que le gusta que la elogien. Y cocinar es el pasatiempo que más le gusta, por lo que está muy feliz de escuchar elogios sobre su cocina.


Después de la cena, todos se pusieron cómodos en la sala de estar. Como todavía era un poco temprano para irse a la cama, decidieron divertirse hablando de cómo había pasado su día. Y, por supuesto, era Naruto quien hablaba mientras describía con entusiasmo las cosas que sucedieron en el clan Uchiha.


Al escuchar esto, Shisui tenía una expresión complicada. Y esto se mostró especialmente cuando escuchó que Naruto mencionó la forma en que Izanami domesticó a un miembro del clan Uchiha. Aunque quería decir que eso estaba mal, en el fondo de su mente sabía que era correcto.


Mientras conversaban, Izanami dijo de repente: "Ah, claro, me olvidé de eso". Luego se volvió hacia Naruto y le dijo: "Naruto, ¿podrías venir aquí un segundo?"

Naruto: El protector ocultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora